23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El sindicato ACAIP-UGT señala que un 30% de los presos padecen problemas psiquiátricos, como Noelia de Mingo, vigilada 24 horas por riesgo de suicidio

La precaria situación de la salud mental en las cárceles españolas: Sin personal ni medios para atender a los reclusos

Un 30% de la población reclusa padece algún tipo de trastorno psiquiátrico.
Un 30% de la población reclusa padece algún tipo de trastorno psiquiátrico.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, ACAIP-UGT quiere poner el foco en el problema que supone padecer una enfermedad mental en prisión, algo que sufren el 30% de los internos. Es el caso de la doctora Noelia de Mingo, recluida en Fontcalent,donde permanece vigilada y custodiada 24 horas al día por alto riesgo de suicidio. Dese ACAIP, denuncian que la falta de personal y de medios impide que los presos "puedan recibir el tratamiento adecuado a su situación y favorecer la reinserción".

El 6,7% de la población en España, cerca de tres millones de personas, sufren ansiedad y depresión. Son datos que revela la Encuesta Nacional de Salud de 2017, la última publicada, aunque la cifra es, en realidad, mucho mayor a día de hoy.

Según el informe de investigación Las consecuencias psicológicas de la covid y el confinamiento, el 46% de la población española manifestó un aumento del malestar psicológico durante la etapa más severa de la pandemia. Ya sólo los datos del suicidio, la punta del iceberg de esta problemática, son realmente alarmantes. En España, una persona se quita la vida cada dos horas y media, diez al día. Una cifra que duplica a los fallecimientos por accidentes de tráfico y se multiplica por once en comparación con los homicidios.

Este preocupante escenario empeora, no obstante, si de lo que hablamos es de la población reclusa de nuestro país. En las prisiones españolas más de un 30% de los internos padecen algún tipo de patología psiquiátrica. Es el caso, por ejemplo, de la doctora Noelia de Mingo, recluida de nuevo en la cárcel psiquiátrica de Fontcalent, en Alicante, donde permanece vigilada y custodiada 24 horas al día por alto riesgo de suicidio. 

Como ella, se cuentan por miles los casos diagnosticados dentro de las prisiones españolas. Por ello, desde ACAIP-UGT, con motivo del Día Mundial de la Salud mental que se celebra este domingo 10 de octubre, recuerdan que la enfermedad mental "es uno de los principales problemas a los que se enfrentan a diario los trabajadores penitenciarios".

Falta de plazas y personal 

"Hacen falta plazas psiquiátricas en las prisiones españolas", denuncian desde el sindicato. En la Península, existen solo dos pequeñas cárceles psiquiátricas: una en Sevilla y otra en Fontcalent, Valencia. Aunque ambos centros tienen una capacidad para cincuenta internos, están abarrotados y apenas cuentan con el personal sanitario necesario para una correcta atención. "Tan solo hay cuatro psiquiatras entre los dos centros de los doce que serían necesarios".

La prisión de Fontcalent, en Valencia, es una de las dos únicas prisiones psiquiátricas de la Península. 

Según datos oficiales de junio de 2021, el déficit de médicos en las prisiones españolas es del 48,74%, superando el 50% en 44 centros. Destacan los centros penitenciarios de Valencia y Dueñas con más de un 77% de vacantes cada una, o el centro de Ocaña I en el que solo hay un médico de los cinco que figuran en su relación de puestos de trabajo.

"No todas las personas privadas de libertad están diagnosticadas, a muchas de ellas se les detecta una vez han protagonizado un altercado o tienen un comportamiento inadecuado, por lo que el diagnóstico precoz sería parte fundamental para evitar muchos de los incidentes que se producen en el interior de los centros penitenciarios entre reclusos, y entre estos y los trabajadores".

A la falta de facultativos que garanticen una correcta atención y un diagnóstico adecuado se suma, además, una importante carencia "por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de formación del resto de profesionales" para atender a estos internos y facilitar las herramientas adecuadas, tanto en materia de tratamiento, como de seguridad.

Por ello, desde ACAIP-UGT quieren poner el foco en el problema que supone la enfermedad mental en prisión. "Es necesario aumentar el número de plazas psiquiátricas, dotar a los hospitales psiquiátricos penitenciarios existentes del personal necesario para su atención, cubrir las más de 3.000 vacantes de profesionales que existen en las prisiones españolas y que la administración penitenciaria facilite las herramientas necesarias de formación y seguridad para que, todos los internos en general, y los enfermos mentales en particular, puedan recibir el tratamiento adecuado a su situación y favorecer la reinserción una vez cumplida su pena privativa de libertad, que no hay que olvidar que es el fin último de la institución penitenciaria". 

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