Ernest Maragall, candidato de ERC: "Hay una delincuencia urbanizada que se ha instalado en Barcelona"

El pasado mes de mayo ERC anunció la candidatura del político Ernest Maragall en las elecciones municipales 2023 a la alcaldía de Barcelona que se celebrarán el próximo 28 de mayo. El hermano de Pasqual Maragall regresa al terreno político tras quedarse a las puertas de lograr la vara de alcalde en los comicios de 2019 frente a Ada Colau. Su aparición con fuerza en estos próximos comicios para regir la Ciudad Condal ha hecho que otros mediáticos candidatos como Sandro Rosell, expresidente del Fútbol Club Barcelona, retiren su candidatura ante su llegada a la lucha electoral.   

Desde elcierredigital.com nos hemos puesto en contacto con el candidato de ERC  y miembro de una de las sagas políticas más relevantes de Cataluña. En una entrevista que nos ha concedido ha afirmado que “no pararé hasta recuperar el orgullo, la confianza y la ambición perdidas en Barcelona”.

-Su trayectoria política comenzó bajo el régimen franquista.

- Fueron años de lucha por la democracia y por la dignidad de la ciudadanía. La lucha por la libertad desde los ámbitos en los que estábamos cada uno trabajando, en mi caso, desde el Ayuntamiento como informático, compartíamos proyectos políticos. Eso implicaba estar en la calle, en los barrios... ese fue un período que supuso una lección vital y de riqueza. 

-Vuelve a repetir candidatura tras las elecciones de 2019, ¿cómo afronta este nuevo proceso electoral?.

- Lo afronto con toda la confianza y con toda la energía. Con la capacidad mejorada respecto hace cuatro años. A lo largo de este tiempo hemos podido pisar la ciudad, hablar y escuchar a miles de ciudadanos y, por tanto, aprender. Incorporar riqueza, potencia y ambición a nuestro proyecto. Me siento en mejores condiciones que nunca para tratar de representar a la ciudadanía de Barcelona.

- ¿Qué opina de sus rivales?.

- No son rivales. Son ciudadanos que en el ejercicio de sus derechos democráticos pretenden lo mismo que yo: ostentar una representación social. Y espero que también presentar sus ideas para la ciudad. Estamos en un momento en el que es muy importante el futuro de Barcelona y diversas cuestiones planteadas en torno a ella: qué rol tiene, cómo debe de crecer, la equidad social.. y, sobre todo, cómo hacer frente a las nuevas complejidades derivadas de los últimos acontecimientos durante estos últimos años: la pandemia, la crisis energética, la crisis económica y, especialmente, el crecimiento de la desigualdad social. 

Ernest Maragall.

- Las últimas informaciones sobre Barcelona apuntan a que es una de las ciudades más inseguras, ¿cuál es su proyecto para la Ciudad Condal?.

- Es hablar de todo y tener capacidad para atender todas las cuestiones. Hay unas muy básicas en referencia a cómo funciona la ciudad en cuestiones de la que no deberíamos de hablar tanto y hacer más: seguridad, limpieza y movilidad. Estos aspectos se han convertido en primer plano improcedente y deberíamos de estar hablando de lo que pasa en la conexión de la ciudad con el área metropolitana, transporte público, vivienda... y la percepción de inseguridad es un reflejo de que no estamos tratando esos temas a fondo. 

Se deben de tratar estos temas desde la responsabilidad compartida, porque hay una delincuencia urbanizada que se ha instalado en Barcelona y eso requiere no solo eficiencia de la Guardia Urbana sino también de una determinada coordinación con servicios de inteligencia europeos. Hay muchas cuestiones a tratar en materia de seguridad que deben de coordinarse. 

- Esquerra apuesta por la negociación.

-Esquerra apuesta por la negociación y por la dignidad colectiva, por la afirmación de un proyecto de construcción de país en democracia, de acercarnos a ese proyecto de emancipación o lo que llamamos independencia por una vía europea. Ahí estamos, sin abandonar el terreno de la convicción democrática. Hay que acabar con la represión. Cada día tenemos noticias nuevas de la Fiscalía, de la Abogacía del Estado y eso demuestra que nuestra voluntad colectiva está en cuestión. 

-No querrá empañar el gran legado que dejó su hermano Pasqual.

- Yo querría, a partir de ahí, proyectar la ciudad con un grado de ambición, de confianza en sí misma y de orgullo, que de alguna manera se ha perdido. La institución ha dado la espalda a la ciudadanía y no responde en términos de liderazgo. Administra, gestiona, prueba, pero no hay una visión con respecto a los ciudadanos. Creo que mi proyecto consiste en que hay un activo en esta ciudad para construir el mejor futuro para todos, no solo para unos cuantos. 

Ahora tenemos muchas excelencias pero también tenemos un océano inmenso de precariedad, de gente que no puede decidir cómo vive sino cómo sobrevivir. Esto es un drama para Barcelona y no tiene nada que ver con la ciudad ni con su historia. Debemos de revertir todo esto de una manera urgente.

- Su hermano se retiró de la política tras ser diagnosticado de Alzheimer, ¿cómo se encuentra actualmente?

-Mi hermano se encuentra bien físicamente y está en una institución donde se encuentran miles de enfermos con ese deterioro de capacidad cerebral irreversible, al menos de momento y con consecuencias terribles.