20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Un tiroteo en plena calle en Barcelona inicia siete días en los que se reproducen casos de violencia machista

La violencia doméstica y el narcotráfico marcan una semana llena de conflictos y detenciones

Como cada domingo, os presentamos la crónica de los sucesos de la semana especialmente marcada por un tiroteo en plena calle en Barcelona, nuevos casos de violencia doméstica y una macroredada contra el narcotráfico en el sur de España

Lunes: Tiroteo en plena calle en Barcelona

Cuatro personas, tres hombres y una mujer, resultaron heridas por arma de fuego el pasado lunes en un tiroteo en el paseo Urrutia, en el distrito de Nou Barris de Barcelona, cerca del Turó de la Peira. Dos de los heridos fueron ingresados en estado crítico, uno muy grave y el otro grave, según fuentes policiales. Los hechos fueron grabados por unos vecinos y el escalofriante vídeo se hizo viral en redes sociales y medios de comunicación.

En un vídeo se observa la huida del vehículo y cómo dos de los heridos se desploman en el suelo, antes de ser atendidos por sus familiares. También se aprecia cómo un hombre dispara contra el vehículo en su huida y desaparece de la zona. También se ve cómo los heridos son evacuados por los familiares en sus coches. Al llegar las ambulancias del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM) no se han encontrado a nadie, aunque sí un reguero de sangre.

Los Mossos d' Esquadra enviaron a agentes antidisturbios al Hospital de la Vall d'Hebron, donde se encuentran ingresados, para prevenir nuevos incidentes. Las primeras hipótesis apuntaban a un enfrentamiento entre familias por una disputa cuyo origen todavía se está investigando. La policía descartó cualquier relación con un ajuste por tráfico de drogas.

Según fuentes conocedoras de los hechos, el presunto agresor es hermano de la consuegra de uno de los heridos y habría cometido el tiroteo supuestamente a raíz de una discusión de carácter familiar. Las mismas fuentes indicaron que la sobrina del hombre que abrió fuego mantenía una relación con el hijo de una de las víctimas. El presunto origen del suceso se debería a la ruptura de la pareja, lo que habría provocado una fuerte discusión entre ambas familias.

La Policía Local de Sant Adrià encontró el vehículo del supuesto atacante en el barrio de La Mina gracias a la matrícula, que se había transmitido a través de una alerta. El hombre al que pertenece el coche y que fue identificado no reside en La Mina, aunque vivió hace años y es donde siguen residiendo sus familiares, pertenecientes a una estirpe conocida en el barrio.

El tiroteo se produjo sobre las 10.45 horas, cuando un hombre irrumpió armado en la zona tras una discusión con varios de los heridos. Al regresar disparó contra ellos y huyó en un vehículo Citröen C4 granate, que fue localizado por la Guardia Urbana, poco después, en Sant Adrià de Besós.

 Martes: Mata de un golpe a un indigente en el metro de Moncloa

El Grupo de Homicidios y la Brigada de Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron el martes a un hombre de nacionalidad rumana tras matar supuestamente a golpes a un indigente búlgaro de 54 años, en el interior del metro de Moncloa, según informó la Policía. La víctima y el agresor subían juntos discutiendo por las escaleras del intercambiador de Moncloa (Madrid) cuando empezaron a pelearse. El fallecido, Valenti S., cayó desplomado al suelo tras recibir varios golpes mientras el agresor huía. El crimen ocurrió sobre las 15:00 horas en el interior del metro de Moncloa. Varias personas dijeron que tanto la víctima como el agresor eran usuarios de un albergue municipal.

Los médicos del SAMUR fueron avisados ya que había un hombre inconsciente tirado en el interior del Metro. Acudieron a asistir a la víctima, pero cuando le estaban atendiendo entró en parada cardiorrespiratoaria. Intentaron sin éxito reanimarle durante varios minutos. En principio, no apreciaron que tuviese ningún golpe mortal. Sin embargo, al revisar las cámaras de seguridad del Metro se pudo comprobar que había sido agredido por otra persona y la Policía ya comenzó la investigación del caso como homicidio. Posteriormente, según los agentes, se pudo averiguar que tenía varios golpes en el cuerpo que pudieron provocar su muerte.

 Miércoles: Nuevo caso de violencia de género

Un hombre dispara a su mujer y se pega dos tiros en un nuevo caso de violencia de género en Pontevedra.

Ambos están vivos, pero tienen varias heridas de bala y han sido trasladados a centros hospitalarios para recibir atención. Un hombre ha disparado presuntamente a su mujer, de la que tenía una orden de alejamiento, y a continuación se ha pegado dos tiros en la cabeza en un nuevo caso de violencia de género en la mañana del miércoles en la localidad pontevedresa de O Grove. No murió ninguno de los dos, pero fueron trasladados a centros hospitalarios para recibir atención por diversas heridas de bala. La mujer tenía heridas en el cuello y el cuerocabelludo aparentemente superficiales mientras que él presentaba dos disparos en la cabeza que en principio eran más graves. La Guardia Civil de Pontevedra investiga los hechos, que, de momento, ya se calificaron como un caso de violencia de género en el que, además, hay antecedentes de malos tratos. La mujer ya había denunciado un episodio previo hace tres meses y tenía en vigor una orden de alejamiento que impedía al presunto agresor acercarse a ella. Sin embargo, este miércoles, él lo incumplió y le disparó.

Los hechos ocurrieron a mediodía del miércoles en un edificio de la calle Castelao. El hombre, según fuentes de la investigación, disparó a su pareja y, una vez recibido el aviso por parte de los servicios de emergencias, entre los bomberos y la Guardia Civil lograron rescatarla por la ventana y trasladarla a un centro hospitalario. El agresor permaneció en el interior de la vivienda, de modo que, en un primer momento, se pensó que estaba atrincherado y por eso desoía las peticiones de que saliese de la misma. Esta hipótesis perdió fuerza cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que, tras el rescate de la mujer, se escucharon dos detonaciones de un arma de fuego que salían de la casa.

Una hora más tarde, y tras haber realizado un amplio despliegue de medios de la Policía Local y la Guardia Civil en la zona, un equipo de los Grupos de Respuesta y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil logró entrar en la casa y se encontró al hombre vivo, pero con dos disparos en la cabeza.

 Jueves: Macro redada de la Guardia Civil contra los narcos

La Guardia Civil detiene a 57 personas miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas entre el Norte de África y Europa. La organización, desplegada desde Estepona (Málaga) a Tarifa (Cádiz), estaba en expansión y podría estar colocando actualmente en Europa unos 60.000 kilos de hachís al año.

Se han incautado cerca de 10 toneladas de hachís, además de 12 vehículos que habían sido previamente sustraídos. También se han intervenido bienes inmuebles por valor de cerca de 3 millones de euros y bienes muebles cuyo valor roza los 300.000 euros.

Se han desmantelado 10 “guarderías” para la ocultación de la droga y los vehículos robados ubicadas en zonas de difícil acceso para impedir y dificultar la acción de las Fuerzas de Seguridad

La Guardia Civil, en el marco del esfuerzo operativo contra el narcotráfico que la 4ª Zona de la Guardia Civil en Andalucía está desarrollando en el área del estrecho y su zona de influencia, ha desarrollado la operación “Albarracín” en la que ha sido desarticulada una de las más importantes organizaciones criminales dedicada al tráfico de drogas entre el Norte de África y Europa a través de las costas andaluzas.

La investigación se inició el pasado mes de agosto, cuando la Guardia Civil detectó una organización muy activa dedicada a la introducción de grandes cantidades de hachís, principalmente en la zona del Campo de Gibraltar y Manilva.

La organización desarticulada funcionaba como una cooperativa en la que los líderes compartían los recursos y los medios humanos. Contaba con pilotos experimentados de embarcaciones semirrígidas, conocidas como “gomas”, para transportar el hachís desde Marruecos a nuestras costas. Estos pilotos ocupaban un escalón alto en la organización y estaban muy bien considerados y retribuidos.

Durante las operaciones de desembarque contaban con un nutrido grupo de personas, los conocidos como “puntos”, que utilizaban teléfonos móviles o walkie-talkies para dar aviso en caso de que la Guardia Civil hiciera acto de presencia, con lo que se abortaría el alijo hasta el momento adecuado.

Al llegar las embarcaciones a tierra eran recibidas por grupos de personas de la máxima confianza de los líderes, las conocidas como “collas”, dirigidos durante la descarga por su “jefe de colla”. El hachís era cargado en vehículos que previamente habían sido robados por una “división” que, tras robarlos, los preparaba para la carga y los escondía en lugares seguros hasta que eran utilizados para el transporte de la mercancía. Eran, preferentemente, todo-terrenos de gran capacidad, a los que tintaban las lunas de negro y quitaban los asientos traseros para aumentar la capacidad de carga.

Disponían de lugares seguros para guardar estos vehículos y así usarlos en diferentes ocasiones. Las ramas de la organización delictiva asentadas en San Roque y Manilva usaban obras en construcción para ocultarlos, mientras que la asentada en Tarifa usaba fincas en las que tenían depositados contenedores de transporte de 20 pies.

Por otro lado, contaban con un sistema de “guarderías” de droga doble o triple, con personal encargado de su custodia, para evitar la acción de la Guardia Civil o de otras organizaciones que se dedican a robarla “vuelcos”. En primer lugar, los fardos de hachís se cargaban en los vehículos robados y se ocultaban en un lugar cerca de la costa para “enfriar” la mercancía. Una vez que pasa un tiempo prudencial, para asegurarse que no están perseguidos por las FCSE, son transportados a otra segunda guardería o zulo. Este segundo zulo contaba con más medidas de seguridad y, desde allí, la droga era transportada a su destino final, que podía ser cualquier punto de Europa.

Otra medida de seguridad era el numeroso grupo de personas que se encargaban de vigilar las tareas de desembarque y transporte de la droga; de hecho, se han intervenido cerca de treinta teléfonos móviles, algunos de ellos con pegatinas en los que indicaba el lugar donde tenían que ubicarse estas personas.

En total la Guardia Civil, en las diferentes aprehensiones que ha realizado, ha incautado 9.640 kilogramos de hachís de diferentes alijos, ocurridos en las playas de Tarifa, San Roque y Manilva.

Ha descubierto 10 guarderías cerca de la costa, utilizadas para esconder la droga y los vehículos en las localidades de Manilva, Casares, San Enrique de Guadiaro, Tesorillo, Estepona y Tarifa. En estos lugares y en los alijos se han recuperado doce vehículos robados en España y Marruecos.

Se han realizado ocho registros en domicilios y se ha incautado numerosa documentación que será analizada por equipos especializados en investigación económica y blanqueo de capitales.

Además, se ha solicitado a la Autoridad Judicial la prohibición de la disposición de los bienes muebles e inmuebles nominales de los implicados, estando en ejecución una Investigación Patrimonial para determinar el origen de esos bienes. Hasta el momento los investigadores han intervenido bienes inmuebles por un valor 2.809.576 euros y de bienes muebles por 293.818 euros.

Hay 57 personas detenidas, la mayoría mientras culminaban los alijos en la playa y en la custodia de la droga y de los vehículos sustraídos, el resto son los jefes de la organización y personal de los escalones de infraestructura y logística. Uno de los cabecillas es un empleado público que llevaba una vida aparentemente “normal”, sin hacer ningún tipo de alarde u ostentación. Se ha ordenado el ingreso en prisión de más de la mitad de los detenidos.

En esta operación, coordinada por la Jefatura de la Guardia Civil en Andalucía, han participado unidades de las Comandancias de la Guardia Civil de Algeciras y Málaga, así como el OCON, GAR y Unidad Aérea de la Zona de Andalucía. La Operación continúa abierta y está dirigida por el Juzgado Mixto número 1 de San Roque. 

Viernes: Crímenes de la droga.

La Guardia Civil ha detenido a cuatro jóvenes y un menor en Paterna del Río (Almería) acusados de matar a un hombre de un disparo de escopeta de caza y ocultar su cuerpo en una cuneta cercana a la vivienda alquilada en el que supuestamente entró para asaltar una plantación de marihuana que custodiaban, si bien sólo se pudieron hallar restos de plantas y útiles de cultivo sin que se diera con todo el estupefaciente.

Los arrestados, acusados de por homicidio doloso, tenencia ilícita de armas, cultivo y elaboración de drogas, contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y encubrimiento, supuestamente se deshicieron del cuerpo tras arrojarlo por un terraplén al tiempo que limpiaron la escena del crimen con lejía y amoníaco. Según las pesquisas policiales, también se habrían desecho de la marihuana, según ha apuntado ante los medios el capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Almería, José María Zaldive.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Berja (Almería), que se hizo cargo de la investigación, decretó el ingreso en prisión de los dos primeros detenidos, entre ellos al autor material del disparo, mientras que la Fiscalía de Menores también ordenó el internamiento preventivo del menor implicado en los hechos; todos ellos detenidos a los pocos días de los hechos que tuvieron lugar el pasado 5 de octubre.

Las dos últimas detenciones por este caso tuvieron lugar en El Ejido y Berja, donde los supuestos implicados permanecieron ocultos con familiares. El caso se mantiene bajo secreto de Sumario.

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