29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

A Manuel Maldonado la Policía de Inca le impide poner una mesa plegable para que la gente pueda firmar a favor de la Asociación del Menor Gitano

Impiden recoger firmas al colectivo gitano en Mallorca contra el abuso en los centros de menores tutelados

Maldonado con las hojas de firmas.
Maldonado con las hojas de firmas.
A Manuel Maldonado no le dejan recoger firmas en una mesita plegable, como si eso molestase a alguien. Este hombre, de la Asociación Nacional del Menor Gitano, recoge firmas junto a otros cientos en toda España para que los menores de esta etnia puedan vivir con familiares en vez de en centros tutelados. Pero en Inca, en la isla de Mallorca, su actividad molesta y a Maldonado la Policía Local le impide poner una mesita donde pedir firmas.

Actualmente la administración pública tiene bajo su tutela 47.493 menores. "La mayoría arrancados de sus familias con informes subjetivos y fuera de contexto creando indefensión absoluta a familias y menores llevándolos a centros de menores o con familias de acogida, todo ellos sin un juicio justo. Solo basta con la palabra de un simple funcionario" según Juan Cortés. Lo cierto es que la administración ingresa 60.000 euros por cada niño tutelado. La lucha contra esto es el objetivo vital de Juan Cortés. 

La lucha de Juan Cortés en favor de los menores tutelados se ha convertido en uno de los asuntos de mayor repercusión entre la etnia gitana. Las firmas que recoge el abuelo de la pequeña Mari Luz, junto a la Asociación Nacional del Menor Gitano, que preside José Maldonado, se han puesto manos a la obra y su objetivo es recabar el mayor número de firmas posibles, tanto de gitanos como de payos. Esta asociación denuncia lo que sucede en determinados centros de menores tutelados. Lo que él considera un “genocidio viviente contra los niños gitanos tutelados y también los no gitanos”.

Sin embargo, no todo son facilidades, ya que Manuel Maldonado, un responsable de esta asociación en la localidad mallorquina de Inca encuentra numerosas trabas para llevar a cabo su labor de recogida de firmas. Cada vez que ha intentado poner una mesa en la calle para hacer esta labor altruista la policía local se lo ha impedido con apercibimiento de multa, así que ahora Manuel lleva colgados los papeles y los ofrece a firmar por la calle.

Manuel Maldonado con las hojas colgadas.

En general, en los vídeos a los que ha tenido acceso Elcierredigital.com se pude comprobar la ilusión que entre la etnia gitana ha despertado esta lucha de que cual es cabeza visible, por su popularidad, el citado Juan Cortés. Toda la Asociación Nacional del Menor Gitano está volcada en este asunto. Incluido el tesorero, Miguel Fernández, al que se puede ver en otro de los vídeos. La comunidad gitana parece haber seguido el consejo que les enviaba hace unos días desde Elcierredigital.com: “Las familias están asustadas, pero yo les digo que lo que tienen que hacer es aprovechar el tirón de todo lo que ha pasado. La sociedad ha tomado conciencia gracias a estas noticias tan terribles y ahora es el momento”.

No está siendo sólo un movimiento de carácter civil, sino que también se implicado al Iglesia Evangélica. Recordemos que la mayoría de los gitanos españoles profesan la fe evangélica adscrita a la Iglesia Evangélica de Filadelfia que toma su nombre de una de las Siete Iglesias de Cristo citadas en el Apocalipsis. El propio hijo de Juan Cortés, Juan José, es pastor evangélico, una de las figuras de autoridad más respetada e importantes en la convivencia del día a día para el pueblo gitano.

Juan Cortés está acostumbrado a luchar. Tras la tragedia vivida con su nieta, hizo lo posible para la reforma del Código Penal y poder incluir la prisión permanente revisable, que finalmente se consiguió en 2015, bajo el mandato de Mariano Rajoy. 

Ahora el objetivo de Juan es iniciar una captación de firmas, de nuevo, para conseguir otra Iniciativa Legislativa Popular (ILP). “Ya tenemos medio millón de firmas, pero nuestro objetivo es llegar a cinco millones”, aseguraba en su momento Cortés a Elcierredigital.com. 

Los casos recientes en Mallorca (las menores supuestamente prostituidas y la noticia de que el director de la Fundación Nazaret, Guillem Cladera, está siendo investigado por un juzgado de instrucción de Palma, acusado de haber abusado sexualmente de uno de los menores acogidos en el centro bajo la tutela de la Administración) han servido de acicate para una reivindicación que no es nueva, pero que ahora ha obtenido visibilidad.

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