La Policía Nacional intentó aplacar a la víctima que había atacado a varias personas y a los agentes en un bar
Polémica muerte de un detenido en los calabozos de una comisaría en Soria tras suministrarle calmantes
A.G.L., vecino de Soria, había sido detenido en la tarde de este sábado como presunto autor de un delito de atentado contra agentes de Policía Nacional y Policía Local. Los policías habían acudido a un establecimiento de hostelería donde esa persona estaba amenazando a clientes del local.
El detenido fue trasladado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, donde debido al estado de agresividad que presentaba, los servicios de asistencia médica le administraron sedantes.
El detenido falleció varias horas después de haberle suministrado calmantes
Unas horas más tarde, el funcionario de policía encargado de seguridad de los detenidos en calabozos escuchó un ronquido apagado, por lo que intentó comunicarse con el detenido. Este había permanecido tumbado, tapado por una manta y durmiendo, según se aprecia en los dispositivos de audio y video vigilancia con que cuentan la Comisaría de Policía.
Al no obtener respuesta, el agente accedió al calabozo y comprobó que su respiración y pulso eran muy débiles. Llamó a los servicios médicos mientras que otros agentes realizaron maniobras de reanimación cardio-respiratorias al detenido. Cuando llegaron los sanitarios continuaron con el procedimiento de emergencia pero treinta minutos después, el servicio médico certificó la defunción del detenido.
El subdelegado del Gobierno en la provincia, Miguel Latorre, ha asegurado que en todo momento se ha seguido el "protocolo establecido" y que el juez tiene ya a disposición los "vídeos" de las cámaras de seguridad que se encuentran en los calabozos.