El alquiler: La alternativa a la compra de placas solares

A estas alturas probablemente todos y todas sepamos que es eso del autoconsumo. No obstante, durante los últimos años el alquiler de paneles o el renting de placas solares ha cobrado especial protagonismo por multitud de motivos. En las siguientes líneas nos paramos a abordar dicho auge. Centrándonos, por el camino, en las múltiples ventajas que tiene este nuevo tipo de modelo con el que unirnos a la gran familia del autoconsumo solar.

¿En qué consiste el alquiler de placas solares?

Para comprender las ventajas que puede aportar el renting o alquiler de placas solares fotovoltaicas es necesario aclarar el concepto en cuestión. No en vano, nos encontramos ante una modalidad que nos permite sumarnos al autoconsumo solar sin tener que realizar grandes inversiones, ni procesos de contratación demasiado complejos o extensos. Es decir, aquí en lugar de comprar se opta por algo tan sencillo como el alquiler del sistema en cuestión.

En este tipo de formato el cliente otorga permiso para que una empresa instaladora acople en su tejado las placas solares. Siendo, esta última propietaria y responsable de dicha instalación. A cambio, el propietario de la vivienda disfruta de toda la energía generada. Teniendo, eso sí, que desembolsar una cuota por dicho servicio, que previamente ha quedado estipulada en el contrato de alquiler.

Ventajas del alquiler de paneles solares

Es cierto que durante los últimos meses diversas empresas han comenzado a promocionar el alquiler como alternativa a la compra de placas solares. Y Otovo, compañía de origen noruego especializada en soluciones de autoconsumo, es claro ejemplo de ello. No obstante, no se trata ni muchísimo menos de una opción demasiado conocida. Por todo ello, resulta de vital importancia dejar claras cuáles son las ventajas reales de este tipo de alternativa:

• No se exige ningún tipo de inversión previa a la instalación. Algo que, en definitiva, choca con el gran desembolso requerido por los procesos de compra.

• Ahorro en la factura de luz. Un ahorro que cubre con creces el pago de la cuota mensual del alquiler.

• Posibilidad de comprar el equipo.

• Las facilidades de este sistema fomentan el autoconsumo solar y la transición a un tipo de energía ecológica.

• Este tipo de alternativas ofrecen una garantía ampliada, que incluye el mantenimiento, de hasta 20 años. Es decir, durante todo el periodo de contrato.

• Total cobertura y mantenimiento de los sistemas. Y es que, al ser propietaria, la empresa instaladora es la primera interesada en que todo funcione como la seda.

Es cierto que la cronificación de las cuotas mensuales y el hecho de no poseer los sistemas de autoconsumo pueden ser desventajas a tener en consideración. No obstante, el alquiler de placas solares se configura como una opción mucho más accesible. Una alternativa, a la medida, que se adapta a todo tipo de usuarios y que, en definitiva, facilita que cualquier hogar pueda dar el salto y pasarse al autoconsumo solar de una forma rápida, sencilla y, sobre todo, económica.