Un abogado es acusado de estafa por su socio por "no aceptar sus proposiciones sexuales"

Dos meses antes del inicio de los confinamientos en España, en enero de 2020, un reconocido abogado de Derecho Penal Internacional mantenía una reunión con un amigo con quien planeaba la puesta en marcha de un negocio para producir y comercializar cerveza artesanal venezolana en España. El primer paso que debían dar para ello era diseñar un plan de negocio, para lo cual cada socio aportó 1.500 euros, recayendo sobre el abogado, por su mayor experiencia en el mundo empresarial, el encargo de realizar las gestiones del 'business plan'.

Así, con fecha de febrero de 2020, se entregaron a un especialista en el sector los 3.000 euros para que elaborase el plan de negocio, pero el avance de la Covid-19 era imparable y España inició solo un mes después su primer estado de alarma y, con él, la paralización de gran parte de la actividad económica, por lo que ambos socios acordaron desistir de sus proyecto a la espera de tiempos mejores para el sector de la hostelería. 

Lo que parecía una simple inversión frustrada no fue entendida así por uno de los socios, quien se consideraba víctima de una estafa e interpuso denuncia contra el abogado por apropiación indebida de los 1.500 euros entregados. El denunciante cuestionaba el acuerdo entre las partes y alegaba haberse sentido engañado desde el principio, e igualmente acusó a su socio de cortar las comunicaciones, incluso bloquearle en redes sociales, tras la entrega del dinero pactado. 

El acusado, atónito por esta denuncia, contacto con Ospina Abogados, despacho especializado en penal económico, quienes desplazaron un equipo de letrados a Tenerife encabezados por el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina y su socia Beatriz Uriarte, con la misión de acreditar que ambos socios estuvieron de acuerdo en la inversión conjunta del dinero, no siendo engañado en ningún momento el denunciante. 

El abogado penalista Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte. 

Fruto de esta línea de trabajo procedieron a presentar ante el Juzgado de La Orotava un listado de llamadas entre denunciante y denunciado que desmentiría la supuesta "espantada" del denunciado. Igualmente se aportó una factura de 3.000 euros, confeccionada el 11 de enero, en concepto de elaboración del Plan de Negocios por el experto contratado, y se puso en evidencia el que sería el motivo real de esta denuncia, "un posible ánimo espurio del denunciante para vengarse por el rechazo sexual de nuestro representado" afirma la abogada penalista Beatriz Uriarte, ante las insinuaciones y peticiones de mantener encuentros sexuales que el denunciado recibió, siendo interpuesta la denuncia tras rechazar la proposiciones de su exsocio. 

La abogada penalista Beatriz Uriarte y Juan Gonzalo Ospina de Ospina Abogados.

Ante las pruebas dirimidas por el equipo de Ospina Abogados, se solicitó el archivo y sobreseimiento de la causa.

El archivo y sobreseimiento de la causa 

Una vez analizadas las pruebas presentadas, y ante las versiones contradictorias, el 13 de agosto de 2021 el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción Nº3 de La Orotava entiende que de la prueba "practicada no se desprenden indicios delictivos ni los elementos del tipo, esto es, la existencia de engaños y de ánimo de lucro, pues el investigado invirtió́ también cantidad", por lo que se dictó auto de archivo y sobreseimiento de la causa.