¿Por qué el zumo de naranja es beneficioso para nuestra microbiota intestinal?
La microbiota intestinal desempeña un papel crucial en la protección contra factores ambientales adversos
La microbiota intestinal desempeña un papel crucial en la protección contra factores ambientales adversos, como dietas deficientes, uso de antibióticos o exposición a agentes infecciosos, al tiempo que regula diversas funciones fisiológicas clave para la salud, incluyendo funciones metabólicas, inmunológicas y neurales.
Por ello, los polifenoles y oligosacáridos presentes en el zumo de naranja pueden desempeñar un papel importante en este sentido, similar a la función de los prebióticos, al alimentar a las bacterias beneficiosas.
Asimismo, las perturbaciones en la microbiota intestinal pueden contribuir al desarrollo de una amplia gama de enfermedades, desde trastornos intestinales hasta enfermedades metabólicas, mentales y autoinmunes. Es así como el zumo de naranja natural destaca como una opción recomendada por expertos en nutrición, ya que su contenido en vitamina C, carotenoides y otras sustancias como polifenoles, oligosacáridos o fibra lo convierte en una opción saludable para mantener un equilibrio adecuado en el llamado microbioma intestinal.
Así pues, para aquellos que deseen mantener su microbiota intestinal en óptimas condiciones, el consumo regular de zumo de naranja natural o 100% exprimido puede ser una opción natural y beneficiosa para la microbiota intestinal.
El zumo de naranja también es un aliado contra el hígado graso
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) está estrechamente relacionada con la obesidad y enfermedades conexas, como la hiperlipidemia, la hipertensión y la diabetes tipo 2. Estas condiciones metabólicas pueden influir en la composición y la salud de la flora intestinal. De hecho, investigaciones recientes sugieren que los desequilibrios en la flora intestinal, conocidos como disbiosis, pueden contribuir al desarrollo y la progresión de la NAFLD.
Asimismo, otros recientes han arrojado luz sobre la relación entre la ingesta de fructosa y el desarrollo de NAFLD. Se ha observado que el exceso de fructosa está correlacionado con un aumento en la prevalencia de esta enfermedad. Sin embargo, es importante distinguir entre las diferentes fuentes de fructosa en la dieta. Mientras que los refrescos son contribuyentes significativos, el zumo de fruta 100% aporta una cantidad mínima de fructosa a la dieta.
Por ejemplo, un vaso de 200 ml de zumo de naranja natural contiene aproximadamente 5 g de fructosa. Por tanto, la presencia de fructosa en el zumo de fruta, en este caso, en el zumo de naranja, tiene una incidencia mínima. Además, cabe señalar que los compuestos bioactivos presentes en estos zumos, como los polifenoles, podrían tener efectos beneficiosos en la reducción del riesgo de NAFLD.
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