25 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Son cuatro los casos similares que se han producido en Barcelona en los últimos 10 años, en los que identificar al culpable resulta muy difícil

Segundo cadáver descuartizado en un solo mes en Barcelona que alerta de un posible asesino en serie

Mossos d'Esquadra.
Mossos d'Esquadra.
Un cadáver dividido en dos ha sido encontrado en la localidad de Piera, a 50 kilómetros de Barcelona. El hallazgo supone el segundo descuartizamiento en menos de un mes para la provincia. El pasado 30 de noviembre, el torso de otra víctima fue hallado dentro de una maleta en un contenedor. La investigación del cadáver más reciente se encuentra bajo secreto de sumario.

Dos cadáveres diseccionados han sido los protagonistas de dos crímenes macabros en el último mes en Barcelona. El más reciente se dio a conocer el pasado 12 de diciembre, cuando los Mossos d’Esquadra comunicaron que se encuentran investigando el hallazgo de un cadáver dividido en dos partes, cada una de ellas encontrada en un lugar diferente.

La primera parte del cuerpo se encontraba en un camino cerca de un club de tenis de la localidad de Piera, a unos 50 kilómetros de Barcelona. La segunda se encontró unas horas después, a más de un kilómetro de distancia de la primera. Ambas partes se encontraron en caminos concurridos, parcialmente calcinadas y apenas cubiertas por bolsas de plástico que los investigadores creen que sirvieron para transportarlas. Vecinos de la zona sospechan que fueron depositadas en el lugar donde se hallaron durante la noche.

La investigación —a cargo de la División de Investigación Criminal (DIC)— se encuentra actualmente bajo secreto de sumario. El primer paso es identificar a la víctima, antes de indagar qué pudo haber ocurrido.

El cadáver es el segundo hallado en la Ciudad Condal en menos de un mes, lo que podría abrir la posibilidad de la existencia de un asesino en serie que pudiera haber perpetrado ambos crímenes.

El cuerpo en la maleta

Otro cadáver descuartizado fue hallado el pasado 29 de noviembre, esta vez en el Eixample de Barcelona. Un chatarrero fue el que se percató de la maleta que contenía un torso de un hombre en su interior. La maleta estaba en un contenedor situado en el número 91 de la calle Casanova, en pleno centro de Barcelona. El chatarrero rebuscaba en un contenedor gris cuando se topó con los restos humanos, avisando del suceso a un estanquero que conocía y que se encontraba cerca de lo sucedido. “Amigo, amigo, llama a alguien que es muy grave, muy grave”, le gritaba el chatarrero.

Cuando el estanquero se acercó al contenedor, el chatarrero le enseñó lo que había en la maleta. "Al principio me pareció que dentro había ropa, pero al verlo bien vi un torso desnudo de un hombre blanco, con pelos… he entrado en shock”, relató el estanquero.

El estanquero, que no llevaba el móvil encima, se cruzó con una ambulancia que paró contando lo sucedido a los sanitarios, que avisaron a los Mossos. Cuando llegaron varias unidades de los Mossos d’Esquadra a la zona confirmaron que dentro de la maleta había, al menos, un torso desnudo de un varón. Los agentes acordonaron la zona y a las 13.00 la comitiva judicial procedió al levantamiento del cadáver.

Tras intentar sacar el mayor número de huellas de la puerta del contenedor, los agentes se desplegaron por las calles cercanas. Revisaron si los comercios o las porterías tenían cámaras que pudieran haber grabado el momento en que alguien depositó la maleta en el contenedor.

Unos días más tarde, el 2 de diciembre, se detuvo a dos hombres presuntamente relacionados con el asesinato. Eran un irlandés y un ucraniano de 31 y 51 años que, supuestamente, compartían piso con el fallecido, que les habría realquilado habitaciones del inmueble en el que él mismo habitaba. El ucraniano fue puesto en libertad con cargos.

Escena del crimen del Eixample.

Todavía hay muchas incógnitas sobre el cadáver encontrado, el móvil y su supuesto o supuestos asesinos. Una situación que se une a otros casos similares sucedidos en Barcelona en los últimos años.

Los otros cadáveres descuartizados de Barcelona

Una mujer de 36 años fue asesinada por un joven de 27 años en el distrito de Sants-Montjuïc en 2013. El asesino conoció a la víctima en una discoteca de Barcelona, fueron a su casa y una vez allí la degolló, descuartizó su cuerpo y lo escondió en un contenedor. También fue un chatarrero quien descubrió los restos de la víctima.

Tres años después se encontró un cadáver descuartizado en una maleta en la playa de Sant Sebastià. El cuerpo encontrado estaba dividido en cinco partes y no tenía ni pies ni cabeza. Meses después se encontraron varias bolsas con el resto del cuerpo en la misma zona. El cuerpo pertenecía a Mari Carmen, una mujer argentina que residía en Barcelona y que desapareció en octubre de 2016.

Tras la investigación se detuvo a tres hombres de origen pakistaní como presuntos autores de los hechos, cuya posible causa del crimen podría haber sido un tema económico. Pese a los indicios, el caso se acabó archivando por falta de pruebas.

Otro crimen conocido de estas características tuvo lugar en 2008, pero no fue hasta 2020 cuando se condenó a nueve años de cárcel a un hombre que asesinó a otro por un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Bajo el mismo modus operandi que el autor del crimen del Eixample, se deshizo del cadáver, abandonándolo en un contenedor del mismo distrito, en la zona de la Sagrada Familia. Después del crimen, se fugó a Colombia, pero lo acabaron encontrando y fue condenado por un delito de homicidio por abuso de autoridad y le aplicaron un atenuante por confesión.

COMPARTIR: