25 de septiembre de 2023
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FIN DE SEMANA

Un hombre de 27 años se enzarzó en una discusión con un grupo de jóvenes a los que embistió con su vehículo antes de protagonizar la huida

Fuga de película: Intenta atropellar a un hombre, estrella su coche en el cauce del río Turia e intenta robar una moto

Momento en el que el acusado atropella al joven.
Momento en el que el acusado atropella al joven.
Un hombre de 27 años atropelló en la madrugada del domingo a un joven con el que acababa de tener una discusión en el interior de un pub en Valencia, causándole lesiones de distinta consideración, tras lo cual escapó del lugar. Minutos más tarde, perdió el control del vehículo, que acabó en el fondo del cauce del Turia. Sin embargo, no fue detenido hasta tres horas más tarde, cuando confesó a agentes de la Policía Local que acababa de intentar robar, sin éxito, dos motos para regresar a su casa.

Todo comenzó poco antes de las cinco de la madrugada del domingo, cuando el ahora detenido se enzarzó en una discusión con un grupo de jóvenes dentro de un bar de la calle Entrada de Ponce. Acabada la discusión, el sospechoso se subió en su BMW de color gris y, al ver a sus contrincantes hablando en la calle, dio un volantazo y los embistió. Su objetivo era uno de los chicos con los que se había enfrentado. De hecho, llegó a aplastarle parcialmente con el morro de su coche contra el lateral del otro vehículo. La víctima logró evitar el impacto frontal en el último momento, tal como se aprecia en un vídeo grabado casualmente por una vecina de la calle y que ha sido aportado a la causa judicial.

Tras esto, el autor del atropello escapó pero, en su intento por salir de allí, chocó contra otros dos turismos estacionados en la calle, causándoles desperfectos.

Las víctimas llamaron al 112 y minutos después acudieron agentes de la Policía Local y de la Nacional, así como una ambulancia, que se ocupó de trasladar al Hospital La Fe al herido, a quien se le diagnosticaron lesiones en la cadera y el tobillo izquierdo. La Policía puso en marcha el dispositivo para localizar al autor del atropello, ya que contaban con su identificación gracias a que los testigos sabían su nombre y sus apellidos.

Poco después, la Guardia Civil alertó a la Policía Nacional de que un vehículo con las características del que buscaban por ese atropello estaba en el fondo del cauce del río, tras salirse de la vía en la V-30, a la altura del barrio de San Marcelino. Al parecer, el implicado en ambos hechos trataba de llegar a su casa, en Paterna, pero perdió el control y se accidentó. Dado que los guardias comprobaron que el coche estaba vacío y que no había nadie en los alrededores, enviaron una patrulla a su domicilio, pero tampoco dieron con el sospechoso.

Detenido horas después

Finalmente, la detención terminaría produciéndose casi a las ocho y media de la mañana, cuando dos policías nacionales vieron a un joven con la ropa mojada y llena de barro no muy lejos de donde había estampado el coche. Al verles, el desconocido dejó en el suelo una tijera y una varilla metálica, y se sentó en el bordillo. Viendo su aspecto, los agentes le preguntaron qué le sucedía y qué hacía con esas herramientas. El acusado, les confesó que había tenido una pelea, pero que no estaba herido y que solo quería regresar a su casa, por lo que había tratado, sin éxito, de robar dos motos en una calle cercana.

Los policías pidieron la presencia de una segunda patrulla, cuyos agentes comprobaron que decía la verdad al apreciar daños en dos motocicletas aparcadas cerca, así que lo detuvieron por los dos intentos de robo con fuerza. Mientras llevaban al detenido a un centro de salud para recibir asistencia médica, llegó un familiar del arrestado, quien contó a los agentes que lo estaban buscando porque, al parecer, se había visto envuelto en una pelea con heridos unas horas antes.

Cuando los policías lo comprobaron, averiguaron que el joven al que acababan de apresar estaba siendo buscado desde hacía horas por el atropello a la salida del pub, así como por el accidente con su coche. El detenido, pese a saberse descubierto, trató de engañar a los policías diciéndoles que su coche estaba perfectamente aparcado en el garaje de su casa, algo que los agentes ya sabían que era mentira, dado que seguía tirado en el cauce del Turia.

El arrestado, con antecedentes policiales, quedó en libertad provisional, esto es, con cargos, sin medida cautelar alguna. El acusado está siendo investigado por los delitos de lesiones, daños, contra la seguridad vial y robo con fuerza en las cosas.

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