Gracias a lo que los técnicos consideran como "un estatus de pueblos rurales con pocos habitantes" se han registrado escasas incidencias por contagio
Los pueblos de la Sierra Norte de Madrid tiene las cifras más bajas de incidencias en la zona cero de la pandemia
Los datos epidemiológicos de la Comunidad de Madrid, hechos publicos por los dirigentes auonómicos madrileños, ofrecen una dimensión localizada de cómo se manifiesta la infección por Covid-19 y como afecta a las distintas localidades.
Los pueblos de la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid ofrecen cifras muy positivas. La mayor parte de la zona, salvo contadas excepciones, se encuentra por debajo de las 25 incidencias por cada 100.000 habitantes. Esto se debe, en su mayor parte, a la situación de aislamientos a la que están sometidas estas zonas que no experimentan un volumen de tráfico de personas muy elevado. De manera similar, la cuarentena parece evitar de manera exitosa, tanto las idas como venidas de desplazamientos desde o hacia los epicentros de la enfermedad, localizados en la zona central de la Comunidad de Madrid.
Lo cierto es que el criterio poblacional de estos pueblos es bastante reducido, lo que sin duda alguna condiciona las estadísticas. La zona de la Sierra Norte de Madrid está compuesta casi en su totalidad de núcleos urbanos pequeños, que no llegan a los mil habitantes y, por consiguiente, cuanto menor es el número de habitantes, menor es el número de contagiados.
De la misma manera al ser zonas rurales de la periferia, el tránsito de personas que puedan traer el virus es casi nulo. Localidades como Braojos, solo cuentan con apenas 205 habitantes y, como ésta, muchas otras localidades del norte mantienen una población muy reducida como es el caso de La Hiruela, con tan solo 48 habitantes.
La Sierra Norte se compone de pequeños poblados que no han registrado incidencias
El compromiso social también ha sido un factor importante a tener en cuenta, ya que estas localidades reducidas no cuentan con comercios para abastecerse durante la cuarentena, lo que implicaría realizar desplazamientos a núcleos de mayor población si no fuera por la aparición de furgonetas que se desplazan a las zonas rurales para a abastecer a los vecinos.
Por supuesto, actos como la venta ambulante a través de vehículos son actividades prohibidas, pero dada la eficiencia y ventajas que esto produce, la Comunidad de Madrid se está coordinando para hacer de esto una excepción, como explica David Suárez, consejero de Vivienda y Administración Local en una entrevista para Telemadrid: "Se considera que es venta ambulante y no se puede. Bueno, pues estamos trabajando para que eso se pueda hacer, porque es que hay pueblos que, si no les llevan esa fruta, esa carne, ese pescado, ese pan, esos elementos básicos, pues no van a tener posibilidad de abastecerse. Estamos en contacto con ellos (los habitantes) para buscar soluciones para esos problemas que van surgiendo”.
David Suárez también explica que la solidaridad de la gente ha ayudado bastante y que la Comunidad esta trabajando con las alcaldías de las tres comarcas de la Sierra Norte y los pueblos para mantener iniciativas ciudadanas a nivel local que limiten todo contacto con el exterior. Destaca la ayuda a los vecinos más ancianos, que de ser otras las circunstancias, tendrían que recurrir a la ayuda de amigos o familiares localizados en los núcleos urbanos.
La Hiruela apenas cuenta con 48 habitantes
Se recalca entonces por los expertos la importancia del factor de la despoblación. El éxodo rural, que ha dejado a las zonas de la periferia norte de la Comunidad con números muy reducidos de habitantes, ahora es positivo ya que supone un menor riesgo para la formación de una red de infección. Se mantiene así un estatus de zona aislada que les ha permitido mantenerse ajenos a la epidemia, consecuentemente más alta cpnforme a la densidad de población, más propia de las grandes urbes.
Los municipios con menor incidencia son: Rozas de Puerto Real, Valdemaqueda, Santa María de la Alameda, Fresnedillas de la Oliva, La Acebeda, Robregordo, Pozuelo del Rey, Valdepiélagos, Puebla de la Sierra, Alameda del Valle, Pinilla del Valle, Lozoya, Navarredonda, Villavieja del Lozoya, Gascones, Braojos, Montejo de la Sierra, La Hiruela, Horcajuelo, Madarcos, Prádena del Rincón y Berzosa de Lozoyuela.
Zona centro, gran número de contagios
Por otra parte, la zona del distrito capitalino de Puente de Vallecas lidera por ahora las cifras con cerca de 2.000 incidencias por cada 100.000 habitantes, en una estadística sacada por la Comunidad de Madrid el 8 de abril, seguida de Leganés, con 1.929 casos. "Sin duda alguna por la situación central de gran tráfico que experimentan estas zonas de la Comunidad", dicen los expertos.
“La cifra impresiona, pero no sorprende: cuando conoces tantísimos casos de personas infectadas, es que algo pasa muy cerca de nosotros”, dice el alcalde de Leganés, Santiago Llorente.
Lo cierto es que el edil Santiago Llorente tiene muy claro las causas del elevado número de incidencias en su localidad y tiene clara cuál es la diferencia significativa con Getafe (662) o con Alcorcón (934): “La corona metropolitana, Getafe, Alcorcón y Leganés, está formada por poblaciones muy parecidas, con un pequeño hecho diferencial, que nosotros tenemos más residencias de mayores que los de alrededor, lo que podría justificar una pequeña diferencia, pero no que tripliquemos los datos de Getafe”, explicó.
Es un hecho que el Hospital Severo Ochoa de Leganés ha visto una crisis como pocas con la llegada del virus a la Comunidad. Una manifestación de la realidad sanitaria que se está viviendo actualmente en toda España y a la que se enfrentan los profesionales de la salud en todo el país.
El Hospital Severo Ochoa se encuentra en una situación crítica
“El dato más alto que tengo lo vi con mis propios ojos: llegamos a tener a 336 pacientes en urgencias”, confesó Mercedes Romero, auxiliar administrativa de rayos y delegada sindical de Comisiones Obreras (CCOO). Con respecto al número de profesionales afectados por la falta de material, Romero declara lo siguiente: “Hay muchos compañeros que han caído contagiados. Diariamente te encuentras a una media de 50 sanitarios en la puerta de prevención para hacerse la prueba. Y eso todavía se mantiene”.
Muchos tienen que pasar por el psicólogo o el psiquiatra después de las largas horas de trabajo producto de la infección masiva. En el centro de Alcorcón, la enfermera Carmen Alonso explica: “Nosotros intentamos humanizar la situación al máximo, haciendo videollamadas, intentando informar a las familias o intentando que ellos se sientan acompañados el ratito que pasamos a verlos”.