19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Supone su cuarta condena, a la que se suma una por falsedad de DNI y otras dos por hacerse pasar por emisario del rey y por enviado del CNI

Los 'negocios' del Pequeño Nicolás: Cumplirá más de cuatro años de cárcel por una trama ilegal con policías

El Pequeño Nicolás.
El Pequeño Nicolás.
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a cuatro años y tres meses de prisión al Pequeño Nicolás por formar parte de una trama ilegal con policías. A través de esta, obtenía datos confidenciales de las bases de datos de las autoridades que luego utilizaba para ganar dinero. Supone la cuarta condena para el madrileño, que suma ya más de 12 años de prisión.

El Pequeño Nicolás sigue sumando condenas a su carné judicial. La última supone para Francisco Nicolás Gómez Iglesias —nombre real del joven de 28 años— la cuarta de ellas. La Audiencia Provincial de Madrid ha sido la encargada de sentenciarle a cuatro años y tres meses de prisión. El motivo: una trama ilegal con la que el Pequeño Nicolás, presuntamente compinchado con diversos mandos policiales, obtenía información confidencial de las bases de datos a las que estos tienen acceso con el fin de “obtener ingresos paralelos y otras prebendas relacionadas con los ambientes sociales y políticos que frecuentaba” en 2014.

La trama calificada como ilegal, según los magistrados encargados del caso, se dio a través de una “estrecha” relación de amistad entre el Pequeño Nicolás con dos agentes de la Policía Local del Ayuntamiento de Madrid, así como con el coordinador municipal de Seguridad y Emergencias y un Guardia Civil. Todos ellos se encargaban de suministrar la información confidencial que daban a Gómez Iglesias. A su vez, este entregaba “gratificaciones” a los policías. El dinero que conseguía, además, se lo terminaban repartiendo, según ha explicado el órgano judicial.

Por todo esto, el Pequeño Nicolás ha sido condenado por delitos de descubrimiento y revelación de secretos, violación de secretos oficiales y cohecho activo. Aunque se le intentó acusar de pertenencia a grupo criminal, finalmente ha sido absuelto porque consideran que es “codelincuencia” de varias personas. La Fiscalía solicitaba para el Pequeño Nicolás a 9 años y 9 meses de prisión, pero finalmente la cifra se ha visto reducida a cuatro años y tres meses de cárcel, además de una multa de 7.200 euros.

Misma pena de prisión ha recaído sobre los dos policías municipales del caso. El Guardia Civil ha sido condenado a un año y medio de prisión y el responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid a una multa de 3.600 euros.

Las otras condenas del Pequeño Nicolás

Esta es la cuarta condena a la que se enfrenta el Pequeño Nicolás. Entre todas, acumula un total de 12 años y cinco meses de prisión. A pesar de que esta nueva pena es recurrible, últimamente el Pequeño Nicolás no hace sino ver cómo sus problemas judiciales empeoran.

Francisco Nicolás acudiendo a uno de sus juicios.

En junio de 2021, la Audiencia Provincial de Madrid volvía a condenar a Francisco Nicolás Gómez Iglesias a un año y nueve meses de prisión por un delito de falsedad documental que cometió al falsificar un DNI para que su amigo realizara el examen de selectividad en su nombre. Una condena que se encontraba muy alejada de los cuatro años y medio de prisión que solicitaba el fiscal para el joven madrileño.

La Audiencia consideraba probado que, en el examen de selectividad de septiembre de 2012, Francisco Nicolás planeó junto a su amigo la suplantación de su identidad para que realizara el examen en su nombre utilizando un DNI del primero con la foto del segundo. Debido a esto, el amigo del Pequeño Nicolás fue condenado a un año de prisión, mientras que la trabajadora de la Policía que permitió la creación del DNI fue condenada a nueve meses de cárcel por cometer una “imprudencia grave”.

Un mes más tarde, le llegaba el segundo revés. De nuevo, la Audiencia Provincial de Madrid le imponía una pena de tres años de prisión por hacerse pasar por un emisario del Rey durante un viaje a Ribadeo, en Lugo, para reunirse con un empresario.

En concreto, la Sección 17 le condenó a una pena de nueve meses de prisión como autor responsable de un delito de usurpación de funciones públicas con la atenuante analógica de anomalía psíquica y dilaciones indebidas, y a otros dos años y tres meses de reclusión en recinto penitenciario por un delito de cohecho activo, en el que concurrían las mismas atenuantes.

En este sentido, la sentencia declaraba probado que Gómez Iglesias "padece un trastorno de la personalidad con características narcisistas y de rasgos inmaduros, así como un trastorno adaptativo con sintomatología ansioso-depresiva, situación que le condicionaba la percepción de la realidad, limitando levemente sus facultades cognitivas".

Francisco Nicolás durante el juicio por el viaje a Ribadeo.

El Pequeño Nicolás resultaba absuelto de los delitos de falsedad y de malversación de caudales públicos de los que también le acusaba la Fiscalía.

También, recibía una pena de tres años y cinco meses de prisión por haberse hecho pasar por enviado del CNI y de Soraya Sáenz de Santamaría ante un empresario.

Salto a la fama

Francisco Nicolás Gómez dio el salto a la fama en el año 2014 tras destaparse los engaños que el joven, que entonces solo tenía veinte años, había cometido en los círculos políticos de España. El pequeño Nicolás presumía del estrecho vínculo que le unía a líderes del Gobierno, miembros de la Casa Real, empresarios de primer nivel y personajes públicos. Unas relaciones que, finalmente, le pusieron en el centro de la diana y que le han llevado desde 2017 a ser procesado por falsedad documental, estafa en grado de tentativa y usurpación de funciones públicas y estado civil, descubrimiento y revelación de secretos, cohecho activo, cohecho impropio, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias.

Es hijo de una familia de clase media, su padre trabajaba como repartidor y su madre como auxiliar administrativa, y no como agente secreto del CNI, como expresaba en una de las muchas versiones que ofreció sobre su vida.

Antes de cumplir los quince, ya era el director de una discoteca 'light' y cada fin de semana movilizaba a 800 o 1.000 jóvenes, la mayoría hijos o nietos de gente importante. Así, empezó a manejar dinero a espuertas y fue entonces cuando lo fichó la fundación FAES para que atrajera a jóvenes de su edad. El propio Francisco contó en alguna ocasión que “aquello funcionó como una catapulta”. A partir de entonces comenzó a relacionarse con las altas esferas de la vida política y empresarial de España.

Francisco Nicolás saludando al rey Felipe VI.

Por orden de aparición, el Pequeño Nicolás admitió en una de sus primeras declaraciones ante los investigadores que actuó de intermediario entre la Secretaría de Estado de Comercio y el empresario Juan Miguel Villar Mir; que colaboró con el CNI para mediar en los casos de Iñaki Urdangarin, de Jordi Pujol y del referéndum en Cataluña, y que también trabajó para Ana Botella cuando llegó a la alcaldía de Madrid y con el concejal de Chamartín, con el que desayunaba muchos días para que luego sus chóferes y sus escoltas lo llevaran al colegio en el vehículo oficial.

Su comportamiento fue analizado por un psicólogo que determinó que sufría un trastorno megalomaníaco, una psicopatología que define a una persona con una autoestima muy hinchada o con continuadas fantasías delirantes de poder y de relevancia pública. Unos aires de narcisismo que pronto le llevaron a coleccionar todo tipo de delitos e imputaciones a lo largo de los años y a provocar algunas estampas, como su presencia en la coronación del rey Felipe VI, que también ponen en duda el sistema de seguridad de las instituciones españolas.

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