29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Figura en un informe policial por continuas reuniones con el director de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, y dice ser espiado por el CNI

El exconsejero vasco Azkarraga, portavoz de SARE, enlace con el Gobierno para acercar a los presos etarras

/ Azkarraga
El portavoz de la red de apoyo a presos de ETA, Joseba Azkarraga, acusa al CNI de perseguirlo por la calle, lo que ha provocado un gran enfado entre los miembros del servicio de vigilancia español. El portavoz de la red de apoyo de presos a ETA, denominado SARE, es el enlace con el Gobierno de España para su acercamiento al País Vasco, evidencia notable tras salir a la luz un informe donde se ve que se reúne de forma habitual con el responsable de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz.

"Tenemos 200 presos en la cárcel. Si para sacarlos hay que votar los presupuestos, votaremos". Con estas palabras Arnaldo Otegi reconocía en octubre del pasado año la motivación que lleva a Euskal Herria Bildu a votar 'sí' a un Ejecutivo liderado por el PSOE.

Esos presos están protegidos por una red de apoyo denominada Sare, cuyo portavoz es Joseba Azkarraga, militante del PNV en su juventud y consejero por Eusko Alkartasuna de Justicia del Gobierno de Euskadi entre 2001 y 2009 bajo la presidencia de Juan José Ibarretxe.

Azkarraga y Ortiz

Joseba Azkarraga ha saltado a la primera plana tras aparecer en un informe policial por los numerosos contactos que ha mantenido recientemente con el máximo responsable de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz.

En el mismo dossier varios exreclusos cercanos Azkarraga reconocen haber disfrutado de un "tratamiento especial". Según fuentes consultadas por elcierredigital.com, el exconsejero vasco y portavoz de SARE, se ha convertido en el enlace esencial con el Gobierno de Pedro Sánchez para lograr acercar a los presos etarras al País Vasco.

Desde Instituciones Penitenciarias niegan estas afirmaciones y aseguran que "Azkarraga no interviene en las decisiones sobre los presos de ETA", cuestión dependiente de las juntas de tratamiento de las cárceles del País Vasco y de la Secretaría General de la institución liderada por Ángel Luis Ortiz.

Por su parte, Joseba Azkarraga ha intentado quitar hierro a sus contactos periódicos con el director de Instituciones Penitenciarias. Pero sí que ha dado valor, sin embargo, al supuesto espionaje que ha sufrido por parte del CNI. Así lo ha manifestado, sin cortapisas, este exconsejero de Justicia del Gobierno vasco en plena polémica por el espionaje del Pegasus.

"A mí me siguieron por mi militancia en la red Sare. Hay que recordar que en enero de 2015, tras la manifestación que hicimos en Bilbao, la Guardia Civil nos quitó toda la recaudación. Por cierto, seguimos sin saber qué pasó con eso. Lo cierto es que a partir de ahí se inició un seguimiento por parte de la Guardia Civil y, en este caso, por parte del CNI", asegura.

Joseba Azkarraga, exconsejero vasco. 

Azkarraga lo ha contado así al diario Público: "Un día de junio de 2015, mi hija me acompañó andando hasta la sede de Sare en Vitoria. Al salir, me doy cuenta que había dos tíos jóvenes que se quedan quietos. Seguimos andando hasta la parada de la tranvía y veo que uno de ellos se acerca. Nos íbamos a bajar en la última parada pero decidí hacer una prueba, por si acaso eran elucubraciones mías: a la altura del Parlamento Vasco le dije a mi hija que me iba a bajar allí. Entonces bajé del tranvía, y él también. Me volví a meter rápidamente; él también. Entonces decidí llamar a un número de teléfono que me habían dado cuando dejé el cargo de consejero de Justicia del Gobierno Vasco".

El portavoz de Sare dice que a continuación "vinieron unos ertzainas de paisano a la última parada del tranvía, donde nos bajamos. Les indiqué quiénes eran los hombres que me perseguían, que en ese momento se habían sentado en un banco. Los ertzainas me pidieron que hiciera un recorrido determinado para ver si me seguían, y así fue. Entonces los policías fueron donde ellos. Escuché que los ertzainas les preguntaron quiénes eran y ellos dijeron que eran "compañeros", que eran del CNI y que estaban haciéndome un seguimiento. Los ertzainas tomaron nota de la situación y me informaron de lo que ocurría".

"Estamos bajo la lupa. De hecho, este mismo año se han filtrado conversaciones que tuve con los presos en las cárceles. Son cosas que nada tienen que ver con el funcionamiento de un estado democrático. No puede ser que una parte importante de la ciudadanía esté criminalizada por sus actividades legales", añade sin cortapisas.

Pragmatismo en EH Bildu

El giro pragmático dentro de EH Bildu se evidencia en la ponencia aprobada en su último Congreso: "Debemos vaciar nuestra política de alianzas de esencialismos, entenderla en función de nuestros objetivos y no según criterios morales. Una política de alianzas adecuada es la que nos acerca a nuestros objetivos, no la que nos mantiene en una zona de confort o en posiciones de pureza", aseguran los dirigentes independentistas abertzales.

De este modo, Arnaldo Otegi, que ha disparado los números electorales de la izquierda abertzale y ha apostado de forma inequívoca por el final del conflicto violento en el norte, se rodeará de varios de los afectados por el 'caso Bateragune'.

Una de ellas es Miren Zabaleta, nueva máxima responsable de la línea política de EH Bildu en Navarra, que explica que "han pasado diez años desde que se iniciara el ilusionante camino emprendido por Euskal Herria Bildu. Desde entonces hemos demostrado que en política, a veces, uno más uno es más que dos. En Navarra, ejemplo de ello es haber contribuido a construir mayorías alternativas a UPN".

Enfado del PNV hacia EH Bildu

El pragmatismo de EH Bildu escuece en el PNV, que vio con pavor cómo Arnaldo Otegi intentó negociar un tripartito progresista con el PSE y Podemos tras las elecciones autonómicas vascas del pasado año.

Andoni Ortuzar, presidente del PNV, ha mostrado su enfado porque Podemos apostó por este hipotético Gobierno Vasco abortado por los socialistas. Tanto que el jeltzale asegura que "Pablo Iglesias es un vendehumos. Ha querido traslucir que es el nexo de las izquierdas cuando no era verdad, utilizando a ERC, que no se ha dejado tanto, y a Bildu, que se ha entregado a esa estrategia porque es menos vergonzante explicar a su gente su sumisión en Madrid porque tiene un acuerdo con Iglesias, que porque se tiene que comer crudos los apoyos a Sánchez de manera acrítica para que pasen cosas en política penitenciaria".

Según Ortuzar, EH Bildu no quiere "hacer nada con el PNV. Tienen una peneuvitis degenerativa. Y quienes tienen que negociar son las instituciones vascas. Nosotros estamos para apoyar. Si Bildu tiene tantas ganas de que las cosas vayan bien, que se lea el documento Next y decida qué proyectos apoya y le diga a Madrid que esos tienen su apoyo".

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