Se cumplen siete años desde el día en que desapareció Francisco Molina, el 2 de julio de 2015, a los dieciséis años de edad. Desde entonces, su familia no ha parado de buscarle a pesar del tiempo transcurrido. Y es que la familia ha declarado que no perderá nunca la esperanza.
El padre del desaparecido, Isidro Molina, apenas un día antes del séptimo aniversario de la desaparición de su hijo, ha contado a Elcierredigital.com que “a día de hoy, la investigación sigue muy activa y nosotros seguimos con la esperanza de que dé su fruto y podamos encontrar a Paco. Solo pedimos que donde quiera que esté, se encuentre bien y a salvo”, añade.
Isidro ha querido compartir con este diario que "los investigadores siguen trabajando. De hecho, este mes han bajado tres veces a Córdoba. Para nosotros es importante que después de tanto tiempo sigan involucrados en el caso como lo están haciendo".
"Durante estos años no se ha investigado lo suficiente puesto que Paco no ha aparecido, pero eso no quita que tengamos que reconocer que el grupo que lleva el caso ha hecho muchas cosas y ha trabajado duramente. Pero como no han dado con Paco, para mi aún es insuficiente", insiste Isidro.
En cuanto a los medios de comunicación, el padre de Paco critica que durante los primeros días le hicieron caso omiso. "Yo, al principio del caso, me puse en contacto con las televisiones y con la prensa para que divulgaran el caso de Paco y su foto, por si alguien lo había visto, e incluso me ofrecí a pagar el anuncio, pero ni pagándolo me lo sacaron. Por eso, al principio, no se hizo mucho eco de la desaparición de mi hijo".
Otra de las críticas de Isidro, a su parecer importante para dar con el paradero de su hijo, hace hincapié en el hecho “el no pedir las grabaciones de las cámaras de seguridad de la estación de autobuses para confirmar con seguridad si el chico que se fue de Córdoba era Paco o no. A causa de esta deficiencia, a día de hoy no sabemos si la noche que desapareció Paco salió de la ciudad o no. Saberlo con certeza, tanto como para nosotros como para la investigación, habría sido fundamental”.
Paco salió un viernes con sus amigos y avisó a su padre de que no iba a dormir en casa esa noche porque se quedaba en la de un amigo, al que sus padres conocen. Aunque escribió un mensaje de WhatsApp a Isidro, a su progenitor le extrañó la forma en la que lo hizo y por eso le llamó al móvil. Entonces hablaron y Paco se lo confirmó. Lo último que Isidro le dijo a su hijo antes de que desapareciera fue que no se acostara tarde.
A sus amigos les dijo que había quedado en un bar con un amigo que ellos no conocían. Pero, según su padre, Paco nunca acudió a dicho local ya que preguntó a la mañana siguiente al camarero y le dijo que nadie le había visto por allí.
Isidro fue también a la estación de autobuses de Córdoba a preguntar si habían visto a su hijo. Allí, un conductor le confirmó que Paco había tomado un autobús con destino a la estación de Méndez Álvaro, Madrid, esa noche.
Después de archivar el caso en 2018, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba reabrió el caso a causa de una nueva línea de investigación que está llevando a cabo la Policía. Los investigadores estudian ahora el posible paradero del joven desaparecido en 10 países distintos, entre los que se encuentran Reino Unido, Irak e Italia.
Sin embargo, a pesar de que han pasado casi siete años de la desaparición de Paco, sus padres no pierden la esperanza. Elcierredigital.com habló con Isidro, el padre del desaparecido, que explicaba que "el caso sigue abierto, hay una línea de investigación que maneja la hipótesis de que se fue por un entorno de personas mayores y la policía lo está investigando".
Los padres de Paco Molina con fotos de su hijo desaparecido. | El Cierre Digital
Acerca de su posible relación con esta gente mayor, de la que no se sabe nada, Isidro aseguró a este medio que "Paco era aficionado al airsoft, que practica gente de muchas edades, por lo que podría haberse juntado con gente mayor pero no sabemos si la línea de investigación viene de ahí o de dónde".
Preguntado por cómo está resultando su última iniciativa de abrir un apartado de Correos para recibir cualquier dato sobre la desaparición de su hijo, ha comentado que recibieron una información que en principio parecía buena pero que, tras ser analizada y comprobada, "no nos llevó a ningún sitio". Además, recalcó que ellos no se rinden y que siguen con la difusión, con la idea de que alguien sepa algo y se lo haga llegar mediante esta vía.
Sobre la colaboración ciudadana, Isidro afirma que "han recibido muchas llamadas de posibles avistamientos de mi hijo, en varios países" aunque también denunciaba que "ha habido extorsiones y que mucha gente les ha llamado para reírse un rato". La última vez que Isidro recibió una llamada de este cariz, detrás de la línea telefónica se encontraban unos adolescentes a los que el juzgado condenó a nueve meses de trabajos sociales, "siendo la primera vez en España que este tipo de bromas son condenadas", tal y como señala Isidro.
Los posibles cambios físicos de Paco Molina. | El Cierre Digital
"Seguimos con la esperanza de que un día de estos lo encuentren", afirmaba el padre, que estaba convencido de que "a Paco le ofrecieron algo que él aceptó, lo que pasa es que eso que aceptó se ha vuelto en su contra, porque si no, él nos hubiese llamado, y si no llama es porque no puede".
Isidro, en su conversación con este periódico, ha mostrado su confianza en la policía. "La policía no nos informa sobre la investigación pero nos dicen que están trabajando, que están haciendo cosas. Yo también lo sé porque así me lo transmite el juzgado". "Después de tanto tiempo desaparecido, que sigan investigando me transmite la esperanza de que pueden estar cerca de encontrarle" añadía Isidro, que nunca ha perdido la esperanza de encontrar a su hijo y así poder pasar página.
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