Éxito judicial en el fútbol: La U.D. Barbastro, de Tercera División, consigue paralizar una "alineación indebida"

La Unión Deportiva Barbastro ha conseguido un éxito digno de David contra Goliat. El club de Tercera División, como los equipos más importantes de la Champions, ha logrado, gracias a la ayuda del abogado Manuel Ollé Sesé, experto en Derecho Penal Internacional, que el Tribunal Administrativo de Deportes (TAD) suspenda de forma cautelar la resolución de la Federación Española de Fútbol relativa a una alineación indebida en el encuentro entre el Calamocha y el equipo oscense, que tuvo lugar el el pasado 10 de octubre y que se saldó con el resultado 2-4, a favor del Barbastro. 

Según denunció el Calamocha, la Unión Deportiva Basbastro alineó 12 jugadores en el minuto 72 del encuentro cuando el jugador Gulias entró en el terreno de juego durante 8 segundos sin haberse percatado de que había sido sustituido. La decisión del Juez Único de Competición tras dos minutos de deliberación, según han comunicado fuentes cercanas al caso a Elcierredigital.com, fue la suspensión de ocho partidos para el jugador -antes de la resolución ha estado dos encuentros sin poder jugar- y la retirada de tres puntos anotados, cambiando de forma sustancial el resultado del encuentro. 

Gulias. 

El responsable del equipo oscense, Rafael Torres ha declarado a la prensa local su intención de llegar más lejos en este asunto, a la vez que recalcaba que la Unión Deportiva Barbastro es un equipo "humilde, digno y honesto". Por su parte, el abogado Manuel Ollé Sesé explica a Elcierredigital.com que "este asunto lo que viene a retratar es la necesidad de crear una verdadera jurisdicción profesionalizada habida cuenta cuenta de los intereses que genera el deporte". 

Lo cierto es que este asunto pone el dedo en la llaga sobre cómo se hacen las cosas en el llamado deporte Rey. Cada vez más equipos denuncian que las disposiciones sancionadoras adolecen de garantías. La decisiones son tomadas por un único Juez Sancionador y sólo queda recurrir primero ante el Comité de Apelaciones en Madrid y después al TAD (Tribunal Administrativo de Deportes), última instancia de este peculiar sistema, algo así como el Tribunal Supremo del deporte.

Desde diversos ámbitos se lleva tiempo pidiendo que las personas responsables de estas decisiones estén adiestradas en la aplicación del derecho y tengan dedicación exclusiva en estas labores. "El deporte tiene implicaciones mucho más allá del campo de juego y estas decisiones pueden implicar consecuencias muy serias, sobre todo cuando hablamos de equipos modestos", reflexiona Manuel Ollé Sesé.