20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

En una redada simultanea en Algeciras se han aprehendido 152 kilos de hachís en el techo de una furgoneta de un ciudadano belga

Gran operación contra el hachís y la marihuana en Almería con la incautación de casi dos mil kilos de drogas

La Policía se ha incautado de 1.500 kilos de hachís y 323 de marihuana
La Policía se ha incautado de 1.500 kilos de hachís y 323 de marihuana
Tenían seis plantaciones en la provincia de Almería con enganches ilegales de luz y la Policía se ha incautado de 1.500 kilos de hachís y 323 de marihuana. En Algeciras se han incautado otros 152 kilos de hachís a un ciudadano belga, que los llevaba escondidos en el falso techo de la furgoneta que conducía.
La Policía Nacional ha detenido en Almería a 17 hombres y cuatro mujeres como presuntos integrantes de una organización criminal de ámbito internacional dedicada al tráfico de drogas a gran escala en el marco de la operación 'Corral', en la que se ha practicado 12 registros en viviendas y fincas rurales de la provincia. Diez de los detenidos han entrado  en prisión. 
 

Entre los detenidos figuran personas de origen español, rumano y lituano, con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años, que estaban asentados en la provincia de Almería, concretamente en las localidades de Rioja, Gádor, Pechina, Tabernas, Viator, Santa Fe de Mondújar y la propia capital almeriense.

Los agentes se han incautado de 1.500 kilos de hachís y 323 kilogramos de marihuana en 1.967 plantas de cannabis sativa y 90 kilos preparados para su consumo. De la misma manera se han incautado de 113.770 euros en efectivo, quince vehículos de alta gama valorados en medio millón de euros, 51 teléfonos móviles, 259 transformadores y otros efectos que daban servicio al cultivo y envasado de la marihuana, según ha indicado la Comisaría en una nota.

La investigación se inició en septiembre de 2017 en torno a una organización criminal con funciones definidas y bien estructuradas, que suponían distintos grados de implicación y responsabilidad dentro de la estructura criminal, y cuyo único fin era lucrarse con el tráfico y distribución de marihuana y hachís en el mercado europeo.

Estructura piramidal

El grupo estaba liderado por un ciudadano de origen rumano que dirigía, controlaba y coordinaba toda la actividad criminal y tenía bajo su dirección al resto de integrantes. Dos lugartenientes se encargaban de la supervisión de las plantaciones diseminadas en zonas rurales del levante almeriense, y coordinaban el transporte, y almacenamiento de la droga.

Uno de los detenidos, de nacionalidad española, tiene vínculos familiares con otros presuntos miembros de la organización, los "jardineros" y "vigilantes", es decir, la base de la estructura piramidal del grupo, de forma que con ello conseguían "mayores niveles de seguridad y hermetismo para la actividad delictiva". Según la investigación, trataban directamente con los dos hombres de confianza, de manera que carecían de contacto con el jefe de la organización.

La investigación se encaminó en dos vías de trabajo, la primera localizar la ubicación de las plantaciones de marihuana; y la segunda tendente a focalizar los puntos de almacenaje de la droga o "guarderías".

Distribución propia y proveedores externos

En torno a numerosas medidas de seguridad propias de este tipo de delincuencia, y dada la complejidad por el alto nivel de profesionalidad que supuestamente mostraron los detenidos, los investigadores constataron la existencia de un canal propio de producción y distribución de marihuana que provenía de las seis plantaciones desmanteladas.

Los inmuebles utilizados para encubrir el cultivo ilegal se localizaron en parajes rurales, lo más alejados posibles del resto de la vecindad, con accesos poco transitados pero sin embargo cercanos a carreteras principales o autovías, arrendados a sus propietarios, y con suministros de agua y luz, al que añadían un enganche ilegal a la red eléctrica para afrontar la demanda de energía que requieren los cultivos de 'cannabis sativa'.

La organización, según la investigación, también se abastecía de proveedores externos, grandes partidas de plantas de cáñamo y hachís, los cuáles almacenaban en dos 'guarderías' halladas por la Policía Nacional: una en un piso en la avenida del Mediterráneo de Almería, y otra en una casa cueva situada en la localidad de Santa Fe de Mondújar.

Operación conjunta con 10 detenidos

La operación policial, en la cual han participado un centenar de agentes pertenecientes a la Comisaría Provincial de Almería, Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y Guías Caninos de Málaga concluyó en un primer momento con el arresto de 19 integrantes de la organización internacional, y con la práctica simultánea de doce registros: cuatro en Almería, dos en la Juaida-Viator, dos en Pechina, uno en Tabernas, uno en Gádor-Rioja, y uno en Santa Fe de Mondújar.

En dichos registros, la Policía Nacional intervino más de una tonelada y media hachís y marihuana, vehículos valorados en medio millón de euros y cerca de 114.000 euros en metálico, entre otros efectos.

Posteriormente y ya en una segunda fase agentes de la Comisaría de Almería han detenido a dos miembros más de la organización, dando ya por desarticulada la misma.

Los detenidos han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Almería, acusados de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, falsificación de documentos y defraudación de fluido eléctrico. Se ha decretado el ingreso en prisión de diez de ellos.

Un belga con 152 kilos de hachís

Otra operación, esta vez en Algeciras, llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil de la Sección Fiscal de la Aduana de Algeciras (Cádiz), se ha saldado con la detención de un ciudadano belga cuando desembarcaba con su vehículo procedente del puerto de Ceuta y se disponía a cruzar la zona de cabotaje. Los agentes intervinieron 152 kilos de hachís ocultos en doble fondo del techo de la furgoneta.

Según ha explicado la Guardia Civil en un comunicado, el detenido era el único ocupante del vehículo y viajaba con escaso equipaje, por lo que levantó las sospechas de los guardias civiles del resguardo fiscal, que valoraron igualmente su nerviosismo ante las preguntas de los actuantes.

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Paquetes de hachís incautados en el techo de la furgoneta/Guardia Civil

Después de una inspección del vehículo, una furgoneta Peugeot Boxer, los guardias civiles localizaron lo que parecía ser una modificación del techo, que había sido suplementado para practicar una zona de carga oculta a la vista.

La inspección se prolongó durante más de una hora y los agentes tuvieron que utilizar herramientas eléctricas para cortar metal y poder acceder al habitáculo, donde hallaron en su interior 160 envoltorios de resina de hachís que arrojaron un peso total de 152 kilogramos.

La insistencia de los perros detectores de droga del servicio cinológico fue fundamental para perseverar en la búsqueda, debido a que revelaban de forma clara la presencia de drogas en un habitáculo que a simple vista no levantaba sospechas.

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