25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El secretario general de los comunistas tomó partido hace días por Yolanda Díaz y por ello perdió el puesto de secretario de Estado de la Agenda 2030

Pablo Iglesias rompe su amistad con el líder del PCE Enrique Santiago, que le prestó su casa de verano en Asturias

El Cierre Digital en
/ Iglesias y Santiago.
La relación entre Enrique Santiago y Pablo Iglesias ha saltado por los aires a cuenta de la guerra que mantiene abierta Podemos contra Sumar e IU. El secretario general del Partido Comunista de España se mostró proclive al pacto entre los morados e Izquierda Unida y en el verano de 2020 demostró su cercanía a Iglesias prestándole su casa de verano, ubicada en Asturias.

La repetición electoral de 2019 sembró dudas en Alberto Garzón, que se mostró proclive a que Unidas Podemos facilitase un Gobierno monocolor del PSOE a cambio de un acuerdo programático. Esta postura era diametralmente contraria a la de Pablo Iglesias, que se fajó en cerrar un pacto histórico, y de otros compañeros de Garzón como Yolanda Díaz, que rompió el carnet de IU, o Enrique Santiago

Una vez cerrada la coalición, a Garzón no le tembló el pulso para exigir un ministerio antes de reconciliarse con Díaz, a la que actualmente apoya sin fisuras para inquietud de Pablo Iglesias. El fundador de Podemos se ha alejado de Díaz, Garzón y Enrique Santiago, que no quieren que Podemos siga liderando el espacio de la izquierda transformadora. 

De cuando Santiago daba la cara por Iglesias

Iglesias tuvo que hacer un encaje de bolillos en 2019 para dar sitio en el Congreso a Enrique Santiago, al que en 2021 convertiría en secretario de Estado de la Agenda 2030 en sustitución de Ione Belarra (ascendida a ministra de Asuntos Sociales tras la salida del fundador de Podemos del Gobierno). 

En 2020 Santiago visitó a Iglesias e Irene Montero en su chalet de Galapagar, frente al cual decenas de manifestantes acosaban a la pareja día y noche. El secretario general del PCE se llegó a bajar de su coche para encararse con los ruidosos: "A ti ya te tengo identificado", le espetó a uno. 

Ese mismo verano, Montero e Iglesias intentaban descansar unos días de vacaciones en una casa que Santiago tiene en Felgueres (Asturias), pero en las redes sociales filtraron dónde estaba la pareja del momento y esta se volvió a Madrid. 

Lejos quedan las complicidades entre Santiago y su examigo Iglesias, que no le habla desde que el PCE se posicionó junto a Sumar e IU para arrinconar a Podemos en los acuerdos ante las elecciones andaluzas. 

"La relación personal es buena, y la política creo que es conocido por todo el mundo cómo está", decía Santiago este verano tras perder la secretaría de Estado. Peor carácter mostró hace unos días en RNE al arremeter contra Iglesias por pedir el "respeto" de Díaz a los afiliados de Podemos: "Cada uno queda claramente retratado por las cosas que dice en cada momento y el contexto en que las dice".

Valencia, clave de la ruptura entre el 'yolandismo' y Podemos

En octubre del pasado año Compromís comenzaba a organizar un acto para noviembre en Valencia protagonizado por Mónica Oltra, Mónica García, Ada Colau o Yolanda Díaz. En el estrado había una ausencia significativa: la de Ione Belarra, secretaria general de Podemos.  

enfado

Enrique Santiago en Galapagar. 

En esos momentos, tal y como desvelaron este domingo El País y eldiario.es, un enfadado Iglesias le mandó duros mensajes a Díaz, que ni siquiera le respondió. "Yolanda Díaz y Pablo Iglesias casi no hablan desde el 12 de octubre de 2021. Ni una reunión, ni un café, ni una comida, ni una cena. Apenas algunos mensajes. Solo se han visto dos veces en el último año, cuando han coincidido rodeados de gente en un par de eventos públicos (. . .) Toda relación entre ambos está rota y es muy difícil que pueda recomponerse", cuenta Nacho Escolar. 

Vida y milagros de Enrique Santiago 

Enrique Santiago Romero nació el 18 de julio de 1964 en Madrid. Es licenciado en Derecho, Máster en Derecho Financiero y Tributario y Máster en Gestión y Administración de fundaciones y entidades no lucrativas. También es especialista universitario en Derecho del Trabajo y Seguridad Social y en derecho de asilo y refugio.

Fue secretario general de la Unión de Juventudes Comunistas de España entre 1990 y 1992 y asesor de la mesa de conversaciones de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano entre 2012 y 2016.

El portavoz de IU en el Congreso fue miembro del Buró de la asociación Internacional de juristas demócratas y presidente del Foro de abogados y abogadas de izquierdas entre 2012 y 2017, cuando fue elegido secretario general del PCE. 

Santiago, orgulloso leninista y criticado desde medios conservadores por tener un importante patrimonio personal (tiene un ático con dos terrazas en Chamberí valorado en casi un millón de euros y la citada casa en Asturias), asumió el liderazgo del PCE y acopló el ritmo de este partido al son de Podemos. 

Las líneas estratégicas que asumió el PCE hace cinco años fueron las del marxismo-leninismo, sectorialización y construcción de poder y unidad popular para avanzar hacia la III República.

Tres décadas con Enrique Santiago

Cayó el Muro y Julio Anguita intentaba levantar al PCE dentro de Izquierda Unida. 'El Califa' se encontró algunos apoyos para hacerlo. Y entre ellos destacaba un joven Enrique Santiago, que en 1990 se convertía en líder de la Unión de Juventudes Comunistas de España (las juventudes del PCE). 

La caída de Anguita a finales de los noventa situó a Santiago entre los comunistas llamados a sucederle. Pero el PCE apoyó en el 2000 con fuerza al histórico Paco Frutos, que se estrelló en las generales de ese año y perdería las primarias de IU frente a Gaspar Llamazares

Enrique Santiago intentó 'vengar' la afrenta para el PCE en 2004, pero IU eligió a Llamazares que acababa de hundir más aun a la coalición. Pero el triunfo de Zapatero, y la celebrada cercanía del PSOE e IU tras años de guerra entre Felipe González y Julio Anguita, posibilitaron la derrota por la mínima del abogado. 

La elección de Santiago en el PCE en 2017 llegó cuando nadie pensaba que iba a lanzarse a la primera línea política tras haber perdido las primarias de 2004 de IU contra Gaspar Llamazares a pesar de haber vencido al asturiano en voto popular. En 2015, tras haber ayudado a Cayo Lara a tomar el poder en la coalición, dimitió de la cúpula de IU por su desacuerdo con el rumbo tomado por este proyecto

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