20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La coalición de la izquierda abertzale liderada por Arnaldo Otegi aspira a sustituir al PNV en el poder en Euskadi

El nacionalismo vasco se rompe: El Aberri Eguna escenifica la división entre PNV y EH Bildu

/ Otegi. Foto: Público TV.
El giro emprendido por Arnaldo Otegi en 2009 ha disparado la representación institucional de la izquierda abertzale de la mano de Euskal Herria Bildu, que aspira a echar al PNV del poder tras tejer alianzas con PSOE y Unidas Podemos.

Este pasado domingo el nacionalismo vasco celebró el Aberri Eguna. En el Día de la Patria Vasca, que conmemora el Domingo de Resurreción en el que Sabino Arana comprendió que era vizcaíno en vez de español, se escenificó la ruptura de las dos almas del abertzalismo.

Por un lado está el PNV, que durante cuatro décadas ha mantenido la hegemonía institucional en Vitoria y se ha situado como interlocutor privilegiado en Madrid (donde ha conseguido arañar constantes inversiones y transferencias por parte de los gobiernos de PP y PSOE).

Y por otro está la coalición Euskal Herria Bildu, que ha disparado su representación institucional desde que Arnaldo Otegi ha emprendido una estrategia más social y menos identitaria (que surgía al calor del cese de la violencia de ETA en 2009).

Bloque izquierdista

EH Bildu se ha consolidado como segunda fuerza del Parlamento Vasco y el pasado verano, tras las elecciones autonómicas del País Vasco, intentó conformar un tripartito progresista junto a Podemos y el PSE-PSOE.

Los socialistas se negaron, pero el PNV montó en cólera por el 'atrevimiento' de Otegi. Los jelztales además no ven con buenos ojos cómo la izquierda nacionalista, gracias a su cercanía con Podemos, ha conseguido disparar su influencia en Madrid y conseguir la normalización de la política penitenciaria adoptada por el Gobierno de España.

Andoni Ortuzar. Foto: ETB.

La izquierda abertzale ha apostado por sumarse a un bloque progresista junto a Podemos (con el que se muestra cercano en Vitoria y Madrid) y con el PSOE (al que apuntala a nivel estatal y también en Navarra).

Distancia

Andoni Ortuzar, presidente del PNV, reconoció hace unos días su enfado con la estrategia de Podemos: "Iglesias es un vendehumos. Ha querido traslucir que es el nexo de las izquierdas cuando no era verdad, utilizando a ERC, que no se ha dejado tanto, y a Bildu, que se ha entregado a esa estrategia porque es menos vergonzante explicar a su gente su sumisión en Madrid porque tiene un acuerdo con Iglesias, que porque se tiene que comer crudos los apoyos a Sánchez de manera acrítica para que pasen cosas en política penitenciaria".

El dirigente, eso sí, no quiere que el PSOE adelante elecciones a nivel estatal: "Sería un varapalo para nosotros, porque no creemos que haya razones para acortar la legislatura. Sánchez debería gestionar estas situaciones con la vista puesta en cumplir toda la legislatura y dar tiempo a que se cumplan los acuerdos que ha ido tejiendo. Cuando llegamos a un acuerdo con Sánchez, estábamos haciendo una apuesta de largo aliento, de mayor recorrido que una legislatura. Habíamos dicho al PP que se tenía que regenerar y eso no sucede en diez minutos. No hay una alternativa a Pedro Sánchez".

Arnado Otegi también ha dejado claro que no está dispuesto a que EH Bildu se convierta en un peón del PNV, que hasta ahora había aprovechado su posición de centralidad en Euskadi para hegemonizar todas las instituciones gracias a su facilidad para verse apoyado por fuerzas como el PSE-PSOE o la izquierda abertzale. Pero la constante conformación de un bloque progresista en Euskadi, tarde o temprano, puede llevárselos por delante.

 

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