La defensa de Patrick Nogueira utiliza una neuroimagen para defender la tesis de “un cerebro enfermo” frente a los informes periciales de la fiscalía

Por primera vez en un juicio en España se utilizó el análisis de una neurimagen como prueba. Un truco maestro de la abogada de la defensa, la televisiva Bárbara Royo. Durante dos horas los peritos (un psicólogo, un psiquiatra y un médico) explicaron la imagen proyectada en la sala y revalidaron la tesis de la defensa de Patrick. Según ellos, el joven brasileño padece un daño neuronal que afecta a su conducta. Este argumento, sin embargo, fue rechazado tanto por la fiscalía como por la acusación particular que se remiten a la opinión de los ochos psicólogos y psiquiatras que habían declaro en otras sesiones del juicio.

 “Tiene un cerebro enfermo que interfiere en la conducta y en los hechos que se juzgan”, explicó en su intervención José Manuel Gaona, llamado por Royo para declarar, con quien ha compartido multitud de platós televisivos.

Otro citado por la defensa fue Antonio Maldonado, de la clínica Quirón, que explicó que “la parte derecha estaba claramente afectada. Funcionaba menos”.

Ante estas explicaciones un miembro del jurado preguntó: “¿Otra persona con esta misma lesión haría los mismos hechos que ha cometido el acusado? José Manuel Gaona, explicó que “sí, pero con unas circunstancias similares”. “Vulgarmente, la cabeza no le funciona bien. Si el cerebro hubiera sido normal, no hubiera pasado. Una persona normal no reacciona de esta manera”, añadió.

Por su parte, en la sesión del lunes los otros ocho peritos que declararon dejaron bien claro que Nogueira tiene capacidad básica de raciocinio y que no actúo bajo un arrebato, lo que se enfrenta al principal argumento de la defensa. “Patrick conoce perfectamente lo que está bien y lo que está mal”, resumieron dos de las psicólogas judiciales, que describieron al joven como un psicópata mentiroso y manipulador. “No tiene una patología, psiquiátrica ni médica”, añadió otra experta.

El juicio continuará hoy dándose en esta jornada voz a las partes para que digan si en base a las pruebas presentadas modifican o elevan sus peticiones de pena y acto seguido llegar a la fase de conclusiones.