29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

En su obra 'España negra: crimen sin fronteras y narcotráfico' analiza cómo la situación geoestratégica de nuestro país favorece la delincuencia

Ricardo Magaz, criminólogo: "Los fugitivos eligen España porque se les confunde con turistas"

Ricardo Magaz con su libro 'España negra'.
Ricardo Magaz con su libro 'España negra'.
Con 'España negra: crimen sin fronteras y narcotráfico', Ricardo Magaz retorna al análisis policial que ya abordó en otras obras de su amplia bibliografía. El crimen organizado transnacional o crimen sin fronteras constituye uno de los retos más importantes a los que se enfrentan los Estados. El narcotráfico, su manifestación más severa, va afianzándose como una de las principales 'economías' sépticas del planeta. España no es un territorio ajeno a estos peligros.

Ricardo Magaz, profesor de Fenomenología Criminal en la UNED y presidente de la Sociedad Científica Española de Criminología, también colabora como analista de crónica negra en prensa y televisión. Es autor, entre otras obras, de La embajada o El inquietante sonido del timbre. En España negra: crimen sin fronteras y narcotráfico analiza cómo la situación geoestratégica de la Península Ibérica incentiva la presencia de mafias, cárteles, bandas, redes, clanes y otras formas de criminalidad. 

¿Por qué la situación de España la ha convertido en un paraíso para el narcotráfico?

La Península Ibérica está a 15 km de África, rodeada de mares (8.000 km de litoral) y a eso hay que sumarle Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. El turismo es nuestra gran industria, en circunstancias normales nos visitan 80 millones de turistas. Además, somos frontera sur del espacio Schengen, tenemos vínculos con Latinoamérica... Somos el mercado de cocaína más importante y además, estamos al lado del mayor productor de hachís a nivel mundial, que es Marruecos. Allí el kilo vale 600 euros y a 15 km se vende en más de 2.000.

Cuenta en el libro cómo el narcotráfico en España ha pasado de tener su gran entrada en Galicia a tenerla en el Campo de Gibraltar. ¿A qué se debe?

Yo voy mucho a Galicia y allí se habla aún de los contrabandeiros. En los años ochenta había mucho narcotráfico allí pero no había alarma social aún. Cuando empezaron a visibilizar su riqueza, con el Pazo Bayón y la Operación Nécora, empezó un guerra de la calle, sobre todo de las madres de la droga, contra ellos. Ahora han aprendido la lección y son más discretos. Sin embargo, sus compañeros del Campo de Gibraltar no han aprendido esa lección. No son discretos. Les gusta fanfarronear y después de trasladar toneladas de droga lo cuelgan en el Facebook. Si vemos que se hacen llamar 'Lo Castaña' o 'El Messi'... pues eso ya lo dice todo.

Portada del libro. 

¿Ha cambiado Galicia?

Galicia estuvo a punto de convertirse en una narco-región. Ahora no existe ese riesgo pero sigue habiendo tráfico. Lo que pasa es que los gallegos han cambiado su modus operandi. Los grandes cárteles tradicionales se han ido retirando o están en cárceles. En ocasiones han tomado el relevo los hijos, como es el caso de Oubiña, y aprendieron la lección: se han hecho invisibles. Además, ahora los alijos no son de ellos. Llega el barco a alta mar y se hacen cargo del alijo, empeñando su palabra y ya no tienen que ir a Colombia y negociar con los cárteles de allí que son muy peligrosos. Aprovechan su tradición millonaria. Es muy difícil que quieran engañar (no adulteres, no revendas, no te fugues...) porque eso se paga con la vida. Además, los gallegos no fueron especialmente violentos. En contra de lo que pasa con los latinos. En el estrecho de Gibraltar, hay alarma social, son jóvenes, alardean de ello y están más cerca del kinki que de Pablo Escobar.

Habla del riesgo de la trivialización del narco a través del cine y la televisión.

Nada que objetar a las series Narcos o Fariña como producción cinematográfica, pero ves a chicos con un camiseta de Pablo Escobar como si fuera el Ché Guevera y no puedes evitar pensar que es un ser con miles de muertes a sus espaldas y que incluso mandó poner una bomba en un avión. Recuerda a aquello de la banalidad del mal, cuando juzgaron a los nazis. En el caso de Sito Miñanco, que nunca se jubila, era distinto porque buscaba tener una justificación. Jugaba él ese papel de contrabandeiro, con conciencia social, generoso, que financia el equipo de fútbol local... Él y los gallegos pasaron del tabaco a la fariña (coca) y la heroína. Cuando pasó a estar penado el tráfico de tabaco. Pensaron que para correr el mismo riesgo con lo otro se ganaba más dinero. Comprar un kilo de coca en Colombia cuesta 1.500 euros, ese kilo en Madrid se convierte en 120.000 euros. Las cifras son aplastantes.

Los secuestros exprés y los sicarios son algo relativamente nuevo en España.

Los secuestros exprés era una modalidad delictiva que no se daba. Teníamos el secuestro clásico, el político, el de ETA y el GRAPO. El exprés es todo lo contrario. Los asaltos en las carreteras nos han llegado de Latinoamerica. Las víctimas paran el coche para ayudar a los supuestos accidentados y les atracan.

En cuento a los sicarios, siempre ha habido pero no era habitual matar por encargo como en América Latina donde hay hasta lista de espera. En España suele estar vinculado al mundo del narcotráfico y sus venganzas. En Internet hay mucha oferta, sobre todo en el profundo, en el mundo del Hampa... Hay un mercado de sicarios de segunda división que son los que se encargan de dar palizas y avisos. Estos suelen ser nacionales.

Ricardo Magaz.

¿Es España el paraíso de los fugados?

Somos frontera sur de la UE y nuestra principal industria es el turismo. Aquí es fácil pasar desapercibido. Ven con muy buenos ojos España. Portugal tiene los mismos problemas pero son mucho menores. Hay 20.000 fugitivos nuevos al año, entre nacionales y foráneos. En España ya funcionan grupos específicos contra ellos como el Grupo de Huidos de la Justicia... Por ejemplo, Tony Alexander King era un fugitivo de libro. Se mimetizó con las colonias de extranjeros de la Costa del Sol.

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