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Persona sonriendo y mostrando un producto de maquillaje frente a una cámara en un entorno de grabación.
SALUD

La 'otra' realidad del fenómeno influencer: El impacto en la salud mental de las redes

El psicólogo Jorge López-Vallejo analiza la realidad del fenómeno influencer, en ocasiones un desafío y un peligro

Son ídolos aspiracionales. Su vida es seguida por millones de personas. Discutir el fenómeno de los youtubers, tiktoker, instagramer y el hecho de que millones de jóvenes en el mundo entero los sigan con pasión y persistencia es un desafío que nos lleva a querer entenderlo y a reflexionar acerca de la influencia en las generaciones contemporáneas.

Pero obliga aún más cuando lo que vemos es que esta fascinación también forma parte de la vida de los niños y adolescentes, para quienes ser youtuber es deseable o justamente lo contrario, cuando la fascinación se convierte en odio, rabia o ira hacia la persona influyente. Tres principales motivos que llevan a los jóvenes, niños y adolescentes a seguir estas publicaciones:

Como ha ocurrido en todas las generaciones, los jóvenes quieren ser diferentes y auténticos transgrediendo patrones culturales, sociales y familiares, que se expresan, entre otros, en nuevos lenguajes marcados por la irreverencia, el desparpajo y la desfachatez que los distancian de los adultos. Otro de los motivos puede ser también divertirse con bromas rápidas atrayentes.

Y, sin duda, nos podemos encontrar ante patologías asociadas al uso de internet, compulsiones basadas en el placer y en el control de una realidad que conducen a un desinterés hacia la interacción real y, en muchos casos, a una huida de la realidad para olvidar los problemas. Por eso es necesario reflexionar sobre su avasallador impacto, qué es lo que transmiten estos nuevos referentes.

Ídolos inspiracionales

Se convierten en ídolos inspiracionales, enfocan sus publicaciones en los intereses y en el momento que viven los niños y jóvenes actualmente: “los jóvenes no usan los medios, viven en ellos”.

Muestran un estilo de vida a través de situaciones cotidianas –que sus usuarios pueden seguir en línea, 24 horas al día, 7 días a la semana–, de manera gratuita, de forma que se puede mantener un interacción constante y estar interconectados con millones de seguidores al tiempo desde cualquier parte del mundo, ofreciendo a sus usuarios ventajas a la carta: pueden decidir si les gusta o no, ajustarlo a sus ritmos frenéticos, parar cuando así lo deseen y reproducir y compartir de manera infinita las imágenes.

La imagen muestra un collage de seis personas en diferentes contextos: una mujer con un top blanco y jeans en un entorno urbano, un hombre sonriente con una camiseta de la NASA en una habitación con estanterías llenas de figuras, una mujer con cabello oscuro y un reloj en la muñeca sentada en una oficina, un hombre sin camisa sentado junto a un perro con gafas de sol frente al mar, una mujer con un sombrero grande y vestido negro sentada en una terraza, y un hombre con sudadera negra y cabello recogido frente a una pared naranja.
Influencers españoles. | Archivo

De otro lado, aparecer como gente común y corriente, iguales a sus fans, que hablan de la misma forma que ellos lo hacen, crea cercanía y atienden a unas expectativas impulsando la influencia.

Se trata dede  una espontaneidad que responde más a un nuevo modelo de consumo, esta vez en internet, y no a una expresión de una nueva generación niños y jóvenes muy solos y aburridos, necesitando más ratos amables en buena compañía, afecto seguro y adultos amorosos que entiendan este mundo loco en el que viven, pero que también los guíen con inteligencia, paciencia y sensibilidad. 

La influencia es evidente y podemos entenderlas desde 4 áreas

En muchos casos la influencia está vinculada a identidad y sentido de pertenencia, necesidades psicológicas de todas las personas. Todos los jóvenes buscan referencias que compartan sus intereses. Esta necesidad de pertenencia puede tener efectos negativos o muy positivos.

La modelación de la mente, de la voluntad y de los sentimientos provoca que las gentes no piensen por sí mismas, que los pensamientos se los den hechos y razonados oportunamente, consiguiendo que sientan lo que se les diga que han de sentir, que quieran hacer lo que les digan que han de querer hacer.

También es importante el adoctrinamiento cultural. A partir de unas ideas palanca se puede interpretar todo, como la historia, la religión, la ética, la moral, los valores tradicionales, etcétera. Las últimas tendencias mentalizan que “todo lo anterior es retrógrado” y se critica lo que sea anterior o tradicional, “lo que no es nuevo”. Las normas de vida en que las gentes se educaron ha quedado delegado al halago de los sentidos, a lo que gusta oír y a lo que no suponga esfuerzo alguno.

Configuración, modelamiento de la conducta: las ideas motrices que se han convertido en ideales ya se consideran como los valores decisivos de la nueva sociedad. Pero esta influencia puede despertar emociones disfuncionales sobre gran parte de la sociedad, creando el efecto haters, odio en las redes. El contenido de las publicaciones, la vida de la persona o el éxito de esta puede llevar a reacciones de odio y rabia provocando un desajuste emocional grave sobre la persona influyente. 

Es necesario el desarrollo de una acción de control exhaustiva sobre los medios digitales por las instituciones, donde se coordinen la policía y agentes sociales, psicólogos, psiquiatras sanitarios, educadores, sociólogos y trabajadores sociales. Junto con este control y filtro inicial hay que articular programas de prevención: educación, sensibilización y análisis de riesgos. Usar la misma red social, siendo esta el agente del cambio con métodos de comunicación estudiados que persuadan y resuelvan.

Implantación de Acción pedagógica multisistema 

Desde las instituciones públicas han de realizarse acciones de educación y reparación de daños en centros educativos y entornos sanitarios. También desde las casas, con los padres, a través de actualizaciones en el uso de controles parentales, formación continua y asesoramiento a padres y madres para eliminar la brecha digital. Desde grupos de interés e influencia y a través del mismo medio, usando a los youtuber y personas influyentes como impulsores de este cambio. Debemos convertir internet en un programa terapéutico que ayude a paliar lo que se está convirtiendo en un grave riesgo sobre la salud mental.

Actos como el de Naim Darrechi cuando trató temas sexuales, nos adelanta que hay indicadores claros de que podemos encontrarnos ante conductas de riesgos sobre la salud y sin ninguna duda, sobre la salud mental pública, pero esto no se está midiendo, no se evalúa el efecto que incluso puede llegar a convertirse en delitos que provocan daños a la salud colectiva y por consiguiente afectan negativamente sobre el bienestar general.

Logotipo de
Naim Darrechi. | El Cierre Digital

Los padres y madres deben son responsables del uso que sus hijos e hijas hacen de internet y deben intervenir si quieren evitar estas posibles psicopatologías. Hay unos riesgos futuros que poder marcar una sociedad que desconocemos como puede ser. Se puede hacer vírico un momento en minutos provocando un daño irreparable.

También hay que trabajar sobre los influencers, instagramer, tiktoker o youtuber, que a veces no son conocedores del impacto sobre la salud pública que tiene este contenido y hablan con naturalidad de algo que es un delito o un riesgo. Y hay que crear una red de protección institucional para quien es agredido en redes, el efecto sobre la salud mental de estas personas puede ser irreparable, llevándoles incluso al suicidio como ya ha ocurrido en algunos casos.

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