24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La joven pontevedresa desapareció el 18 de agosto de 2010 tras salir de una tienda sin motivos aparentes

Convocada una manifestación en apoyo a la familia de Sonia Iglesias, desparecida hace nueve años

Sonia Iglesias en un cartel.
Sonia Iglesias en un cartel.
Familia, amigos y compañeros de trabajo de Sonia Iglesias Eirín han convocado para hoy viernes una manifestación por el noveno aniversario de la desaparición de esta joven pontevedresa en agosto de 2010.

Bajo el lema "Nueve años sin Sonia", la manifestación partirá a las 21:30 horas de la Plaza de A Ferrería de Pontevedra en dirección a la Plaza de la Peregrina, y a continuación recorrerá las calles de Benito Corbal, Daniel de la Sota, Castelao, Sagasta, Joaquín Costa, Blanco Porto y Benito Corbal, para terminar de nuevo en la Plaza de A Ferrería.

El recorrido solo tiene un mensaje, que es buscar respuestas a qué ocurrió con la joven aquel fatídico 18 de agosto de 2010. La causa fue archivada provisionalmente. Las últimas noticias públicas que se tuvieron al respecto fue la reapertura de la causa hace dos años, pero sin éxito.

A mediados de febrero de 2017 la Policía Científica registró concienzudamente una vivienda propiedad de la familia del sospechoso, en la que él y Sonia vivieron durante varios años antes de la desaparición de ésta. Se trata de un inmueble situado en San Mauro.

Los investigadores usaron un georradar que peinó la finca de la vivienda. Se achicó un pozo, se inspeccionó una fosa séptica y hasta se registró el subsuelo de la capilla. Se buscaba el cuerpo de Sonia Iglesias. Aunque las sospechas también se dirigieron al panteón familiar de la pareja e Sonia, con más de 30 nichos, no se llegó a realizar ninguna inspección.

Convocatoria de la manifestación de hoy.

Sonia Iglesias mide 1,64 metros, es de pelo moreno y vestía traje color lila cuando fue vista por última vez. "Lo último que se supo de ella fue que aquella mañana de agosto salió con su pareja del piso que compartían, junto a la plaza de toros de Pontevedra, y se dirigió a un local de reparación de calzado", explicaron desde la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas, que se ha sumado a la iniciativa.

Este negocio es el último lugar donde se situó a la pontevedresa. "Allí dejó un par de sandalias para arreglar, que nunca han sido reclamados", han dicho las mismas fuentes.

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