25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El juez de Palermo, Roberto Riggio, da este plazo para que la familia del cámara de televisión presente nuevas pruebas

La justicia italiana concede seis meses para demostrar el asesinato de Mario Biondo, marido de Raquel Sánchez Silva

Mario Biondo y Raquel Sánchez Silva el día de su boda.
Mario Biondo y Raquel Sánchez Silva el día de su boda.
Roberto Riggio, un juez de Palermo, ha decidido conceder seis meses de plazo a la familia del cámara Mario Biondo, esposo de Raquel Sánchez Silva, para que demuestren que la muerte del cámara en Madrid no fue un suicidio, tal y como se ha mantenido hasta ahora.

La Justicia italiana de la ciudad de Palermo ha decidido no cerrar la investigación por la muerte del cámara Mario Biondo, esposo de la presentadora Raquel Sánchez Silva y lo hace justo una semana después de que la presentadora denunciase que su familia política la  acosaba en redes sociales.

La Fiscalía General del Tribunal de Apelación de Palermo ha decidido mantener abierto el caso por homicidio en Italia tras estudiar la documentación aportada el pasado 2 de octubre por el criminólogo español Óscar Tarruella. Además, el juez Roberto Riggio sostiene que existen importantes “anomalías” en las muestras utilizadas para realizar la tercera autopsia.

El juez italiano citó el pasado 2 de octubre a todas las partes para decidir si el caso debía ser cerrado o si debía darle una nueva prórroga. Y ese día, fueron fundamentales dos aportaciones a propuesta de los Biondo: La del criminólogo español Óscar Tarruella y la de un equipo pericial italiano, liderado por el exgeneral de los Carabinieri Luciano Garofano y comandante del RIS de Parma, con un examen más exhaustivo de los dos ordenadores de Mario.

El juez ha decidido que se continúe investigando la muerte de Biondo durante seis meses más. Tarruella estudió toda la documentación acumulada por la familia del cámara italiano y elaboró su propio informe al que añadió una reconstrucción en 3D sobre lo que pudo ocurrir aquella noche del 30 de mayo.

Denuncia de Sánchez Silva

La presentadora Raquel Sánchez Silva, tal y como publica Vanitatis, el pasado 5 de noviembre se presentó en la Unidad Central de Ciberdelincuencia de Madrid. Sánchez Silva declara que está harta de lo que considera una campaña de acoso en redes y afirma que su exsuegra Santina ha “alentado el odio” hacia ella en las redes. El origen del enfrentamiento hay que buscarlo en el que fue el primer marido de Raquel e hijo de Santina: Mario Biondo.

Raquel conoció al cámara italiano cuando trabajaba como copresentadora de Supervivientes en 2011. Ambos estaban en Honduras donde se grababa la edición del programa y su relación fue muy rápida. Se casaron en Taormina (Sicilia), la patria chica de Biondo en junio de 2012.

Sin embargo, esta historia de amor fulgurante terminó tan rápido como empezó y, por si fuera poco, de manera trágica. El 30 de mayo de 2013, el italiano era hallado sin vida en el domicilio conyugal por la asistenta. El cuerpo, vestido con pijama, aparecía colgado de una estantería con un pañuelo rodeando su cuello y los pies apoyados en el suelo. La Justicia española decidió dar por cerrado el caso asegurando que el final de Biondo fue un suicidio.

Suicidio de Mario Biondo: La entrevista de su madre tras conocer el  resultado de la tercera autopsia

Mario Biondo.

Pronto comenzaron las divergencias entre su viuda y sus padres. Santina D`Alessandro y Pippo Biondo siempre consideraron que su hijo falleció de forma violenta. Raquel asumió que la versión oficial era la correcta. Dos formas de entender el final de Mario que las llevó a enfrentarse públicamente. La periodista nunca se mostró a favor de seguir con el asunto. Por otro lado, sus exsuegros consiguieron en 2018 la exhumación del cuerpo de su hijo y que se realizara una nueva autopsia.

Se desató desde entonces una guerra entre Raquel y su exfamilia política. A tal punto llegaron las tensiones que la presentadora les denunció y fueron condenados, en julio de 2016, a pagar 3.000 euros a su exnuera por “vejaciones injustas”.

El Informe de Óscar Tarruella

Mientras la conductora de Maestros de la costura se enfrenta a la que fue su familia política, la muerte de Mario Biondo vuelve a resonar en los Tribunales italianos. El pasado 2 de octubre el criminólogo Óscar Tarruella, cuyos trabajos están siendo fundamentales para buscar nuevas vías en casos tan mediáticos como los de Déborah Fernández o Cristina Ortiz La Veneno, entregó un Informe Pericial al Tribunal Supremo de Palermo justo cuando la Fiscalía estaba a punto de dar por cerrado el asunto.

Tarruella, que fue Mosso d´Escuadra durante 15 años, está convencido de que las cosas no se hicieron bien en España cuando se investigó la muerte del cámara de televisión y que Mario “fue asesinado”. “Hay cosas que no se explican como que la autopsia diga que no tenía nada en el estómago y luego se dijo que había carne. Algo importantísimo para datar la muerte. Es evidente que se hicieron las cosas mal y por eso hay una querella interpuesta contra el forense José Abenza Rojo”, explica a elcierredigital.com. “También es muy llamativo, que no se pidieran las imágenes de las cámaras colindantes al edificio donde sucedieron los hechos y también se ha perdido mucha información al no haberse solicitado la localización de determinados teléfonos móviles, así como de las conversaciones que esa noche mantuvo Biondo, como la que tuvo con Nacho Lenardi y con el teléfono de una supuesta inmobiliaria que nunca se ha podido verificar”, añade.

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Óscar Tarruella. 

El criminólogo asegura en su canal de YouTube lo que pudo ser la sucesión cronológica de lo acontecido ese 30 de mayo de 2013: “Entraron pasadas las 00:06 horas e iniciaron una conversación con él. Acto seguido, alguien que previamente desconectó los cables del televisor, se acercó por su espalda, y de forma sorpresiva, pasó uno de los cables alrededor de su cuello y realizando una tracción bidireccional con el mismo, le hizo una estrangulación completa. Mario debió tratar de resistirse, pero una segunda persona, presuntamente trató de ayudar al primero a sofocar la respiración de Mario, usando probablemente el cojín que se halló posteriormente en el suelo”.  “Su cuello presenta marcas compatibles con un cable y una estrangulación. Me sorprende que nadie caiga en que se han desconectado los cables de la televisión”, añade.

El papel de la presentadora

En conversación con elcierredigital.com, Tarruella rechaza “las críticas a Sánchez Silva”. “No estoy a favor de las cacerías, la justicia se imparte en los Tribunales no en las redes sociales”, explica. Si bien quiere desvincular a la presentadora de cualquier asunto delictivo reconoce que “la actitud de ella no beneficia para nada, porque se puede interpretar que le molesta que se investigue”.

En el seguimiento que ha hecho del caso, el criminólogo está convencido de que tanto Raquel Sánchez Silva, como otros testigos, han caído en contradicciones. “El 13 de junio de 2014, Raquel manifiesta que solo ella accedió al portátil de Mario y que simplemente borró fotos suyas, pero en la declaración del 18 de enero de 2016, tanto Raquel como su primo, que es ingeniero informático, reconocen haber borrado fotos y vídeos del mismo”, explica Tarruella.

“Siempre se ha querido poner a la defensiva. Cuando la Fiscalía en Italia le preguntó por sus conversaciones con Nacho Lenardi, se puso a la defensiva y reprochó a la Fiscalía el ataque a su intimidad. Lo cierto es que no es una actitud ni calmada ni, en mi opinión, sensata”, añade el criminólogo. Un hombre que podría resolver el final del cámara, Mario Biondo.

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