03 de octubre de 2023
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FIN DE SEMANA

Es utilizado por partidos secesionistas como Aliança Catalana, Front Nacional de Catalunya y Som Identitaris, que lograron notables resultados el 28M

El rechazo a la inmigración es usado también como 'gasolina electoral' por independentistas en Cataluña

/ Candidata en Ripoll
Aliança Catalana, Front Nacional de Catalunya y Som Identitaris son las tres formaciones independentistas que miran con rechazo a la inmigración, que se ha convertido en gasolina electoral para fuerzas estatales como Vox. El triunfo de un partido xenófobo en Ripoll (cuna de los terroristas de los atentados de Las Ramblas en 2017) y el regreso de Josep Anglada explican en parte este fenómeno.

España y Portugal eran una excepción a nivel global. Ambos países, cruces de caminos, se salvaban de la ola xenófoba que une a Donald Trump, Marine Le Pen, Viktor Orbán, Giorgia Meloni o Jair Bolsonaro

Ni siquiera el rechazo de Vox a la inmigración ilegal explica el auge de los de Santiago Abascal, que irrumpieron en el tablero político a caballo del rechazo conservador al procés, no por la preocupación ciudadana sobre la inmigración. 

Cataluña

La ocupación de viviendas ha marcado la campaña de Barcelona para enfado de Ada Colau, que ha perdido la alcaldía, y la de Badalona, cuarta ciudad más poblada de Cataluña que pasa a manos de Xavier García Albiol, estrella del minúsculo PP catalán. 

Por su parte, el PSC o Gabriel Rufián en su fallido intento de hacerse con la alcaldía de Santa Coloma de Gramanet no criminalizaron a la inmigración. Pero sí compraron el marco conservador al hablar de seguridad, que es un tabú en el resto de formaciones progresistas del resto del Estado. 

Sorpresas

El pasado 28M la recién nacida formación independentista y xenófoba Aliança Catalana ganó por sorpresa con seis concejales en Ripoll, cuna de los terroristas que atentaron en Las Ramblas en 2017. Su líder, Sílvia Orriols, ve con pesar la intentona del resto de fuerzas de intentar quitarle la vara de mando

"Junts, Esquerra y CUP, a un paso de pactar con el PSOE del 155 y la cal viva para quitarme la alcaldía de Ripoll", lamenta. No esperaba Orriols que le echase un capote la exlíder de Junts, Laura Borràs: "Yo no soy partidaria. Pienso que si defiendo que contradecir la voluntad popular cuando nos perjudica no es correcto, hacerlo cuando nos favorece, tampoco", aseguró la expresidenta del Parlament de Catalunya. 

Aliança Catalana (que también ha obtenido representación en Manlleu y Ribera del Dondara) es una escisión del Front Nacional de Catalunya, que ha pasado de 1 a 6 concejales en las cuatro provincias catalanas

Vox, que en 2019 tenía 3 concejales en Cataluña, ha obtenido en esta última campaña 150.653 votos y 124 concejales. También ha aprobado el histórico ultraderechista Josep Anglada, que a punto estuvo de entrar hace una década en el Parlament con la disuelta Plataforma per Catalunya, cuyos restos acabaron en el partido de Santiago Abascal.

Josep Anglada. 

Anglada regresaba el 28M al frente de Som Identitaris, que ha sumado dos concejales en Vic. 

La izquierda y la inmigración

El PP rara vez aborda la inmigración, UPN en Navarra sí que ha pedido que las ayudas se liguen a la búsqueda de trabajo o a tareas para la comunidad, y algunos sectores progresistas se han atrevido a hablar del asunto. 

Es el caso del parlamentario aragonés y alcalde en funciones de Alcañiz, Ignacio Urquizu, que el pasado año compartió un texto del politólogo Víctor Lapuente en el que este explicaba que "el problema de la inmigración ha beneficiado a la derecha radical en todo el mundo, pero las soluciones a la inmigración podrían favorecer a la izquierda moderada". 

Lapuente asegura que "en los barrios desconectados del resto de la sociedad —en paro, educación, pero también en vacunación contra la Covid— han provocado que la pacífica Suecia se haya convertido en una de las principales cunas (dentro de Occidente) de guerreros del Estado Islámico. Jóvenes criados, y en muchos casos nacidos, en el país más democrático del mundo (según muchos indicadores) y que sienten lealtad a la más intransigente de las ideologías teocrática". 

Urquizu asegura que "si la izquierda no aborda esta cuestión, tiene un riesgo serio. En las sociedades más multiétnicas es más difícil hacer políticas redistributivas, como por ejemplo en EEUU. Por lo tanto, quienes defendemos el estado del bienestar, debemos ser serios con la inmigración"

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