Muere Salvador Ortega, el inspector tertuliano que detuvo a 'El Arropiero', el mayor asesino en serie de España

El inspector de policía y tertuliano Salvador Ortega Mallén ha fallecido este viernes 10 de diciembre de 2021, a los 77 años. Fue funcionario de carrera del Ministerio del Interior, en el Cuerpo Superior de Policía. Estaba considerado como uno de los pioneros de la Policía Científica española. En sus últimos años intervino de forma regular como experto en programas de radio (RNE, SER, Onda Cero y COPE) y de televisión (TVE, Antena 3 Televisión, Tele 5 y Tribunal Televisión) .

A Ortega se le consideraba uno de los grandes expertos en criminalística de nuestro país. Diplomado por el Instituto de Ciencias Forenses de Sevilla, llegó a participar en la investigación y el esclarecimiento de la muerte de Lady Di.

Gracias a su dilatada carrera profesional fue uno de los reconocidos expertos en asesinos en serie de España, llegando a escribir un libro sobre el asunto junto al reconocido periodista Carlos Berbell, hoy director del diario Confilegal. El libro titulado “Psicópatas criminales: Los más importantes asesinos en serie españoles”, marcó un antes y un después dentro de literatura del crimen español.

Sin embargo, por lo que Ortega ha sido más conocido dentro del mundo policial fue por su detención a uno de los mayores asesinos en serie de nuestro país, ‘El Arropiero’. Investigó durante muchos años los 48 crímenes conocidos de este psicópata, convirtiéndose así en historia de la Policía Nacional.

Fue en 1971 cuando le asignaron el caso del asesino Manuel Delgado Villegas, 'El Arropiero'. Ortega, como le conocían dentro de la Policía, estaba destinado en la comisaría de El Puerto de Santa María (Cádiz) y, gracias a su perspicacia, 'El Arropiero' confesó haber asesinado a 48 personas en los años 60 y 70, cuando vagabundeaba por España y el extranjero. En teoría, sin un móvil para los asesinatos.

'El Arropiero' y Salvador Ortega.

La policía pudo confirmar la participación de “el Arropiero” en 22 crímenes antes de que Ortega recibiera la orden de cerrar definitivamente el caso.

“Me pongo a darle vueltas al asunto y me pregunto por qué no nos dejaron terminar la investigación. Supongo que tuvo que ver con que se decretara su ingreso en un psiquiátrico. Pero me sigo preguntando de dónde vino la orden de que paráramos cuando llevábamos cerrados ocho casos y ya habíamos confirmado su participación en 22 crímenes. Han pasado más de 40 años y aquello todavía me desvela” confesó Ortega en una entrevista en el año 2013.

En lo personal,  pesar de su brillante trayectoria, era humilde y muy cercano. Amigo de sus amigos, generoso. Los afectos, para él, lo eran todo, como buen sevillano. Ortega era una persona muy viva y alegre de la que sus más allegados destacan su risa, su sentido del humor, su alegría perenne y su juventud eterna.

Ortega fue un pionero de la policía científica española, un tertuliano reconocido, al que siempre le quitaron el sueño los asesinos en serie. “De vez en cuando me despierto. Sueño que ‘el Arropiero’ sigue a mi lado, confesando sus crímenes atroces y entonces me cuesta volver a coger el sueño”. Con su muerte se va parte de la historia de la policía científica española.