Dimite la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, que también deja el PP

Silvia Clemente, anunció ayer su dimisión de todos sus cargos como procuradora y presidenta de las Cortes de Castilla y León al igual que anunció su baja como militante del Partido Popular. En su última intervención como presidenta, se ha limitado a leer un duro comunicado en el que ha arremetido contra el partido político que la llevó a ocupar altos cargos en la Junta de Castilla y León desde el año 2001, cuando fue nombrada consejera de Medio Ambiente, así como contra el actual presidente del PP regional Alfonso Fernández Mañueco, al que acusa veladamente de estar detrás de su descrédito.

Clemente ha recordado cómo asumió en 2015 la presidencia del Parlamento regional tras pasar por varias consejerías de la Junta,, y no ser propuesta por Juan Vicente Herrera para continuar en el Ejecutivo regional y cómo en 2017 fue nombrada  coordinadora del programa electoral del PP de Castilla y León. Así, en la que ha tildado como la decisión “más difícil” de su trayectoria política ha señalado como principal motivo que: “el PP de Castilla y León carece de ambición, no tiene contenido y no hay iniciativas para que la Comunidad tenga un futuro mejor”. “Me bajo de este proyecto, no quiero ni puedo seguir en él, soy una persona coherente, quiero cumplir los compromisos adquiridos y eso no es posible cuando a quien está al frente del proyecto no le importa cumplirlos”.

Acosada por los escándalos

Silvia Clemente no se ha detenido en estas críticas, también ha señalado veladamente a su partido de atacarla personalmente: “Yo me he dedicado a trabajar y la dirección de mi partido a alentar campañas de difamación contra mí”. 

Esta acusación viene a colación de las informaciones publicadas por Eldiario.es en el que se informaba como ella y su segundo marido, el empresario Francisco Javier Meléndez, propietario de la empresa Patatas Melendez,  habrían reformado una casa de campo familiar entre 2010 y 2012 con obras por valor de 1.165.390 euros, según un informe encargado por el propio matrimonio. Según palabras de la madre del empresario,  en esa época su hijo cobraba “un sueldo de menos de 3.000 euros netos al mes".

Silvia Clemente junto a su marido, el empresario Javier Meléndez

La reforma se habría encargado cuando Meléndez y Clemente eran novios y ella era consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León. Además de las costosas reformas, siempre según eldiario.es, las mismas habrían sido ilegales porque nadie solicitó la preceptiva licencia de obras. La remodelación llamó la atención de la Oficina del Catastro, tras una inspección del Ministerio de Hacienda, que desencadenó posteriormente un cisma familiar con cruces de denuncias y acusaciones en los tribunales y una serie de demandas cruzadas entre la pareja y los padres de Javier Meléndez, propietarios originales de la vivienda, según afirmó el mismo periódico digital. Para hacer frente a estas denuncias, el matrimonio Meléndez encargó el informe a los constructores, que ahora ha visto la luz y ha dejado al descubierto el precio pagado por las obras.

En una información posterior de Eldiario.es se afirmó que la empresa que figura como "contratista" de la reforma millonaria que el marido de Silvia Clemente realizó en la casona familiar, recibió encargos de la Consejería de Agricultura y del Parlamento regional cuando Clemente estaba al frente.

Según la ya expresidenta, estas informaciones fueron presuntamente filtradas desde las propias filas del PP para propiciar su caída .