Giro en la vida de Eusebio Sacristán: Su vuelta al fútbol tras superar un accidente

Eusebio Sacristán Mena (Valladolid, 1964) ha sido uno de los condecorados en la Gala Nacional del Deporte 2025. Este evento se celebró en Valladolid y Eusebio fue premiado en su tierra con el Premio Valores Humanos, lo que desató una gran ovación. 

Sacristán ha manifestado su deseo de seguir ligado al mundo del fútbol. El último encuentro que dirigió al frente de un equipo fue en 2019. Un año más tarde, Eusebio sufrió un accidente que derivó en diversas complicaciones.

Una caída le provocó un traumatismo craneoencefálico que le obligó a estar tres semanas en coma inducido debido a un coágulo cerebral. El proceso de recuperación de Eusebio fue difícil, al principio no era capaz de comunicarse y pensaba que no podría recuperar su vida anterior.

Con mucho esfuerzo y constancia, además de con el apoyo de especialistas, Sacristán ha conseguido mejorar. El premiado ha destacado que es esencial "una mentalidad fuerte y un objetivo por el que pelear". Y lo ha comparado a cuando de niño 'peleó' por convertirse en futbolista profesional. 

Eusebio Sacristán como futbolista

Antes de estar en los banquillos Eusebio fue protagonista en los terrenos de juego. Fue en las categorías inferiores del club de su ciudad natal, el Valladolid, donde debutó en 1983. En 1987 el Atlético de Madrid lo fichó, aunque esta etapa solo duró un año. 

En 1988 fue el Barcelona el que quiso contar con los servicios de Sacristán. En este equipo dejó un gran legado. Conquistó varios títulos, entre ellos, cuatro ligas y una Copa del Rey. Pero el más destacado fue la Copa de Europa en 1992.

Ese año los blaugranas, dirigidos por Johan Cruyff, conquistaron el título europeo por primera vez en su historia. El “Dream Team” fascinó al mundo del fútbol, con Eusebio Sacristán como protagonista.

Tras su paso por Barcelona, Eusebio saldría de Cataluña con destino a Galicia tras fichar por el Celta de Vigo en 1995. Esta etapa duraría tan solo dos años y sería su penúltimo equipo antes de colgar las botas.

En 1997 regresó al club que le vio crecer y donde pondría punto final a su carrera. Este momento llegó en 2002, cuando el Estadio José Zorrilla despedía entre lágrimas a uno de sus mejores jugadores, leyenda del club vallisoletano. 

Sacristán fue importante en todos los clubes por los que pasó. A lo largo de su carrera disputó 543 partidos en la liga, siendo el quinto futbolista con más partidos en la historia de la competición. Con "La roja" jugó 15 encuentros, debutando en 1986 y disputando con ella su último partido en 1992. 

Por su exitosa carrera Eusebio recibió el título de Vecino de Honor de la Ciudad de Valladolid. Tras colgar las botas, creó en 2003 la Fundación Eusebio Sacristán, que hoy día lleva a cabo actividades educativas, deportivas y de ocio para la juventud, infancia y personas mayores.

Experiencia como entrenador

Sacristán ha estado  al frente de diversos equipos durante su etapa como entrenador. Comenzó en el Barcelona en 2003 como asistente de entrenadores como Frank Rijkaard. En 2009 le llegó la oportunidad de ser primer entrenador en un club en el que ya prestó sus servicios como jugador, el Celta de Vigo.

En el club gallego estuvo una temporada y media, durante la que consiguió que el equipo mantuviese la categoría. Esperaría un año hasta volver a los banquillos, esta vez para dirigir al filial del Barcelona. Sus dos primeras temporadas fueron tranquilas, consiguiendo la permanencia.

En la 13-14 colocó al equipo en un histórico tercer puesto, igualando la mejor posición del Barcelona B en su historia. En la temporada siguiente el rumbo del entrenador cambiaría y fue destituido en febrero de 2015, tras conseguir 9 de 30 puntos posibles. 

En noviembre de ese mismo año tendría su primera oportunidad en primera divisióncon la Real Sociedad. En el conjunto donostiarra estuvo hasta 2018, donde destaca la consecución de la sexta posición en la temporada 16-17. Fue destituido en marzo de 2018 debido a la mala racha de resultados que encadenó el equipo.

Su última aventura en los banquillos tuvo lugar en Girona. Esta etapa solo duraría un año, después de conseguir hechos históricos, como alcanzar los cuartos de final de Copa del rey. Era la primera vez que lo conseguía el equipo catalán, pero a final de temporada el equipo descendió, por lo que Eusebio presentó su dimisión.