19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Expertos descartan la 'muerte dulce' del padre y apuntan que las botellas de oxígeno fueron usadas para alcanzar un punto de no retorno

Caso Tenerife: Los investigadores creen que Tomás Gimeno suministró un jarabe ansiolítico a las niñas

Gimeno
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Se cumple un mes desde que el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' comenzara las labores de búsqueda de las pequeñas Anna y Olivia, así como de su padre, Tomás Gimeno, en aguas de Tenerife. Con el paso de los días, la posibilidad de hallar el cuerpo de la menor de las hermanas se desvanece, y el rastreo se centra ahora en localizar a Tomás. Mientras, las indagaciones continúan en tierra, donde los agentes de la Guardia Civil se centran en reconstruir las horas anteriores a la desaparición.

Ya ha pasado un mes desde que el buque 'Ángeles Alvariño' comenzara las labores de búsqueda de las pequeñas Anna y Olivia, así como de su padre, Tomás Gimeno, en aguas de Tenerife. El pasado 11 de junio, la embarcación, cedida por el Instituto Español de Oceanografía, encontraba en el fondo del mar una bolsa de deporte en cuyo su interior se ocultaba el cuerpo de Olivia, una de las menores. Desde entonces, solo el hallazgo de dos botellas de oxígeno arrojaba luz sobre el posible de paradero de Gimeno. No obstante, y aunque la búsqueda continúa, cada vez son menos las esperanzas.

Según declaró el jefe y coordinador del equipo de expertos que manejan el Liropus 2000, el robot submarino con el que está equipado el buque, José Cubeiro, las posibilidades de encontrar a Anna y Tomás Gimeno son "cada vez menores". Con todo, ha asegurado que seguirán buscando por "complejo" que resulte debido a la "inmensidad del mar". 

En este sentido cabe señalar que la zona que rastrea el 'Ángeles Alvariño' se ubica en las proximidades del lugar en el que se produjo el hallazgo de las dos pequeñas botellas de oxígeno pertenecientes al padre de las menores. Aunque expertos descarten que estas fueran utilizadas por Tomás Gimeno para provocarse la conocida como 'muerte dulce', apuntan a que pudieron usarse como lastre, en cuyo caso su cuerpo podría estar en una zona próxima. 

El buque Ángeles Alvariño. 

La 'muerte dulce' se produce por la inhalación de monóxido de carbono que conduce al fallecimiento de la víctima sin que esta sufra, ya que siente progresivamente una sensación de adormecimiento. Al inhalar este gas, el cerebro deja de recibir el suficiente oxígeno, lo que hace que disminuya el ritmo cardíaco y se pare el corazón.

No obstante, bajo del agua, la presión que se ejerce al alcanzar cierta profundidad le habría provocado a Gimeno un intenso dolor, por lo que, tal y como apuntan los expertos "la muerte dulce habría sido lo más complicado". 

Por ello, la hipótesis que cobra más fuerza es la de que el padre de las menores habría utilizado las botellas para alcanzar un punto de no retorno y lastrarse hasta el fondo del mar. Que ambas botellas aparecieran juntas sostendría esta teoría. De otro modo, las corrientes que actúan más próximas a la superficie posiblemente las hubieran arrastrado, por lo que hallarlas a la vez hubiera sido más complejo. Por ello, los investigadores creen que el cuerpo de Tomás Gimeno debería estar muy cerca de ese punto. 

Nuevos registros

Mientras, la investigación también continúa en tierra, donde los agentes de la Guardia Civil se centran en reconstruir las horas anteriores al momento en el que presuntamente Tomás Gimeno acabó con la vida de sus hijas. Para ello, han realizado un nuevo registro de su domicilio, en Igueste de Candelaria, en busca de sedantes o calmantes que pudiera haberle administrado a sus hijas.

Y es que la autopsia al cadáver de Olivia relata que la causa de su muerte fue un "edema pulmonar agudo" provocado, casi con toda seguridad, según los expertos forenses consultados, "o bien por asfixia o por una ingesta masiva de sustancias médicas, bien líquidas o en comprimidos". 

La indagación, no obstante, concluyó sin hallar este tipo de fármacos. Aunque el simple hecho de que se busquen podría apuntar a que el informe toxicológico de la pequeña Olivia ha arrojado resultados concluyentes en este sentido. 

De hecho, los investigadores creen que a las pequeñas se les pudo suministrar con anterioridad a su muerte un jarabe denominado Atarax, un medicamento ansiolítico que pertenece a una clase de compuestos denominados difenilmetanos, y que Gimeno tomaba para "el tratamiento sintomático de la ansiedad en adultos".

No es la primera vez que la vivienda de Gimeno ha sido registrada. Miembros de la Unidad Central Operativa (UCO), con la ayuda de una unidad canina especializada en identificar restos biológicos, practicaron diligencias con anterioridad. En esas cinco ocasiones tampoco se hallaron pruebas concluyentes.

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