02 de octubre de 2023
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FIN DE SEMANA

Fue el primero en ganar un Mundial de ciclismo sobre pista, el primer maillot arcoíris, y al que le seguirían un total de cinco Mundiales más

Muere Guillem Timoner, leyenda del ciclismo español en pista y campeón de seis títulos mundiales

Última hora Guillem Timoner.
Guillem Timoner. / El ciclista en pista español ha fallecido.
Hace un par de semanas que el mundo del deporte, en concreto el ciclismo, lloraba la muerte de Federico Bahamontes y ahora toca despedir a otra leyenda sobre ruedas como Guillem Timoner. El corredor mallorquín, coetáneo del 'águila de Toledo, se convirtió en una referencia del ciclismo español y en uno de los deportistas más mediáticos del siglo XX. Todo ello tras logran un sinfín de títulos, entre los que destacan, sus seis campeonatos del Mundo en el ciclismo en pista.

El ciclismo español llora un mes de agosto trágico. Dos leyendas sobre ruedas han fallecido en apenas dos semanas de diferencia. A principios de mes, el alcalde de Toledo comunicaba el fallecimiento de Federico Bahamontes, primer español en  ganar un Tour de Francia (1959). ‘El águila de Toledo’ había sido un pionero en el mundo del ciclismo español de carretera, ya que en la década de los 60 la gran vuelta gala no tenía repercusión e interés en territorio nacional.

En el día de ayer, 17 de agosto, el mundo del ciclismo, que todavía se encontraba en duelo por la pérdida de Bahamontes, recibía la noticia del fallecimiento de Guillem Timoner Obrador. Otro campeón del mundo y una de las más grandes leyendas del ciclismo en pista.

Si Bahamontes fue el primer español en lucir el característico maillot amarillo del Tour, Guillem Timoner hizo lo propio con el maillot arcoíris. Una distinción que le honraban como campeón del mundo. Ambos ciclistas coincidieron en tiempo, no en espacio, ya que Bahamontes demostró sus habilidades como escalador en las grandes vueltas ciclistas y Timoner le emuló bajo los techos de los velódromos de media Europa.

En una época donde la Guerra Civil estaba muy presente todavía y los años posteriores con la dictadura, el fútbol y el ciclismo eran los únicos deportes que sobresalían más allá de nuestras fronteras, gracias a deportistas como Bahamontes o Timoner.

Guillem Timoner y la seis coronas mundiales

El futuro campeón del mundo nació un 24 de junio de 1926 en la localidad mallorquina de Felanitx. Su legado serviría para que una calle de su pueblo natal lleve su nombre, además de un polideportivo. A todo ello se debe sumar una escultura en los aledaños del mismo.

A los catorce años de edad Timoner trabaja como carpintero, antes de dedicarse al mundo del ciclismo de lleno. Sin embargo, a tan temprana edad su palmarés ya ostentaba una victoria, en la carrea de S’Horta. Por aquel entonces corría en carretera, pero se fue dando cuenta que su camino estaba destinado sobre la pista.

Libro de Manuel García Gargallo sobre el velódromo del Tirador.

En aquella época, en Mallorca había dos velódromos en funcionamiento: el de los Campos, cerca de su Felanitx natal, y el de Tirador, en el centro de Palma. La pista de la capital sería el primer escenario donde Timoner se alzaría como campeón balear, en 1941.

Timoner había alcanzado la mayoría de edad y seguía compaginando las dos modalidades. De hecho, logró ganar tres etapa de las Vuelta a Mallorca y al mismo tiempo se había alzado con su primer campeonato de España en Tortosa, en 1945. Su regreso a Felantix fue recibido como un héroe y un sinfín de honores.

Tras su primer título en 1941, Timoner fue tocando diferentes modalidades dentro del ciclismo de pista. Su talento era tal, que mientras se especializaba en la modalidad de medio fondo tras moto, logró más de una veintena de títulos nacionales en velocidad o persecución. A un palmarés ya extenso habría que sumarle cuatro títulos más de campeón de las Baleares (1944, 1945, 1946 y 1947).

Timoner tras ganar el Mundial en San Sebastián (1965).

Su progresión le llevaría a expandir la marca España por Europa, sin darse cuenta, ya que en 1954 disputaría su primer Mundial. Timoner viajó a Wupertal (Alemania) sin un entrenador que lo dirigiese, pero el talento no se ciñe a nadie y el ciclista mallorquín terminó sexto. Un presagio de lo que el futuro le deparaba.

Un año más tarde volvió a partir de su querido Felantix, pero esta vez rumbo a Milán, a un velódromo histórico como el Vigorelli milanés. Un recinto que sufrió las consecuencias de la Guerra Mundial, fue bombardeado e incendiado. Aquel escenario vio como Timoner comenzaba a escribir su leyenda. Se alzaba con el primer campeonato del Mundo de fondo tras moto, su primer maillot arcoíris y el primero de un ciclista español.

Guillem Timoner daba inicio a una década plagada de éxitos. Diez años en los que conquistó seis títulos mundiales, uno de los grandes hitos de la época y la historia. Desde Milán hubo que esperar cuatro años para ver la segunda corona. El mismo año, 1959, que Bahamontes lograba su primer Tour, Timoner se hacía con su segunda corona mundial en Ámsterdam, así de caprichoso es el destino. Luego llegarían los triunfos en Leipzig (1960), Milán de nuevo (1962), París (1964) y Donosti (1965), sin olvidarse de dos subcampeonatos en 1956 (Copenhague) y 1958 (París).

Timoner con el maillot arcoíris.

El mérito de Timoner o Bahamontes pasa por las adversidades que tuvieron que atravesar para tocar metal, si el mundo del ciclismo se sorprendió con el equipamiento que corría ‘el águila de Toledo’. La prensa de la época bautizó a Timoner como “un Quijote sobre un caballo de hierro”, tras lograr su primer campeonato mundial y debido al pobre material con el que competía.

Una trayectoria longeva 

Timoner disfrutaba encima de la bicicleta, algo que se vio reflejado en más de 30 años de carrea. Desde 1941 hasta 1970 de manera profesional, con un breve capítulo final entre 1984 y 1985. En ese intervalo de tiempo, Timoner siguió ligado al mundo de la bicicleta. Ocupó el cargo de seleccionador español de pista entre 1971 y 1978, con una participación olímpica en los Juegos de Múnich de 1972.

Su jubilación se ubica en su tierra natal, Felanitx. Allí abriría una tienda de bicicletas que posteriormente se convertiría en un museo personal que albergaba sus bicicletas y recuerdos de diferentes campeonatos.

Guillem Timoner en su museo personal con recuerdos de las competiciones disputadas. 

Guillem Timoner seguiría recibiendo reconocimientos y honores con el paso de los años. La Casa Real  le concedía la distinción de Maestre de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2003. Además sus hazañas han inspirado varios libros, un reflejo de lo que fue y es, una referencia del ciclismo español, de un hombre que abrió el camino y uno de los deportistas más mediáticos del siglo XX.

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