16 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La tercera ola no será de coronavirus sino de patologías que no están siendo atendidas, aseguran asociaciones de usuarios

La verdadera crisis sanitaria: Las largas listas de espera acaban con la vida de enfermos crónicos

La pandemia desbordó la capacidad y los recursos de los hospitales españoles.
La pandemia desbordó la capacidad y los recursos de los hospitales españoles.
La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS Estatal) ha convocado manifestaciones en toda España para reivindicar la Sanidad pública del país. Y es que asociaciones como la majorera Salud y Sonrisas han denunciado el funcionamiento de un sistema que consideran insostenible y cuyas miserias se están agravando con la pandemia. Ya han muerto dos personas en Burgos y Castilla y León de cáncer por no ser atendidas a tiempo.

En medio de esta segunda ola de contagios de Covid-19 en España, muchas voces hablan ya de una posible tercera ola que llegaría en invierno y cuyas consecuencias podrían ser devastadoras. A este respecto, Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, declaró el pasado jueves que, aunque teóricamente el invierno es más propicio para el arraigo del virus, se espera evitar, o al menos controlar, este tercer envite.

Más allá de lo que pueda deparar esta lacra en el futuro, lo cierto es que la crisis sanitaria que ha desatado el coronavirus está destapando las carencias de una Sanidad Pública que siempre es foco de polémica. En este sentido, la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS Estatal) ha convocado para el 17 de octubre decenas de concentraciones, manifestaciones y demás movimientos de protesta a lo largo y ancho de toda la geografía española bajo el lema “¡Nunca más muertes evitables! ¡Nunca más negocio con la Sanidad! Derogación de la Ley 15/97 y del Artículo 90 LGS”.

Las asociaciones de pacientes y usuarios ya advierten: "La tercera ola no será de coronavirus sino de enfermos crónicos que no están siendo atendidos.

 Lidia González, fallecida de 22 años.

Hay que recordar a la primera víctima de este sistema, una burgalesa de 22 años, Lidia González, que fallecía en el mes de julio de un tumor cerebral tras esperar dos meses, sin ningún tratamiento, los resultados de unas pruebas que nunca llegaron. Su madre denunció que esa "tardanza" por parte del Hospital Clínico de Valladolid, provocada por la pandemia, le costó la vida a su hija. 

También Sonia Sainz-Maza, de 48 años, vecina de Espinosa de los Monteros, fallecía en el mes de agosto de este año por un cáncer de colon con metástasis, sin que, a pesar de las persistentes llamadas a su médico de familia, éste admitiera recibirla en consulta, ni explorarla ni siquiera la mandó realizar una analítica, hasta que finalmente se le detectó el referido cáncer del que falleció en septiembre.

Sonia Sainz en una foto cedida por su familia.

Uno de los puntos donde se han previstos estos actos es la isla canaria de Fuerteventura. En esta localización, las acciones de protesta las canaliza principalmente la asociación Salud y Sonrisas, que lleva años pidiendo mejoras para un sistema sanitario majorero muy limitado cuyas dificultades se han agravado, si cabe aún más, a raíz de la pandemia. Dos representantes de la agrupación, el economista José Juan Sanso y el doctor en medicina y cirugía Eduardo Blasco, tomaron parte en el programa La Mañana, de Radio Insular, para radiografiar la situación de la Sanidad española y, especialmente, la de Fuerteventura.

El hospital de Fuerteventura solo cuenta con seis camas de UCI. 

En este escenario, Blasco calificó la situación de la Sanidad de Fuerteventura como “insostenible”, añadiendo además que “cada vez va a peor”, una coyuntura que, según su criterio, se ha agravado con la pandemia. Además, declaró que la concentración del 17 de octubre “es un recordatorio de que la Sanidad pública es indispensable”. Un factor específico de su indignación se concentra en la escasez de camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) disponibles en Fuerteventura pues, de acuerdo con sus palabras, solo poseen 6 y la mitad de ellas están ocupadas: “Los pacientes Covid son de larga duración en UCI y estamos jugando con fuego”, explicó.

Su compañero en Salud y Sonrisas, José Juan Sanso suscribió las palabras de Blasco, apuntando además que “había un plan previsto para mejorar la Sanidad de la isla que se ha paralizado con el Covid” y destacando que hay mucha gente “en espera de pruebas por enfermedades graves”. Por tanto, animan a los majoreros a apoyar la concentración y esperan que su lucha pueda dar frutos.

Blasco y Sanso analizaron para el citado programa lo que viene sucediendo en nuestro país durante los tiempos de pandemia en materia de Sanidad y, además, denunciaron el mal funcionamiento que, a su juicio, padece este sector en España. Para comenzar, Blasco reivindicó la necesidad de una explicación que aclare en qué se han destinado los 9.000 millones de euros que Sánchez prometió enviar a las Comunidades Autónomas para gastar en Sanidad.

Canarias, ejemplo de España

Según su criterio, al menos en Canarias, no son visibles los supuestos refuerzos de la primaria y las contrataciones de especialistas que tenían que llegar. Por tanto, alertó en este programa de radio de un potencial colapso de todo el sistema sanitario español debido a la falta de recursos de los centros médicos para atender la demanda de pacientes que llevan meses sin ser atendidos. En definitiva, la que según Blasco será la verdadera “tercera ola” y no la del Covid. Este colapso, conforme a sus palabras, podría acelerarse teniendo en cuenta que el pasado día 15 de octubre comenzaba la vacunación contra la gripe: “Si los hospitales están colapsados, ¿cómo vamos a vacunar a la población?”, argumentó.

Los médicos españoles deben someterse al examen de acceso al MIR si quieren especializarse. 

Paralelamente, indicó su posición respecto de la Sanidad privada. En esta línea, se mostró contrario a que los centros sanitarios públicos “se puedan gestionar por entidades privadas” y de que “los pacientes de hospitales que no están rindiendo por falta de personal o porque no se trabaja por la tarde se deriven a la privada para que, tras el diagnóstico, los asuntos graves vuelvan a la pública”.

Blasco lamenta una competencia que define como “desleal” que hace la Sanidad privada a la pública en España, fruto de la exigua remuneración que reciben por su trabajo los profesionales sanitarios que trabajan en el ámbito público. Una circunstancia que, según los representantes de Salud y Sonrisas, se hace más sangrante teniendo en cuenta el duro camino que los estudiantes de medicina tienen que recorrer en España.

Y es que, en nuestro país, para llegar a ejercer y especializarse, se requiere de los médicos altísimas calificaciones en la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), un grado de seis años de duración y sesudas pruebas de especialización como el examen de especialización interno residente (MIR). Sanso suscribe las palabras de su compañero y lamenta la precaria situación de muchos de los médicos españoles, obligados a descartar sus regiones de origen como posible destino laboral. En cualquier caso, queda ver si las protestas de agentes como  Salud y Sonrisas este fin de semana provocan alguna reacción a nivel institucional encaminada a la mejora del sistema de Sanidad Pública. 

 

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