29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Educación busca con ello redistribuir equitativamente a los escolarizados entre los centros públicos y concertados

Critican formulario intrusivo de acceso a colegios vascos para detectar alumnos vulnerables

El Cierre Digital en Niños en una escuela.
Niños en una escuela.
Al departamento de Educación vasco le preocupa el porcentaje de alumnos vulnerables en los centros escolares públicos. Por eso, en la matrícula del siguiente curso, los padres tendrán que responder a un formulario con preguntas que determinan su nivel socioeconómico. La intención de esta medida es repartir a los alumnos vulnerables de forma equitativa en los centros, pero para algunos esto podría suponer una medida que genere más segregación.

Del 13 al 24 de febrero los padres que quieran matricular a sus hijos en los centros escolares vascos —públicos y concertados— tendrán que rellenar una prematrícula con un nuevo formulario aprobado por el área de educación de Euskadi, dirigida por Jokin Bildarratz. Este formulario, que tiene como objeto determinar el nivel de vulnerabilidad de los alumnos para poder repartirlos equitativamente por los centros, ha sido objeto de críticas de muchos padres y también de sindicatos.

El sindicato de trabajadores Steilas ya se pronunció al respecto cuando el Gobierno vasco presentó el decreto para la regularización del procedimiento y los criterios de admisión y escolarización del alumnado. “Esta medida no va a solucionar la situación en la que nos encontramos y este decreto es, además, una mera aplicación de la LOMLOE. El origen de la segregación es el sistema dual que tenemos en la actualidad, una forma de explicar todas las investigaciones”, manifestaban en una nota de prensa. Añadían, además, que “la distribución del alumnado vulnerable no es el único aspecto que afecta a la segregación”.

Sin embargo, sí que parece importante para el área de educación del Gobierno vasco, que centra esta nueva campaña de matriculación en ello. Y es que en un plazo de tres años todos los centros financiados con dinero público tendrán que intentar mantener la tasa de alumnos en situación de vulnerabilidad —según apuntan algunos medios— en torno al 10%.

¿Cómo determina el Gobierno vasco los alumnos vulnerables?

Para conseguirlo, el Gobierno vasco ha introducido, junto a los datos habituales en la preinscripción de alumnos en centros escolares, un cuestionario que ayudaría, supuestamente, a establecer el nivel socioeconómico de los alumnos. En él, además de preguntarse por los estudios y profesión de las personas de referencia que componen el núcleo familiar, se pregunta, entre otras cosas, por el número de libros que hay en el hogar (sin tener en cuenta revistas o libros de texto) o el número de cuartos de baño que tiene la vivienda.

Algunas de las preguntas del formulario.

Otro de los aspectos que los padres deben rellenar es el relativo a los recursos de los que disponen el hogar. Concretamente, se pregunta por la conexión a internet; la presencia de enciclopedias, diccionarios o libros de consulta; los libros de literatura clásica o contemporánea disponible (entre los que nombran a autores ejemplo como Shakespeare o Cervantes); la disponibilidad de periódicos a diario o revistas especializadas; y, una de las más comentadas, la suscripción a plataformas y televisión de pago.

En el formulario también se pregunta por el número de dispositivos electrónicos del hogar (de smartphones hasta e-books), dormitorios y automóviles.

Preocupación por generar más segregación

La nueva medida ha generado críticas no solo por el carácter privado de la información que se solicita a lo largo del documento, sino también por la veracidad con la que los padres y tutores legales lo rellenarían y los problemas que podrían derivar.

El grupo parlamentario de PP y Ciudadanos preguntaba a Bildarratz, a principios de febrero, cuál es la forma de “determinar de forma objetiva si un alumno es vulnerable o no” y qué medidas se tomarán “cuando un alumno considerado vulnerable oficialmente llegue al centro educativo para que no sea etiquetado como tal por alumnos, profesores o familias”. De este modo, expresaban su preocupación por la posibilidad de que una medida que pretende disminuir la segregación pueda generar más.

Otra de las preguntas que Bildarratz tuvo que responder fue referente a la posibilidad de que algunos alumnos vulnerables fuesen desplazados de centro para cumplir con las cuotas que la Consejería de Educación impondría a los centros. “En ningún caso provocará cambio de centro en el alumnado actualmente escolarizado”, respondía.

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