19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Catorce meses después del suceso la Guardia Civil asturiana detuvo a dos hombres acusados de ayudar a la muerte de Ginés Priede

Falso homicido: Un ovetense se suicida en Xixún y simula un crimen para culpabilizar de él a su expareja

La casa donde residía Ginés Priede. Fuente: La Nueva España.
La casa donde residía Ginés Priede. Fuente: La Nueva España.
Un ovetense de 68 años de edad, Ginés Priede Junco, se suicidó en la localidad asturiana de Xixún en septiembre de 2019. La víctima urdió un plan para que su muerte pareciera un crimen realizado por su ex mujer, a la cual le responsabilizaba de todo lo que le sucedía. Gracias a los restos de una madera de la escopeta que se empleo en el suceso, la Guardia Civil ha podido determinar los hechos y ha procedido a la detención de dos hombres que ayudaron a Priede a realizar el falso homicidio.

Ginés Priede Junco, un ovetense de 68 años de edad, fue hallado muerto en septiembre de 2019 por la Guardia Civil en un camino de la localidad asturiana de Xixún. El cuerpo sin vida apareció con un escopetazo en la cabeza. Las investigaciones realizadas confirmaron que el impacto producido por este arma fue el causante de su muerte.

El crimen, una auténtica ejecución, ocurrió poco en torno a las seis de la madrugada de noveno mes del año pasado, a escasos cien metros del domicilio de Priede, en el que residía desde hace menos de un año, a la entrada de la localidad, junto a la carretera de Mudarri.

Un vecino fue quien dio la voz de alarma tras encontrarlo tirado en el suelo sobre un enorme charco de sangre y con la masa encefálica fuera del cráneo reventado por el disparo.

Estos vecinos, el día de su muerte, declararon aun medio digital que la víctima era “una persona solitaria, que no era trigo limpio”. Además aseveraban que su relación con él era escasa.

“Volvió hará diez meses o así y era un poco problemático”, aseguro uno de ellos a un medio de comunicación.

Más de un año después de este suceso, la Guardia Civil ha descubierto que el ovetense se suicidó, pero antes de efectuarlo ideo un plan para poder fingir que su muerte se trataba de un homicidio e involucrar en él a su ex pareja.

El hombre muerto por un tiro en Xixún./ El Comercio.

La víctima estaba pasando una temporada algo deprimida y hundida puesto a que estaba a punto de ser desahuciada del domicilio, que compartía junto a su ex pareja, y no le concedían una pensión, que llevaba tramitada meses.

La relación con su cónyuge era nefasta y bastante tensa pero estaban obligados a compartir techo ya que la situación económica de ambos no era muy desahogada.

Por este motivo el ovetense urdió un plan para simular un crimen y culpar de sus asesinato a su mujer, a quién responsabilizaba de todas las cosas malas que le estaban sucediendo hasta la fecha.

El plan de la víctima

La hoja de ruta que siguió Priede, para elaborar el plan y señalar a su ex mujer, pasó por ponerse en contacto con antiguo compañero de cárcel para que le facilitara un arma. El ovetense había estado en prisión en un largo periodo de su vida por delitos de atracos y estafas.

Este amigo de Priede contactó con una tercera persona para que le prestase la escopeta de cañones que tenía. Para conseguir que le cediera el arma el amigo del ovetense le dijo que necesitaba la escopeta para cometer un robo. La primera idea de Priede era que este amigo carcelario le pegara un tiro con el arma pero éste no se atrevió a hacerlo y se la entregó a él para que dispusiese de ella según su voluntad.

Como esta estrategia no funcionó Priede decidió darse un tiro en la cabeza y prácticamente falleció en el acto. Fuentes de la investigación descubrieron que la víctima había estado buscando en Internet cómo sobrevivir a un disparo en la cabeza.

El amigo de éste, que fue testigo del suicidio, recogió el arma del suelo y huyó a Xixún (Siero) para devolverle la escopeta a la persona que se la había prestado.

Agentes de la benemérita han confirmado al diario El Comercio que el amigo retiró el arma de la zona del falso crimen para así vincular a su mujer en el suceso. Pues por la mala relación existente entre los dos podría ser la principal sospechosa del caso y todas las investigaciones irían sobre ella.

La Pista: Una madera de la culata de la escopeta

Desde el primero momento, hubo elementos que hicieron sospechar a los agentes de la Guardia Civil. En la casa de la víctima, a unos setenta metros, se había provocado un incendio, pero con la intención de no causar daños estructurales. Además, la dirección de la bala y la postura en que había sido encontrado el cadáver no cuadraban. En el lugar de los hechos se encontró un trozo de madera que podía pertenecer a la culata de una escopeta.

Los agentes de la Guardia Civil fueron los encargados del caso. Fuente: El Comercio.

Los agentes indagaron en la vida personal de la víctima. A sus pocos conocidos solo les hablaba de que le iban a desahuciar y que quería suicidarse. La Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo de la Guardia Civil, formada por expertos en psicología y criminología, convinieron en que todo apuntaba a un suicidio.

Un año después llega la detención

Pero sin duda uno de los factores que conllevó a cerrar las investigaciones fue la aparición del arma. Según cuenta La Nueva España, la persona que le prestó la escopeta a Priede para perpetrar su plan presuntamente usó el arma en el área de Consultas Externas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para amenazar a unos familiares de su mujer, con los que coincidió en el centro médico.

Estos, ante la reacción del propietario de la escopeta, decidieron llamar a los vigilantes. Uno de ellos logró interceptar a esta persona y descubrió que el arma estaba cargada con dos cartuchos y lista para disparar. Finalmente se la entregó a la Guardia Civil y ésta determinó que era la misma escopeta que Priede usó para su suicidio.

La laboriosa investigación realizada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Gijón ha concluido catorce meses después con la detención de dos hombres. A uno se le acusa de la tenencia ilícita de una escopeta de caza y al otro, de ser el supuesto autor de un delito de colaboración al suicidio.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Siero mantiene abierto el procedimiento en torno a los dos arrestados, uno de los cuales se encuentra en prisión. Fue allí, precisamente, donde conoció al individuo al que tiempo después le daría, supuestamente, coartada después de muerto.

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