24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El jurado popular deberá emitir un veredicto después de escuchar a más de 50 testigos y peritos

Así ha ido el juicio contra Patrick Nogueira el asesino del crimen de Pioz, que hoy afronta la última jornada de declaraciones

Patrick Nogueira en el juicio por el caso Pioz
Patrick Nogueira en el juicio por el caso Pioz / EFE
Hoy lunes tiene lugar la última jornada de declaraciones del juicio contra Patrick Nogueira, asesino confeso de sus tíos y primos en el conocido como "crimen de Pioz". Un juicio con jurado popular, que deberá emitir un veredicto después de escuchar a más de 50 testigos y peritos.

En la jornada de hoy está previsto que se conozca el resultado de las muestras de las autopsias de los restos de la familia asesinada. También se conocerán los resultados de los informes de los psicólogos forenses, en los que se basa la defensa de Nogueira para alegar que su cliente sufre un daño cerebral.

Así ha sido el juicio

El pasado lunes comenzó el juicio por el caso del cuádruple asesinato de Pioz (Guadalajara) y tras escoger, en la primera sesión, a los jurados que se encargarán de juzgarlo, como jueces legos, se ha ido desarrollando a lo largo de la semana.

Patrick Nogueira en la primera sesión del juicio

La defensa del asesino de Pioz le atribuye una “anomalía cerebral” para intentar rebajar su condena. Se basa para ello en declaraciones de Patrick Nogueira tales como el relato siguiente: «Ella limpiaba los platos y yo los secaba y mientras hablábamos me ha entrado la misma cosa, me he enfadado, me fui contra ella, me dio un mordisco, me mordió la mano, y en ese momento fue que la clavé».

Declaraciones así, junto con asegurar que no recuerda nada del momento exacto en que mató a sus tíos Marcos y Janaina y a los dos hijos de estos, es lo que pretende utilizar la abogada Bárbara Royo para tratar de demostrar que su cliente padece una “anomalía celebral” que influyó en la comisión de los terribles crímenes. Con ello quiere evitar la condena a Prisión Permanente Revisable para su cliente, como solicitan las acusaciones, que consideran que los cuatro crímenes son asesinatos y que los de los dos niños merecen esta pena máxima. La defensa estuvo de acuerdo en que los niños fueron asesinados -«esta defensa asume desde ya que Patrick mató a los niños con alevosía, que asesinó a los niños»-, pero calificó las muertes de los adultos de homicidios, con el criterio de que pudieron defenderse, y pidió 25 años de cárcel para Patrick: siete y medio por cada uno de los menores y cinco por cada uno de los padres.

Sólo declaró a su abogada

Sin embargo, en la segunda sesión del juicio, parece que recobró la memoria cuando testificó y el brasileño de 21 años escenificó incluso el momento en que, levantando sus manos esposadas, clavaba un cuchillo en el cuello a su tía Janaina, papel que escenificaba la intérprete de portugués, que no necesitó porque se expresó en perfecto castellano.

Patrick se negó a declarar, salvo a preguntas de su abogada, a través de las cuales ha contado que su tío Marcos le hacía la vida imposible y que le pedía dinero constantemente. La gota que colmó el vaso, contó, fue saber por su hermana que la abuela -quien se persona en la acusación contra su nieto Patrick- había convocado una reunión familiar para hablar de las quejas que sobre él trasladaba a Brasil el tío Marcos: «Patrick toma drogas, Patrick no contribuye en la casa, Patrick no trata bien, Patrick ha cambiado... Comenzó a inventar todo tipo de mentiras sobre mí. Eso fue el colmo, fue precisamente el momento que me dije a mí que no se iba a quedar así». La muerte de su tío Marcos, quien llegó a casa de trabajar cuando los cadáveres de su esposa y sus dos hijos ya estaban en bolsas de basura y que tampoco recordaba en declaraciones previas, las contó ayer así. Era el 17 de agosto de 2016. «Estábamos en el jardín hablando, sentados cerca de la piscina, hablamos un rato y, mientras se dirigía al pasillo central a encender las luces, también hablando, me fui a por él. El intentó quitarme la navaja, forcejeamos y caímos al suelo».

Que Marcos Campos se revolviera y Janaina Santos le diera un mordisco a Patrick son para la defensa evidencias de que ambos pudieron defenderse y, por ello, niega que los crímenes se produjeran con alevosía, con lo que tendría que considerados homicidios y no asesinatos. Otros puntos a favor de una reducción de la pena, explicó la letrada, son que Patrick, pese a que se marchó a Brasil dos días después de que se descubrieran los cadáveres, regresara a España para someterse a la justicia y colaborara con la investigación.

«Estamos ante uno de los crímenes más espeluznantes, horribles y terribles que yo he conocido en mi trayectoria profesional y que se han cometido en España», había dicho la fiscal Rocío Rojo en su exposición. Rojo puso el acento en que los forenses oficiales dictaminaron que Patrick no padece ninguna enfermedad mental, en la premeditación con que actuó, comprando las bolsas y el cuchillo días antes, en cómo planeó deshacerse de los cadáveres o en cómo su entrega a España obedeció a que la justicia le ofrecía más garantías aquí. «En este juicio se va a dilucidar si es uno de los crímenes más horrendos de la historia española», remarcó un abogado de la acusación, y remató: «Merece la mayor de las penas que contempla el Código Penal o si existen esos atenuantes... Nosotros creemos que no».

Los agentes y peritos de la Guardia Civil y la Policía Judicial, quienes han declarado en la tercera sesión del juicio de Pioz, han ido relatando cómo, tras la aparición el 17 de septiembre de 2016 de los cadáveres de Marcos Campos, Janaina Santos y sus dos hijos estrecharon rápidamente el círculo en torno a Patrick Nogueira. “Los testigos del ámbito laboral [los compañeros de trabajo de Marcos] fueron los que comenzaron ya a hablar de Patrick. Esta persona no había aparecido, los propios testigos nos decían que intentaban localizarlo y que no les cogía el teléfono y comenzamos a pensar que esta persona podía tener algo que ver. Se indagó algo más en él y en el aeropuerto nos salió que el día 20 [tres días después del descubrimiento de los cuerpos] había cogido vuelo con destino a Brasil”, ha contado cómo fueron los primeros pasos de la investigación el jefe del grupo de delitos contra personas de la unidad de policía judicial de la Guardia Civil de Guadalajara. “Además, varios de los testigos nos dijeron que esta persona había tenido un episodio de violencia en su país, que en el año 2013 había apuñalado a un profesor y que pensaban que Patrick tenía algo que ver con los homicidios de su familia”, añadía.

Lo delató su teléfono

A Patrick Nogueira lo delató en primer lugar su teléfono: los repetidores más cercanos al chalé de Pioz donde sucedieron los hechos lo situaban allí el día de los asesinatos y, lo más importante para los agentes, las búsquedas que había realizado desde el móvil cuando aún no se habían descubierto las muertes. “Hizo búsquedas en internet en fechas anteriores a que se publicaran la aparición de los cadáveres “homicidios Pioz”, “brasileños muertos”, etc. Por eso determinamos que Patrick sabía que esas personas estaban muertas antes de que aparecieran los cadáveres”, ha explicado otro agente. El análisis de los viajes que Patrick Nogueira realizó con su abono de transporte permitió saber que había viajado a Pioz la tarde de los asesinatos y regresado a Alcalá de Henares (Madrid) al día siguiente, concretamente a las 18.57. La puntilla fueron los resultados de los análisis genéticos, que confirmaban que había rastros de ADN de Patrick en el escenario del crimen. "El día 21 [cuatro después del descubrimiento de los cadáveres] sabíamos que era él", ha declarado el jefe del grupo de delitos contra personas. Un día antes, el 20, Patrick había cogido un vuelo en Madrid con escala en Portugal y destino a Brasil. La salida repentina sólo podía ser otra evidencia de su culpabilidad.

Patrick Nogueria durante una de las sesiones del juicio

Los agentes que intervinieron en el caso han explicado también cómo lograron determinar que las muertes se produjeron el 17 de agosto. Analizaron, por ejemplo, con la ayuda de ingenieros de la compañía eléctrica que suministraba al chalé, el consumo de electricidad hasta constatar una brusca caída a partir del día 18. El panadero que atendía a la familia recordaba además que les dejó el pan en la puerta el 17 y que ni el día siguiente ni los posteriores recogieron los pedidos que él seguía dejando cadáveres troceados. La parte más dura de la mañana ha sido la declaración de los agentes que documentaron la autopsia de los cadáveres. Para la exhibición de las imágenes que se tomaron se ha desalojado al público de la sala. "Los cadáveres de las personas adultas estaban cortados en su totalidad a la altura de la cintura. La parte superior de los adultos, en bolsas metidas, tres bolsas en cada fragmento de cuerpo, y encintadas con cinta americana. Tres bolsas, una sobre otra, y ahí el tren superior de un adulto, por ejemplo; en otras tres bolsas, el tren inferior del mismo adulto; en otras tres bolsas el tren superior de otro adulto... Los menores no estaban desmembrados, y el niño más pequeño estaba en tres bolsas también y la menor quiero recordar que había una bolsa más o dos bolsas más, estaba en cuatro o cinco bolsas. Estaban anudadas y sobre el nudo, encintada con cintas de colores, había varias vueltas de cinta americana, que pega mucho mejor, es más fuerte el adhesivo", ha explicado un de los dos agentes que intervinieron en el proceso mientras se mostraban las imágenes.

Los dos primeros agentes que llegaron al escenario del crimen han contado que tuvieron que forzar la ventana del chalé para entrar con permiso del propietario y tras las alertas por olor putrefacto de los vecinos. “El vecino que vive en el chalé adyacente nos dice que alrededor de un mes, un mes y medio antes, había escuchado voces, gritos, y que desde esa fecha no ha vuelto a ver vecinos”, declaraba uno de ellos, quien relató así el descubrimiento de los cadáveres: “Lo primero que hacemos es asegurar la vivienda, hacer una inspección visual por el interior y, una vez vemos que no hay personas dentro, observamos las bolsas. Al abrir la primera bolsa se observa el torso de lo que puede ser una persona con una prenda vaquera. A partir de ahí, aplicamos el protocolo, salimos, se precinta la vivienda y se avisa al Comandante y al Jefe de Servicio de la Central Operativa de Servicios (COS).

Han declarado también los agentes del Servicio Cinológico de la Guardia Civil que buscaron con perros restos de sangre en el piso de Alcalá de Henares donde vivía Patrick. El animal marcó un total de nueve lugares. “Se reconocieron las zonas comunes y la habitación suya. El perro indicó en la habitación dos puntos: uno en un armario y otro en una pared que había sido pintada y que estaba en la zona de la cabecera de la cama”, explicó uno de los agentes que intervinieron en esta diligencia, quien añadió que se pudieron extraer restos de la pared de la habitación de Patrick pese a que había sido pintada. “En el salón, de manera espontánea, [el perro] nos marca la caja de cápsulas de detergente, la zona de la apertura de la lavadora...”. Los restos de la lavadora y del detergente, aunque no se ha explicado en el juicio,pertenecerían, según figura en el sumario, al lavado de la ropa que llevaba puesta Patrick cuando se cometieron los crímenes.

Patrick Nogueira pide perdón

Patrick Nogueira Gouveia, el joven brasileño de 21 años acusado de asesinar a su tío, Marcos Campos, de 40 años; la esposa de éste, Janaina Santos, de 39, y los dos hijos de la pareja, Carolina, de tres años, y Davi, de uno, ha pedido perdón a su familia y a la de Janaina. Trata de reiterar su posible trastorno o daño cerebral cuando dice que “A mí me gustaría evitar que todo eso ocurriera y lo único que puedo hacer es pedir perdón”. “Nadie ha elegido ser de esa manera, no he elegido funcionar como funciono”.

El chalet del cirmen en Pioz

Nogueira ha asegurado que en los meses previos sintió lo mismo que cuando apuñaló a su profesor en 2013. “Me sentí de esa manera, las emociones vienen, no sé cómo controlarlas y es cuando pasan esas cosas”, ha argumentado. Tras aquel episodio estuvo bajo tratamiento psiquiátrico durante seis meses.

Los mensajes y fotografías que Patrick Nogueira envió por WhatsApp a un amigo en Brasil mientras se cometían los asesinatos han protagonizado otra sesión del juicio y serán uno de los elementos clave del juicio: “Son terroríficas las fotos y, si me apuran, más que las fotos, los comentarios”, decía la fiscal jefe de Guadalajara en su alegato inicial. De modo jocoso narra episodios como “qué risa, los niños no corren cuando los voy a matar, los niños se agarran cuando los voy a matar”.

Según las previsiones, el juicio quedará visto para sentencia el lunes, tras las declaraciones de los médicos forenses y expertos del servicio de criminalística entre otros, y la exhibición de las pruebas documentales, como las imágenes tomadas por la Guardia Civil en la inspección ocular o los mensajes de WhatsApp y fotografías de los cadáveres que Patrick Nogueira envió a un amigo en Brasil la misma tarde de los asesinatos.

La Fiscalía pide que se condene a Patrick Nogueira por dos delitos de asesinato en el caso de los dos adultos y a prisión permanente revisable en el caso de los menores, al cumplirse uno de los supuestos contemplados para la aplicación de esta pena máxima: que la víctima sea menor de edad o se trate de una persona especialmente vulnerable.

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