16 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Su madre fue la actriz Celeste Holm, ganadora de un Oscar, a la que se enfrentó cuando esta se quiso casar por cuarta vez con un hombre más joven

La historia de Ted Nelson: El inventor del hipertexto en Internet cumple 85 años

Ted Nelson y su madre Celeste Holm.
Ted Nelson y su madre Celeste Holm.
Ted Nelson, inventor del hipertexto y la idea precedente de lo que hoy conocemos como Internet, cumple 85 años. Su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres. Su madre era la afamada actriz de Hollywood Celeste Holm ganadora de un Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por 'La barrera invisible' (1947) de Elia Kazan y coprotagonista de la célebre cinta 'Eva al desnudo' (1950) junto a Bette Davis con la que vivió una enemistad legendaria.

A punto de cumplir 85 años, Ted Nelson pasará a la historia como el inventor del término hipertexto, una forma de organizar la información a través de enlaces y conexiones lógicas que se encuentran comúnmente en cualquier artículo en internet. Si ahora todo este fenómeno sociológico es moneda corriente, cuando el filósofo y pionero en la tecnología de la información lo creó a principios de los años sesenta sentó las bases de una gran revolución en el ámbito de la comunicación. En su artículo académico No more teacher’s dirty looks (1963) lo explica todo.

En aquella década que supuso una ruptura con lo establecido, en Estados Unidos surgieron proyectos que fueron el embrión de internet.  El gobierno americano quiso utilizar aquel invento para obtener información inédita sobre el nivel militar de la Unión Soviética en caso de ataque. El mundo estaba sumergido en plena Guerra Fría y, sesenta años después, Rusia vuelve a estar en el punto de mira en el que más allá de la dark web se esconden los secretos más terroríficos de la humanidad.

Nelson fue un adelantado ya que en 1960 creó el Proyecto Xanadú que, aunque nunca se llevó a cabo, con el surgimiento del WWW, acrónimo de World Wide Web, se demostró que sus ideas eran certeras. De hecho, Tim Berners-Lee, inventor de la web, se basó en el experimento de Nelson. En 2005 dio una clase magistral en la e-Week de la Universitat de Vic.

Hijo de Celeste Holm

Poca gente sabe que su madre fue una de las actrices legendarias del Hollywood clásico. Hablamos de Celeste Holm, intérprete de títulos tan inolvidables como La barrera invisible (1947), por la que ganó el Oscar a la mejor intérprete de reparto, o Eva al desnudo (1950), durante cuyo rodaje se gestó una de las mayores enemistades de la historia de Hollywood. Celeste Holm y Bette Davis se odiaron mutuamente. Esta última también rivalizó con Joan Crawford.

Ted Nelson con su madre Celeste Holm y también mítica actriz Patricia Neal. 

Cuando Ted Nelson nació en 1937, Celeste Holm tenía veinte años e intentaba labrarse un futuro como actriz. En 1943 alcanzó el estrellato por el que siempre sería recordada en Broadway, el musical Oklahoma!. Estaba tan ensimismada en satisfacer sus sueños que envió a su retoño a casa de sus padres para que se ocuparan de su crianza. Aquello marcó, para mal, a aquel niño retraído con un coeficiente intelectual fuera de lo común en cuya biografía, Possiplex, ni tan siquiera menciona a su progenitora.

Su padre, el director Ralph Nelson, fue el primero de los cuatro esposos de la actriz. No obtuvo el reconocimiento popular que merecía a pesar de haber realizado uno de los clásicos que hizo historia en el cine ya que Sidney Poitier se convirtió en el primer hombre negro en ganar el Oscar al mejor actor por Los lirios del valle (1963). La ovación fue generalizada a pesar de la segregación racial. Sin embargo, aquel logro nada tuvo que ver con el racismo y el sufrimiento padecido por Hattie McDanield, la criada de Scarlet O’Hara en Lo que el viento se llevó (1939), que fue la primera persona negra en ganar la estatuilla dorada a la mejor intérprete secundaria. Además, Nelson también dirigió a Cliff Robertson en Charly (1968), por cuyo papel también se llevó a casa el Oscar al mejor actor.

Con su tercer marido, relaciones públicas de una compañía aérea llamado A. Schuyler Dunning, tuvo a su segundo hijo, Daniel, que sí tuvo la oportunidad de crecer bajo el ala materna, aunque no el tiempo que a él le hubiera gustado. Tras su divorcio llegó el cuarto hombre de su vida, el actor Wesley Addy, que curiosamente había trabajado en ¿Qué fue de Baby Jane? (1962), con Bette y Joan. La pareja consolidó treinta años de matrimonio hasta la muerte de él en 1996.

Guerra familiar

Cuando Celeste se casó con su quinto esposo, el excamarero y barítono Frank Basile, cuarenta y seis años más joven, estalló una guerra familiar. Los dos hijos de Celeste le acusaron de arribista y de querer apropiarse de los bienes de su madre, por lo que todos se enzarzaron en una batalla legal durante más de cinco años que conllevó la ruina de la leyenda del cine. Los dos millones de dólares que tenía ahorrados se evaporaron en abogados y la comunidad de propietarios del Brentmore, edificio donde vivía en un fabuloso dúplex de casi 600 metros cuadros la demandó por 51.000 dólares por atrasos en el pago de las cuotas mensuales de comunidad que hace una década ascendían, según The New York Times, a 6.168.13 dólares.

Celeste Holm, Hugh Marlowe y Bette Davis en 'Eva al desnudo' (1950). 

El matrimonio estaba en la ruina. Por eso, el portavoz de la junta de propietarios les prometió que no serian desahuciados. “No se están portando bien. Los hijos de Celeste nos están haciendo la vida imposible y ella está tremendamente triste. Especialmente Daniel, que se ha ido quedando con mucho dinero”, aseguró Basile en 2009 a quien escribe estas líneas. En aquel momento, la salud de su esposa estaba tremendamente deteriorada. Estirada en un sofá en el que recibía alimentación a través de una sonda. “Es todo tan horrible…”, me declaraba con apenas un hilillo de voz.

Ted y Daniel quisieron impedir que Basile se quedara con su tajada, pero finalmente claudicaron y llegaron a un acuerdo cuando Celeste Holm falleció a los 95 años en 2013. Cada uno se llevaría un tercio de la venta del apartamento cuyo vecino de abajo era ni más ni menos que Robert de Niro. Tras su fallecimiento, el hogar en el que Daniel había crecido con vistas frontales a Central Park se puso a la venta por 13,95 millones de dólares. Poco después el precio se redujo en dos millones. Nada mal si tenemos en cuenta que la actriz compró la propiedad en metálico en 1953 por 10.000 dólares.

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