Cae Lucio Burbano, el narco ‘invisible’ que controlaba el mercado de la cocaína en el Pacífico

La operación, en la que participaron la Policía Nacional y la Armada Nacional de Colombia junto con la Fiscalía General de Ecuador, se centró en dos viviendas en las que residía y fue encontrado Lucio Burbano. El operativo se saldó con la incautación de 8.500 millones de pesos, 3.700 dólares, 11 relojes de marca, armas de fuego y documentación esencial de las operaciones policiales en la zona de actividad de la banda criminal. Se han producido diez detenciones en Colombia, entre estas la de ‘El Invisible’, y otras cinco en Ecuador.

Detenidos en la operación policial contra la banda de narcotraficantes

Este operativo policial no fue el primer golpe contra la organización de Burbano ya que en 2019 se les incautó un cargamento de 340 kilos de cocaína y en agosto de 2020 otro de dos toneladas en México, pero en estos operativos no consiguieron dar con el líder.

La historia detrás de ‘El Invisible’

Luciano Burbano ‘El Invisible’ debe su alias a la capacidad de permanecer oculto frente a las autoridades. Los investigadores del narcotráfico no tenían fichado a Burbano pese a ser el cabecilla de una gran organización criminal.

El centro de operaciones del líder criminal era Tumaco, situado en la zona de Nariño, Colombia. En los años 90 era empleado de la Dirección Marítima y Portuaria de Tumaco y desde esta posición cooperó en la entrada de las autodefensas en esta zona de Colombia. Comenzó a importar armas, vehículos y ayuda para los Libertadores del Sur, grupo liderado por el paramilitar Horacio de Jesús Mejía, alias 'Caldo frío'.

Cuando se desmovilizaron los grupos paramilitares, las redes de narcotráfico de la zona quedaron a cargo de los grupos guerrilleros y de esto se aprovechó ‘El invisible’ para hacerse con el control del narcotráfico en el municipio.

El capo se encargaba de mover la mercancía y el dinero que obtenía de esta por las rutas de la zona selvática y la costa de Nariño, rutas controladas por los dos grupos armados que controlan ese territorio.

El Grupo de Oliver Sinisterra, liderado por ‘El Guacho’ y las Guerrillas Unidas del Pacífico, con ‘Don David’ al frente, estaban en guerra armada por el control del territorio y ninguno de ellos permitía el acceso a terceras organizaciones. Sin embargo, Lucio Burbano consiguió llegar a un acuerdo con ambos líderes: a cambio de un pacto de no agresión para su organización, él ofrecía importantes cantidades de dinero para financiar las actividades ilegales de los grupos armados.

‘El Guacho’ y ‘Don David’ fueron abatidos en las operaciones policiales contra estas organizaciones, sin embargo, ‘El invisible’ se las ingenió para mantener el pacto con los nuevos líderes, ‘El gringo’, que tomó el control del grupo Oliver Sinisterra y, ‘Borojó’, quien se puso al frente de las Guerrillas Unidas del Pacífico. Estos grupos le ayudaron a mover el dinero, producto del narcotráfico, escondido en tanques de combustible y lo guiaban hasta Cali donde, ‘El Invisible’, tenía dos viviendas de lujo con caletas escondidas para almacenar el dinero.

Los investigadores creen que Burbano era también el encargado de agrupar cargamentos de otras organizaciones dedicadas al narcotráfico para distribuirlos por México, EEUU, Guatemala y Honduras a cambio de grandes sumas de dinero.

En el operativo que se saldó con la captura de ‘El Invisible’, las autoridades detuvieron en la zona rural de Tumaco a otros tres cabecillas y tres integrantes de 'Los Contadores', otro grupo criminal.