Diez años del adiós de Luis Aragonés: El eterno atlético y líder de la Roja

Este mes de febrero se cumplen diez años del fallecimiento de Luis Aragonés. El sabio de Hortaleza fue uno de los mejores jugadores de la historia del Atlético de Madrid, pero sobre todo fue uno de los mejores entrenadores que ha tenido el fútbol español, y fue el pionero y líder de la 'generación de oro' española.

A pesar de sus polémicas con los medios de comunicación y con algunos de los jugadores que ha dirigido, de tener esa apariencia seria y recta y de pecar en muchas ocasiones de ser demasiado directo y sincero; todo el que ha estado a sus órdenes solo tiene buenas palabras para él. Luis era un genio dentro y fuera del campo, como persona y como deportista; futbolista y entrenador inigualable, con un legado que será eterno y cuyo recuerdo no se olvidará nunca. 

Trayectoria profesional

Luis Aragonés nació el 28 de julio de 1938 en Hortaleza, de ahí su mote. A pesar de jugar casi toda su carrera en el club de sus amores, el Atlético de Madrid, empezó como futbolista en el Getafe Deportivo, actualmente Getafe Club de Fútbol, del que se marchó al Real Madrid. Durante su etapa como merengue no gozó de oportunidades y se marchó cedido a varios clubes por España: Recreativo de Huelva, Hércules y el Real Oviedo entre otros. Con este último consiguió debutar en Primera División en la temporada 60/61, y en la siguiente temporada fue traspasado al Real Betis, donde firmó por las tres temporadas siguientes.

Al terminar su contrato con el club andaluz en la temporada 64/65 fichó por el Atlético de Madrid, donde jugó hasta retirarse en la temporada 74/75, club con el que logró dar su mejor versión y donde consiguió dos Copas del Rey, tres campeonatos ligueros y una Copa Intercontinental.

A nivel individual, consiguió un trofeo pichichi compartido con su compañero José Eulogio Gárate y con Amancio Amaro (Real Madrid), a pesar de jugar como mediocentro. Solo dos días después de su último partido como jugador profesional con el Atlético de Madrid, el 26 de noviembre de 1974, Luis Aragonés pasó a ser su entrenador.

Si su travesía como futbolista fue buena, como entrenador fue casi insuperable. Su primera etapa al mando del club rojiblanco fue breve pero muy exitosa: en la 74/75 el Atleti ganó la Copa Intercontinental contra el Club Atlético Independiente, y entre las temporadas 74/75 y 77/78, logra hacerse con una Copa del Rey y una Liga.

Su segunda etapa en los banquillos del club madrileño empieza en la temporada 82/83 y dura hasta la 86/87, en la que consigue su segunda Copa del Rey como entrenador. Entre estas etapas, probó suerte en el Real Betis, al que solo llegó a entrenar el primer partido de liga, pues tuvo que dimitir por problemas de salud.

Desde la temporada 87/88 hasta la 2001/2002, pasará por varios equipos de la Liga Española: el Fútbol Club Barcelona, donde gana una Copa del Rey; el Espanyol de Barcelona; Sevilla; Valencia; Betis (por segunda vez); Real Oviedo y Mallorca, logrando en este último clasificar al equipo balear por primera vez en su historia a la máxima competición europea, la Liga de Campeones, en la campaña 2000/2001. En este periodo, vuelve al equipo de sus amores en la 92/93, consiguiendo otra Copa del Rey más para su palmarés.

El mismo año que Luis conseguía hacer historia con el Mallorca, que le abriría las puertas de grandes clubes en Europa, el Atlético de Madrid vivía una de sus peores etapas como institución, bajando a la Segunda División. Sin dudarlo, Luis rechazó muchas y mejores ofertas de varios clubes, para devolver al Atlético a la categoría que, como él dijo, nunca tuvo que abandonar.

De todos los títulos que consigue a lo largo de su historia, el más importante, que quedará grabado a fuego en los corazones de los aficionados del Atleti, será ese ascenso a Primera División, devolviendo la ilusión y el cariño a su Atlético en el momento más complicado de su historia.

Selección Española

Tras el escándalo del Mundial de Corea 2002, en 2004 Luis Aragonés cogió las riendas de un equipo que se encontraba perdido, con viejas glorias que tenían que dar un paso a un lado para dar entrada a la que será la generación más gloriosa que ha tenido España en toda su historia. Y el líder perfecto para llevar a cabo esa transición no es otro que Luis Aragonés.

Tras el fracaso del Mundial de 2006, el sabio de Hortaleza tomó decisiones que le pondrían en el punto de mira de la opinión pública y la prensa española: Quitar a Raúl González Blanco (leyenda del Real Madrid) para muchos fue una decisión precipitada y arriesgada. Sin embargo, el tiempo daría la razón a Luis al levantar la Eurocopa de 2008 en Austria, con una generación de futbolistas jóvenes que convertirán a la selección española en la más exitosa de la historia.