25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Uno de las mayores tragedias del Ejército español de la que salió indemne el entonces ministro de Defensa del PP, gran amigo de José María Aznar

Dieciséis años del escándalo del Yak-42: las familias de los 62 militares fallecidos siguen pidiendo Justicia contra Federico Trillo

El funeral por las víctimas del Yak-42
El funeral por las víctimas del Yak-42
Fue el 26 de mayo del año 2003. Un avión modelo Yak-42 que transportaba tropas españolas destinadas a Afganistán se estrelló en una montaña de Turquía. En el accidente murieron 62 militares españoles y 13 tripulantes turcos. 62 militares españoles que procedían de Kabul y que se disponían a emprender su vuelta a España al finalizar una misión internacional de cuatro meses en Afganistán y Kazajistán. Cuatro meses lejos de sus familias pero el viaje terminó antes de lo previsto.

El Yakolev 42 de fabricación rusa y subcontratado, que dejaba bastante que desear en su estado como así rebelaron más tarde fotografías, se estrelló en Trebisonda, Turquía.  La velocidad con la que actuó el Ministerio de Defensa   hizo   que el protocolo que se estaba siguiendo hiciera aguas por todos sitios, dejando flecos sueltos que provocaron las sospechas de los familiares de las víctimas. Algo estaba ocurriendo.  Desde la activación del equipo formado por la Guardia Civil para las tareas de reconocimiento de cadáveres, y su posterior desactivación en cuestión de horas, pasando por la falta de rigurosidad en la identificación de los cuerpos y sumando a todo que la mayoría de las preguntas de las familias no eran contestadas. El escándalo no tardaría en explotar.

Restos del Yak-42 accidentado.

El Ministerio de Defensa no dispone de médicos forenses propios, ni en aquellas fechas ni a día de hoy, así que a la zona acudió un equipo capitaneado por el General de Sanidad y “cardiólogo” Vicente Navarro, más tarde principal acusado en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional. Él mismo llegó a afirmar en el juicio y cito textualmente,  “las familias pueden estar tranquilas que estamos usando toda la tecnología y estamos usando todos los medios para una perfecta identificación de los seres queridos”.

Cuerpos no identificados

Nada más lejos de la realidad. Treinta  de estos cuerpos  no fueron identificados correctamente pero sí repatriados de inmediato, tan rápido que los funerales de Estado se fijaron al día siguiente, concretamente el 28 de Mayo a las 18:00 en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz.

La realidad es que no hicieron pruebas de ADN a los cuerpos y, por lo tanto, a las familias les fue entregada una mezcla de varios cadáveres. En algún caso, ninguno de los fragmentos  pertenecía al fallecido al que se le asignaba. Después, cuando las familias pidieron poder abrir los ataúdes, se les prohibió hacerlo alegando órdenes de las autoridades turcas, que, sin embargo,  no habían prohibido nada. Las familias de las víctimas increparon a las autoridades militares y políticas ya en el mismo funeral.  Cinco meses después de la tragedia, en la zona del accidente todavía habían restos humanos y personales.

El exministro de Defensa, Federico Trillo, en el lugar de la tragedia.

Por otra parte, el Partido Popular pagó con dinero negro la defensa de los militares responsables de la confusión mientras que los condenados por las identificaciones erróneas de 30 de los 62 cadáveres fueron posteriormente indultados.  Y en el juicio, en contra del criterio de la Fiscalía, el titular de juzgado central número 3 de la Audiencia Nacional decidió el sobreseimiento de la causa contra la cúpula militar implicada. Ese juez era  Fernando Grande-Marlaska, actual  ministro del Interior en funciones.

Primeras protestas de los familiares

200 días después del fatídico accidente los familiares de las victimas deciden manifestarse viendo claramente que nadie quiere hacer frente a la verdad, verdad ocultada una vez más por la opacidad del Ministerio de Defensa que dirigía el popular Trillo, demostrando así un total falta de humildad al no declararse en parte culpables, y hacer pagar de algún modo a los responsables de la tragedia.

¿Por qué razón el Ministerio de Defensa intentaba negar que existieran pruebas que a día de hoy todavía se conservan en la ciudad turca? ¿Por qué la cúpula del Ministerio de Defensa no permitió terminar los trabajos? Gracias al tesón de familiares como Carlos Ripollés, portavoz de la Asociación de Víctimas del YAK42, poniendo contra las cuerdas tanto a la Cúpula Militar como a jueces de la Audiencia Nacional, y gracias a que la prensa publicara el 15 de Abril de 2009 el acta de los forenses turcos donde se ratificaba que los cadáveres de 30 de nuestros compañeros viajaron a España sin identificar, acta firmada por el fallecido General Navarro, y por el Teniente General D. José Antonio Beltrán, al final estas pruebas son admitidas a trámite por el presidente del tribunal Javier Gómez Bermúdez, pruebas que desde el primer día el Ministerio de Defensa negó su existencia en mayo de 2003.

Trillo, tras ser "premiado" con el puesto de Embajador en Londres. 

La  mala praxis del por aquel entonces Gobierno del Partido Popular le llevó a enviar a Turquía a Francisco Javier Jiménez Ugarte a intentar anular la entrega del acta, cosa que no consiguió, pero que fue recompensada con  120.000 euros de sueldo por un puesto en una embajada.
También  el exministro Trillo fue “premiado” con un puesto en otra embajada seis años después de la tragedia  y en ningún momento del juicio, y sin que resultara una sorpresa para nadie, a este último ni se le llamó a declarar.

Negligencia en el proceso de identificación

Sin haber terminado las labores de reconocimiento de cadáveres, o incluso ahora podemos decir claramente que  sin ni siquiera haberlas comenzado,ya se organizaba el funeral de estado la tarde del 27 de Mayo de 2003. Así lo declaraba Luis Alejandre, quien fuera General Jefe del Ejército de Tierra del Ministro Trillo en la Audiencia Nacional,  la misma tarde que Trillo volvía a España y tan solo dos días después de la tragedia.

Pero ¿Son dos días suficientes para el reconocimiento forense de 62 cuerpos?  Mustafá Gündüf, forense turco encargado de esta misión tenía claro que no, y así fue realmente, 24 horas después del accidente 30 de estos cuerpos volaban a territorio nacional sin estar identificados.  A pesar de que el medico turco pensara que esta labor finalizaría en España, no ocurrió así, la realidad una vez más difiere de lo que debería de haber ocurrido. Si el fiscal turco Tufan Yoban hubiera sabido que a pesar de estar escrito en un documento que el Gobierno Español se haría cargo de que los reconocimientos que no había dado tiempo a realizarse en zona se realizarían en España, cosa que no se hizo, él se hubiera negado a la repatriación “exprés”  practicada por nuestro Ministerio.

Familiares de las víctimas del Yak-42 entregando firmas contra Trillo. 

Se enterraron a las víctimas de noche, manteniendo cementerios abiertos hasta altas horas de la madrugada en lugar de realizarse todas las autopsias en territorio nacional como se dijo que se haría.

¿Por qué se juzga solo los a los que recibieron las órdenes y no a los que las dieron? Es una de las cuestiones que muchos nos hacemos y que Curra Ripollés declaraba darle vergüenza, ya que Leopoldo Torres como abogado de las victimas pidió en expreso que Federico Trillo o José María Aznar declararan como responsables de la cadena de errores, petición que fue desestimada.

Pruebas ocultadas, ministros reprobados, políticos que sin haber dimitido siquiera encima fueron recompensados con puestos más que bien remunerados en embajadas, militares condecorados, cementerios abiertos de noche, familiares que velaron cuerpos que no eran ni sus hijos ni sus maridos ni sus amigos. Una tragedia por la que todavía no se ha hecho justicia.

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