28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

La biomédica madrileña asegura que "la divulgación científica ayuda a solucionar problemas que nosotros mismos nos creamos por desconocimiento"

Cynthia Abarrategui, autora del libro 'El Secreto Adamantino': "Acudir a internet por cuestiones de salud crea alarmismo"

Cynthia Abarrategui, autora de 'El Secreto Adamantino'
Cynthia Abarrategui, autora de 'El Secreto Adamantino'
La doctora Cynthia Abarrategui Garrido nació en Madrid un frío día de enero de 1979. Su paso por diversos laboratorios de investigación científica para formarse y realizar su tesis doctoral, hito que consiguió en 2008, le hizo amar la ciencia con sus virtudes, sus defectos y, en este caso, sus complejidades. Ahora, presenta su primera novela, 'El Secreto Adamantino', “un viaje que sirve para despertar y potenciar la curiosidad, esa fuente de inspiración y de creatividad”.

Una familia descubre un fragmento de mandíbula en el bosque. ¿A quién pertenece? ¿Hombre o mujer? ¿Niño o adulto? ¿Serán restos antiguos o contemporáneos? La policía, liderada por la agente Margarita Hojaseca, tratará de encontrar una respuesta. Pero ¿cómo averiguar la identidad y la edad de su dueño y estimar la antigüedad de los restos hallados sin las nociones más básicas de medicina forense o de odontología? Al descubrimiento de la mandíbula se suma el hallazgo de unos dientes con extrañas muescas semicirculares. ¿Cuál será su origen? ¿Qué secreto esconden estas marcas?

El Secreto Adamantino es la primera novela de la doctora Cynthia Abarrategui Garrido, una historia en la que ficción, ciencia y medicina se entretejen con información útil sobre cómo mejorar los hábitos de higiene y el cuidado de los dientes o la importancia de estos en la salud.

Cynthia ha dedicado los últimos veinte años de su carrera profesional a trabajar en el área de la Biomedicina. Actualmente coordina y gestiona proyectos europeos de I+D en el área de la salud. Toda esta experiencia, unida a su interés por la divulgación científica, la han llevado a dar el paso para acercar y explicar de forma sencilla y divertida el enriquecedor mundo de la ciencia a toda la sociedad, independientemente de su formación y de su edad.

- ¿Cómo surge la idea para crear esta novela?

- Yo llevo muchos años dedicada a la ciencia, he estado en laboratorios de biomedicina, haciendo proyectos en salud. Fue a causa de mi trabajo que me di cuenta de que la ciencia es muy interesante, fascinante, y que merecía la pena compartirla con todo el mundo. El reto era hacerlo de una manera divertida, amena y comprensible para todos. Porque uno de los principales problemas de la ciencia es la terminología, que es tremendamente compleja. A partir de una trama de ficción, de misterio, fui entretejiendo información científica valiosa para el lector.

- ¿Cómo ha sido el proceso de compaginar tu carrera profesional con la escritura de la novela?

Para que te hagas una idea he tardado tres años, casi cuatro, en acabar el libro, porque uno de los desafíos era conseguir que toda la información que tuviera la novela fuera contrastada y basada en estudios científicos documentales. Por ello, he dedicado muchísimo tiempo a la lectura y a la elección de temas que, en este caso, versan sobre la odontología. Desde la formación de los dientes, cómo poder cuidarlos y hasta cómo influyen en nuestra salud. A ratitos lo iba haciendo, los fines de semana, o cuando llegaba a casa de trabajar. Hay mucha paciencia y mucho tesón detrás.

- Los dientes tienen mucha relevancia en el desarrollo de la historia…

Los dientes dicen muchísimo de nosotros, y todo este mundo lo desvelo poquito a poco en la novela. Pero sobre todo porque creo que a veces no le damos la importancia que merecen, y también es una forma de valorar lo que tenemos. De hecho, la novela también persigue compartir información útil para prevenir la aparición de enfermedades bucodentales. El otro día un lector octogenario me decía “que lástima, de haber conocido muchas de las cosas que cuentas en la novela antes, habría podido evitar muchos de mis problemas dentales”.

El Secreto Adamantino, de Cynthia Abarrategui. 

- ¿Por qué es importante la labor de los divulgadores?

Al final el divulgador trabaja para mejorar la calidad de vida de la sociedad. Hoy en día hay muchísima información, muchísimos avances científicos, y yo he tratado de plasmarlos en mi libro de forma que estos puedan aplicarse en la vida y en la salud de las personas. Es básico para aprender a cuidarse, conocer cómo funciona nuestro cuerpo y ponerle soluciones a situaciones que nos creamos por desconocimiento.

- ¿Qué deberíamos hacer para mejorar las personas nuestra relación con la ciencia?

Aparte de leer el libro, que estaría muy bien, si nos queremos acercar a la ciencia es fundamental cuidar las fuentes que leemos, y asegurarnos de que sean contrastadas y fidedignas. En una era donde existe tal bombardeo de información en Internet es fácil leer cosas que nos alarmen y, en lo relacionado con la odontología, hay muchos artículos que, de tomarse en serie, podrían incluso provocar ataques de pánico. Por ello, es muy importante acudir a fuentes profesionales.

- ¿A quién va dirigida tu novela?

Pensé en un público general, desde adolescentes de 12 años hasta mayores de 100 años. La idea es compartir ese conocimiento que se puede aplicar en la vida. Creo que es útil, por ejemplo, para que padres y madres puedan entender las reacciones de su hijo, qué le ocurre cuando se le están cayendo los dientes, o la importancia de los dientes de leche en el desarrollo de la dentadura definitiva.

- Muchos de los personajes de tu novela hacen honor a grandes científicas de la historia, ¿tienen las mujeres más dificultades para desarrollarse en el sector?

La mujer en la ciencia tiene peso y, de hecho, hay científicas maravillosas que nos han traído avances increíbles. En El secreto Adamantino, una de las protagonistas, que es Margarita Hojaseca, es un homenaje a Margarita Salas. O Sofía, que hace honor a una matemática muy famosa. Pero también es verdad que las mujeres en la ciencia tenemos un reto. Y es que muchas inician su carrera científica, hacen su doctorado y después llega un punto en el que su carrera se estanca porque quieren ser madres, y compatibilizar ambos mundos es un poco complejo. Además, los jefes de grupo, catedráticos, profesores de universidad, etcétera suelen ser, en su mayoría, hombres. Urge conseguir que las mujeres no abandonen esa carrera científica porque su labor es realmente enriquecedora.

- También hay otros personajes bastante curiosos…

- Sí, en el libro hay dos personajes muy singulares, Bio y Tecno, pequeños seres de aspecto humanoide que gustan de vivir en los libros. Ellos son los encargados de ayudar y proporcionar la información necesaria para encontrar y unir las piezas que permitirán resolver el misterio, y lo harán desde la curiosidad, lo que nos hace vivir muchas situaciones divertidas.

- ¿Cómo definirías tu novela en tres palabras?

Diversión, conocimiento y curiosidad.  

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