24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

"Un compañero manipulaba a una señora un poco gordita a batacazos, la ataba y cuando se lo recriminé me dijo que me metiese la lengua en el..."

Una ex trabajadora de la residencia Los Nogales desvela todas las deficiencias de esta empresa en la Comunidad de Madrid

La madrileña residencia Los Pontones.
La madrileña residencia Los Pontones.
Desde que surgió el escándalo del maltrato a los ancianos de la madrileña residencia Los Nogales en el barrio de Hortaleza son muchos los testimonios que se están recogiendo sobre las deficiencias y pésimo trato que se da a nuestros mayores en estos centros. Para muestra, dos testimonios de trabajadoras de estas residencias de Madrid, una en Los Pontones y la otra en Hortaleza.

Tirma Madejo es una auxiliar de geriatria que trabajó durante seis meses en la residencia madrileña Los Nogales Pontones. Tirma, de 45 años, trabajó en este centro entre 2016 y 2017 y finalmente, no la renovaron el contrato "porque protestaba mucho a la directora por las condiciones que veía a los abuelos".

Uno de los principales problemas que encontró Tirma a su paso por allí fue "que había cuatro auxiliares, una solo para el salón y las otras tres para acostar a 50 residentes". Tirma estaba en una planta donde los residentes tenían problemas cognitivos, en su mayoría afectados por demencia senil, "no se podían valer por si mismos, había que ayudarles en todo y cuando yo quería cambiar un pañal manchado me decían que esperase hasta la hora que tocase, así podía ocurrir que alguien tuviese el pañal manchado entre las tres de la tarde y las ocho de la noche, porque el protocolo decía que los pañales se cambiaban a una hora en concreto", recuerda Tirma.

Cuando se quejó ante la dirección de algunas deficiencias que había detectado "me dijeron que me metiese en mis cosas". En cierta ocasión le reprochó a un compañero, Francisco, el trato que dispensaba a los ancianos "estaba manipulando a una señora un poco gordita y lo hacía a batacazos, la ataba y cuando se lo recriminé me dijo que me metiese la lengua en el...", explica. Las condiciones de limpieza del centro no siempre eran ideales, según Tirma, que recuerda "un día que llevé lejía y productos de limpieza para los cuartos de baño, porque olían fatal y una compañera me dijo que me lo llevase y no lo volviese a traer".

Una estancia interior de la residencia Los Pontones.

Cuando Tirma se quejó ante la jefa de planta de la falta de toallas, sábanas y productos de limpieza no la hicieron caso. "Me mandaron a hablar con Nuria, de Recursos Humanos, se lo expliqué y no pusieron remedio, pero el caso es que a mi me echaron", añade Tirma.

La extrabajadora de Los Nogales recuerda que hizo prácticas durante unos días en otro centro de la misma empresa en el barrio madrileño de Cuatro Caminos y "alli vi como una auxiliar le arrojaba la ropa a una señora para decirle que se vistiese y la mujer se quejaba. Yo entonces quería trabajar y me callé. Desde entonces no soporto las injusticias con los mayores".

"Injusto generalizar a todos los trabajadores"

Una extrabajadora de la residencia de Los Nogales en el madrileño distrito de Hortaleza aseguró el viernes que las imágenes difundidas sobre el maltrato a dos ancianas en el centro son "repugnantes", aunque ve "injusto" que se generalice esa situación a todos los trabajadores.

Sara, técnico sociosanitaria que trabajó como jefa de planta durante cuatro años en la residencia, ha confirmado que en las imágenes se ve "maltrato físico y psicológico" y que "no deberían dejar trabajar más a los implicados en el cuidado de personas mayores, discapacitados o niños". Estas afirmaciones se producen después de que este jueves se conociera que la Comunidad de Madrid ha propuesto inhabilitar a la directora de la residencia por ocultar las quejas de los residentes y familiares y haya propuesto una sanción de 78.622 euros al centro, tras la constatación de posibles maltratos a dos ancianas.

En este sentido, la técnico señaló que es "muy injusto que esto afecte al resto de trabajadores" y ha manifestado que en su trabajo en Los Nogales ha aprendido a "tener mucho cuidado con las personas mayores". Así, ha destacado que se llevaban a cabo reuniones con las jefas de personal para informar sobre cuidados y evitar hacer hematomas a los ancianos, ya que es algo "muy fácil" de generar en las personas mayores.

 

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