20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Andrés, de 53 años, declaró ante la policía que la muerte había sido accidental pero en sede judicial señaló que la había asfixiado

La confesión del presunto asesino de María Isabel, la vendedora de la ONCE de Albacete, puede determinar el veredicto

María Isabel de la Rosa.
María Isabel de la Rosa.
La confesión en sede judicial de Andrés, acusado de acabar con la vida de María Isabel de la Rosa, la vendedora de la ONCE cuyo cuerpo fue hallado el pasado agosto oculto en una vivienda de Albacete, podría suponer que el hombre de 53 años sea juzgado por asesinato, en lugar de por homicidio, al haber relatado que asfixió a la mujer hasta la muerte. Una declaración que contradice a la primera, cuando contó a la Policía que María Isabel murió de forma accidental al golpearse la cabeza.

Un día después de que la jueza decretase la prisión provisional para el acusado de acabar con la vida de María Isabel de la Rosa -la vendedora de la ONCE desaparecida el 19 de agosto en Albacete-, la vivienda sita en el número 40 de la calle Estrella, donde se halló el cuerpo de la mujer, amanecía con pintadas en repulsa del asesinato. A través de un cartel, colocado en la reja de una de las ventanas, los vecinos pedían "justicia". Una Justicia que ahora tendrá que determinar si el crimen perpetrado, presuntamente, por Andrés, de 53 años y camarero del merendero 'El Jardín', fue un homicidio o un asesinato, delito este último que se le imputa de manera provisional. 

Durante su declaración en sede judicial, ante la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Albacete, en funciones de guardia, el acusado confesó haber matado a María Isabel en el interior de su domicilio en el curso de una discusión, empujándola al suelo, cayendo la víctima boca arriba y comenzando a convulsionar, momento que aprovechó para, según su declaración, colocarse encima de ella y sujetarla del cuello, presionándole con intención de asfixiarla hasta acabar con su vida.

Andrés, autor confeso. 

Una confesión que aporta un dato significativo para determinar la categoría penal del delito y que difiere de su primera declaración ante la Policía, a la que relató que la mujer había fallecido por un golpe accidental en la cabeza. De hecho, según comunicó la propia Policía, el acusado habría señalado que "mantuvieron una discusión y que, en un momento dado, le propinó un empujón a María Isabel, cayendo ésta de espaldas y recibiendo un golpe en la cabeza que acabó con su vida en el instante". Si finalmente se confirma que María Isabel fue asfixiada, Andrés se enfrentaría a un delito de asesinato, de lo contrario, pasaría a ser calificado como homicidio, suponiendo una menor pena de prisión. 

En este sentido, el informe forense será crucial, ya que podría desmontar la primera confesión de muerte accidental y sostener con dictámenes claros que María Isabel habría sufrido un estrangulamiento o muerte por asfixia. 

No mantenían relación

Tal y como adelantaba El Digital de Albacete, María Isabel no mantenía una relación sentimental con el detenido, y tampoco existían denuncias previas contra él, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha al citado medio. 

Sin embargo, los vecinos del barrio de Parque Sur y la zona de la calle Arquitecto Vandelvira, donde María Isabel vendía habitualmente sus cupones, aseguran que ambos se conocían desde hacía años, puesto que se les había visto juntos en numerosas ocasiones. Andrés, al parecer, era un hombre amable y nada problemático, aunque muy aficionado a los juegos de lotería.

Móvil económico

Las amigas de María Isabel, en declaraciones a Telecinco, indicaban que el crimen pudo cometerse, presuntamente, por un móvil económico. En concreto, las mujeres indicaban que el ahora detenido, al que “le gustaba la lotería y siempre llevaba muchísima” y que "era cliente habitual desde hace doce o catorce años", había contraído una deuda con la vendedora, y que la desaparición se habría producido después de que ésta le pidiera el dinero que le debía. No obstante, también señalaban, “no era habitual que María Isabel dejara que le debieran el cobro de su lotería, pero supongo que con clientes de tanto tiempo, puede ser que le debiera dinero”. 

Compró materiales de construcción

En una entrevista a Espejo Público, un amigo, tanto del detenido como de la víctima, ha relatado que el presunto asesino, que no tenía carnet de conducir, le pidió el pasado lunes que le llevase a comprar materiales de construcción.

Al día siguiente, el cadáver de María Isabel fue encontrado en casa de Andrés oculto entre dos paredes. Según informó la investigación, Andrés "ocultó el cadáver emparedándola en una pequeña estancia ubicada al fondo de la vivienda, elaborando un cubículo en el que introdujo el cadáver para luego cubrirlo de cemento en diferentes jornadas, consiguiendo de esta manera que el cuerpo quedase totalmente oculto".

Registro de la vivienda. 

De hecho, para la localización del cadáver fue necesaria la intervención del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional, que empleó maquinaria de perforación, así como equipos de protección frente a gases y oxígeno.

Además, del interior de este habitáculo se recuperaron objetos como el terminal TPV que portaba la desaparecida, múltiples cupones y su teléfono móvil, que había sido golpeado con un objeto contundente, según argumenta la Policía.

El GOIT está especializado en la búsqueda, desmantelamiento y apertura, técnica o agresiva, de aquellos habitáculos susceptibles de albergar en su interior a personas, objetos o drogas; tal y como indican fuentes del Ministerio del Interior.

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