Los deportistas rusos alzan la voz ante la guerra: Unos piden paz y otros secundan la invasión

Uno de los deportistas rusos que más claro ha sido mostrando su apoyo a Putin y a la invasión de Ucrania ha sido el gimnasta de 20 años Ivan Kuliak, que no dudó en desafiar a la Federación Internacional de Gimnasia compitiendo en la Copa del mundo con una “Z” pegada en el pecho, hecha de esparadrapo. Esta letra es el símbolo que llevan la mayoría de los tanques rusos encargados de invadir Ucrania. El gimnasta ruso obtuvo el bronce en la categoría de aparatos y posó con la “Z” en el pódium, junto al campeón del evento y ucraniano Illia Kovtun, que no quiso darle la mano.

Sin embargo, lo de este gimnasta ruso no es un hecho aislado. Desde leyendas del ajedrez hasta boxeadores de éxito, algunos deportistas rusos se han pronunciado a favor de la invasión de Ucrania.

En el mundo del ajedrez, a pesar del rechazo generalizado a Putin, Anatoli Karpov y Sergey Karjakin se han mostrado a favor de la invasión. “Estoy totalmente de acuerdo con Putin y apoyo todo lo que haga con respecto a la estúpida Ucrania. ¡Tengo suerte de amar y vivir en Rusia!”, declaró Karjakin cuando explotó el conflicto.

Karpov, excampeón del mundo de ajedrez, actualmente es diputado de la Duna (parlamento federal ruso) y miembro de Rusia Unida -partido de Putin- desde los catorce años. Por ello, su apoyo es incondicional, como el de otros muchos deportistas que conforman el Gobierno ruso.

Entre los diputados de Rusia Unida se encuentran diferentes exdeportistas como los campeones olímpicos de lucha Aleksandr Karelin, Artur Traymazov y Buvaisar Saitiev, la patinadora Irina Rodnina (tres veces campeona olímpica y once veces campeona mundial), los jugadores de hockey sobre hielo Slava Fetisov (dos veces campeón olímpico, ocho veces campeón del mundo y dos veces campeón de la NHL), Vladislav Tretiak (tres veces campeón olímpico y diez veces campeón del mundo), Andrei Kovalenko (campeón olímpico) o Ivan Tetetin. También forman parte del partido el tenista Marat Safin (dos veces campeón de la Copa Davis y ganador de dos ‘grandes’), el jugador de waterpolo Irek Zinnurov, los biatletas olímpicos Dmitri Svatkovskiy, Anton Shipulin, Vladimir Drachev y Sergei Thcepokov, la atleta Natalya Nazarova (campeona del mundo de 4X400), el saltador de pértiga Anatoli Petrov, el campeón del mundo de boxeo Dmitry Pirog o el campeón del mundo de bobsley Alexey Voyevoda.

Además, hay que destacar el papel de la gimnasta Svetlana Khorkina que ha pasado de ser campeona olímpica y mundial a coronel del ejército ruso o el del exboxeador Alexander Povetkin, que fue uno de los primeros que mostró su posicionamiento a favor de la invasión rusa. “Luchamos por la verdad todos estos años mientras los esclavos eran exterminados en el Donbás. Por eso asumo mi decisión de defender a la gente común para luchar contra el nazismo, unos parásitos, sin importar quienes sean”, declaró, argumentado a favor de la guerra. Sin embargo, no todos los deportistas rusos apoyan la invasión de Ucrania y muchos se han manifestado en contra de Putin.

Deportistas rusos en contra de Putin

No todos los rusos apoyan la decisión tomada por su presidente y algunos de los deportistas más conocidos, han dado la espalda a Putin, mostrándose públicamente en contra de la invasión a Ucrania.

Entre ellos se encuentra el mejor tenista del mundo (número 1 del ranking ATP), Daniil Medvedev, que mostró su opinión acerca del conflicto en una publicación en sus redes sociales.

"¿Recuerdan lo que dije después de la final del abierto de Australia? Esta historia era solo sobre mí, mis sueños de infancia. Y hoy quiero hablar en nombre de todos los niños del mundo. Todos tienen sueños, su vida apenas comienza, muchas experiencias agradables por venir: primeros amigos, primeras grandes emociones. Todo lo que sienten y ven es la primera vez en sus vidas. Por eso quiero pedir la paz en el mundo, la paz entre los países. Los niños nacen con una confianza interior en el mundo, creen mucho en todo: en las personas, en el amor, en la seguridad y la justicia, en sus oportunidades en la vida. Estemos juntos y mostrémosles que es verdad, porque todos los niños no deben dejar de soñar", publicó defendiendo la paz.

Más claro fue el mensaje que lanzó Andrey Rublev, tenista número siete en el ranking que, tras ganar un partido en la protocolaria firma a la cámara, escribió: "No a la guerra, por favor". Palabras similares a las del primer ruso en alcanzar el número uno en toda la historia, Yevgeny Kafelnikov: "Parad la guerra", a la que se sumó el exfutbolista del Celta y de la selección rusa, Fedor Smolov.

Andrey Rublev, pidiendo que no haya guerra.

Destacan también las palabras de Anastasia Pavlyuchenkova, la 14ª tenista del ranking WTA: "Siempre he representado a Rusia. Es mi casa y mi país. Pero ahora tengo mucho miedo, al igual que mis amigos y familiares. No me asusta mostrar mi posición, estoy en contra de la guerra y la violencia. Los motivos personales o políticos no pueden justificar la violencia".

También ha sido muy contundente el ciclista Pavel Sivakov en sus declaraciones: "Estoy totalmente en contra de la guerra y todos mis pensamientos están con la gente ucraniana. Quiero que todo el mundo entienda que la mayoría de los rusos solo quiere paz y que no debemos ser objeto de odio por nuestro origen. Paz".

Asimismo, otro de los casos que más llama la atención es el del jugador de hockey Alex Ovechkin. El jugador de los Washington Nationals siempre ha estado muy unido a Putin y ha sido uno de sus defensores. Sin embargo, algo ha cambiado en su forma de pensar tras la invasión de Ucrania, ya que condenó tímidamente las acciones de Rusia.

"Es una situación complicada. Tengo amigos en Rusia y en Ucrania, y es duro ver esta guerra. Espero que termine pronto y haya paz en todo el mundo", declaró ante la prensa. "Por favor, no más guerras. No importa quién esté en la guerra: Rusia, Ucrania, diferentes países, creo que vivimos en un mundo en el que tenemos que vivir en paz".

Cada vez son más los deportistas que ofrecen su opinión personal de este conflicto, ya que absolutamente nadie puede vivir ajeno a esta invasión, justificada para algunos y abusiva para otros.