20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Una joven fue drogada en un pub de Alcorcón, en Madrid, mediante un nuevo método de sumisión química que comenzó en Francia

Oleada de 'pinchazos’ a chicas: “Estaba de fiesta, sentí algo punzante en la pierna y empecé a marearme”

El Cierre Digital en Jóvenes en un concierto.
Jóvenes en un concierto.
Reino Unido alertó el pasado año sobre la ‘epidemia de pinchazos’, una nueva moda que comenzó en Europa y que ha llegado a la noche madrileña. El Cierre Digital ha podido hablar con una de las víctimas, que fue drogada mediante un pinchazo en un pub de Alcorcón. Además de este caso, aquella noche hubo altercados similares en un concierto de la misma localidad. Las primeras pesquisas indican que hay más de un implicado.

La conocida como ‘epidemia de pinchazos’ comenzó en las discotecas de Francia el año pasado. Las víctimas: mujeres jóvenes que pasaban un buen rato en un local y que son drogadas. El método usado, sin embargo, no tiene nada que ver con verter sustancias en las bebidas de sus objetivos; ahora, estos delincuentes aprovechan los despistes de sus víctimas para inyectar la droga directamente en sus cuerpos. Y esta práctica ya se encuentra en España.

El pasado sábado dos amigas fueron a un pequeño pub de la zona de Las Retamas, Alcorcón, como hacían habitualmente, cuando a una de ellas, una joven de veintiséis años, la drogaron utilizando este método, según ha podido conocer elcierredigital.com en exclusiva a través de la víctima.

El testimonio de una española afectada por la “epidemia de pinchazos”

“Estábamos esperando la cola para ir al baño y un chico que estaba a mi lado, esperando la cola también, se acercó a mí haciendo que se tropezaba o le empujaban y se chocó conmigo. En ese momento sentí un pinchazo en la pierna, como si me clavaran un alfiler. Mi mente en ese momento no lo asoció, porque no era capaz de pensar que me estuvieran pinchando, por eso lo que noté fue el dolor del impacto”, ha explicado a este diario la afectada.

La víctima continúa su relato explicando qué sucedió después del pinchazo: “A los quince o veinte minutos le vi a lo lejos con una chica que le estaba increpando. Yo no les escuchaba, pero se le veía en los gestos que ella le estaba diciendo a él algo. Lo siguiente que vi es que el de seguridad apartó a la chica y echaron al chico fuera. No le volví a ver en toda la noche”.

Estación de Las Retamas en Alcorcón, el barrio donde sucedió.

En este tiempo, la afectada comenzó a notar el efecto de la droga inyectada: “Después de esto, empecé a notar que se me dormía la pierna y después fue subiendo la sensación hasta el brazo y el hombro. Me tocaba y no sentía nada, pero podía andar yo sola. En ningún momento perdí el conocimiento, ni la capacidad de hablar o tuve lapsus de memoria”.

Según comenta la afectada, tardó en asociar que su malestar se debía a que aquello que había sentido era un pinchazo. Solo empezó a relacionarlo cuando comenzó “a sentir náuseas, y no podía ser por la bebida, porque solo me había tomado una copa hacía tres horas”.

Una de las causas por las que la afectada no llegó a relacionar ambos sucesos fue la profundidad del pinchazo. “No sentí como me atravesaba la aguja, no fue como cuando te hacen un análisis de sangre. Fue como cuando te clavan un alfiler, como cuando te pinchas. Algo muy fino”, explica.

Mismo suceso en otra parte de Alcorcón

Al darse cuenta de lo sucedido, la joven llamó a un familiar para que la llevase al hospital y le realizaran pruebas. Fue allí cuando los médicos preguntaron a la joven si perdió de vista la bebida o sintió en algún momento un pinchazo, alertándola de una reciente moda que se extendía por las discotecas europeas. Una “moda” peligrosa ya que, como confirma la víctima, “al haber sido con una aguja cabía la posibilidad de que hubiese habido contagio de VIH y me mandaron un tratamiento preventivo post exposición al VIH”.

Tras acudir al hospital, la afectada fue a la mañana siguiente a la comisaría de policía más cercana a denunciar la situación y a darle una descripción del sujeto. La víctima ha confesado a elcierredigital.com que la policía le informó que no fue la única afectada aquella noche por la 'epidemia de pinchazos': “Me dijeron que había más denuncias, que les había pasado lo mismo en un concierto de Alcorcón que hubo ese mismo día: ‘Ha debido de estar en el concierto haciendo lo mismo y luego se ha ido al bar donde estabas tú”, comenta.

Gente bailando en una discoteca.

Las autoridades comenzaron a investigar los sucesos y la posible relación entre ambos, pero las pruebas emitidas por las afectadas del concierto y las de la víctima del pub no coincidían. Según la afectada con la que ha podido hablar elcierredigital.com, el hombre que estaba en el concierto no era el mismo que la atacó a ella, por lo que podrían ser más de uno. “Iban vestidos parecido, pero no eran la misma persona. Estoy segurísima”.

Cómo actuar si eres víctima de la 'epidemia de pinchazos'

Sin embargo, esta situación deja desamparada a la joven del pub, que no sabe si fue la única víctima de este agresor. “Estas cosas te hacen sentirte muy vulnerable porque por mucho que tú quieras cuidarte y quieras tomar todas las precauciones del mundo cuidando tu bebida o cualquier cosa, si lo quieren te lo van a hacer. Evitarlo es difícil, pero contándolo espero que la gente sepa qué puede hacer, porque yo no sabía qué hacer”, explica.

“Si tenéis la más mínima duda, antes de que os empecéis a encontrar mal, avisad a alguien para que haya más testigos del agresor y llamad directamente a la policía. Si no podéis hacerlo así, acudid directamente al hospital, pedid un protocolo de sumisión química para que os hagan pruebas más exhaustivas y pedid que os pongan el tratamiento preventivo contra el VIH. Y por favor, denunciad”, pide la víctima a todas aquellas que puedan encontrarse en una situación similar a la suya. Añade que también es importante “que la policía esté informada de que está habiendo agresiones de ese tipo” y que se les transmita cualquier tipo de información útil sobre cualquier agresor.

El inicio en los clubs de Reino Unido

Una situación parecida a la que le ocurrió a la madrileña ya les había ocurrido hace relativamente poco a diversas chicas británicas. Las alarmas empezaron a saltar en torno a octubre de 2021, cuando mujeres de distintas partes de Reino Unido empezaron a denunciar la situación: estaban bailando en discotecas cuando sintieron un pinchazo y, posteriormente, comenzaron a sentirse mal.

Tal y como explicó el diario La Razón, durante ese mes decenas de jóvenes, principalmente mujeres, denunciaron una situación similar por la que un hombre de 20 años llegó a ser detenido y puesto en libertad bajo fianza.

Aunque la mayoría son mujeres, en este mismo diario exponen el caso de un hombre de veintisiete años y cuál fue su miedo en ese momento. “Noté un pinchazo y cuando reaccioné vi la aguja en el suelo. En ese momento no sentí ningún efecto. Lo traumático vino después. Inmediatamente fui al hospital a hacerme pruebas. Mi mayor miedo era si me habían contagiado alguna enfermedad como sida. Hasta que conoces el resultado de las pruebas lo pasas realmente mal”, declaró a un periódico de su país.

La mayoría de las denuncias fueron de personas que acudían a clubes nocturnos y recibían el pinchazo, sin embargo, también se denunció algún caso que había tenido lugar en una cita a ciegas entre personas que se habían conocido a través de redes sociales.

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