La doble moral de sancionar mensajes en camisetas de futbolistas
También Álex Baena fue expulsado por el árbitro en una acción idéntica a la ocurrida con el ghanés Mohammed Kudus
El mundo del fútbol rindió homenaje a Christian Atsu este fin de semana. El futbolista ghanés del Hatayspor, ex, entre otros, de Oporto, Chelsea, Everton, Málaga y Newcastle, fue encontrado sin vida entre los escombros del terremoto de Turquía. Uno de esos tributos fue el de Mohammed Kudus. El compatriota de Atsu se quitó su camiseta para homenajearlo enseñando otra con la frase R.I.P. Atsu (Descansa en paz, Atsu) tras su tanto en la goleada por 4 a 0 del Ajax sobre el Sparta Rotterdam.
Aunque, según indica el reglamento, hubiera sido correcto mostrarle la tarjeta amarilla al jugador ghanés, el árbitro Pol Van Boekel decidió no hacerlo. "Tenemos reglas, pero esto va más allá del fútbol. Va de la vida y la muerte. El árbitro me dijo que no estaba permitido, pero lo entendió porque es una situación mucho más grande que el fútbol. Mis mayores respetos para él", confesó Kudus después del partido.
Kudus llevaba mucho tiempo buscando su gol ante el Sparta, pero justo antes de acabar el partido el ghanés consiguió su ansiado tanto. Anotó un tiro libre maravillosamente en la escuadra de la portería y así hizo el 4-0 en nombre del Ajax. Por qué estaba buscando su objetivo con tanto énfasis se hizo evidente cuando vitoreaba. Kudus corrió al banderín de córner y rindió homenaje a su compatriota Atsu, el exjugador del Vitesse fallecido en los terremotos de Turquía y Siria.
La polémica con Álex Baena
Van Boekel tuvo 'manga ancha' en una situación que fue polémica, recientemente, en España. En el Villarreal-Girona, Álex Baena se levantó la camiseta y mostró otra amarilla en la que había escrito un mensaje dedicado a José Manuel Llaneza, vicepresidente del Villarreal, fallecido aquella semana: "Gracias por todo, Llaneza", era el mensaje. El colegiado del encuentro, Ricardo De Burgos Bengoetxea, le mostró la cartulina amarilla por esta acción y, al ser la segunda, tuvo que marcharse expulsado desatando las protestas de los futbolistas del Villarreal.
El reglamento no admite dudas en cuanto a la 'celebración de gol' se refiere. "Los jugadores pueden celebrar la consecución de un gol, pero sin extralimitarse; no se deberán alentar las celebraciones coreografiadas y no deben ocasionar una pérdida de tiempo excesiva". La norma especifica que se sancionará al jugador si "trepa a las vallas perimetrales o se acerca a los espectadores generando problemas de seguridad, actúa de forma provocadora o exaltada, se cubre la cabeza o la cara con una máscara u otros artículos y, por último, si se quita la camiseta o se cubre la cabeza con ella".
En el último minuto, Nicolas Jackson daría la victoria al conjunto 'groguet', que publicó el siguiente mensaje con la foto de Baena en la celebración del gol: "Esta camiseta vale por un millón de expulsiones". Un caso que recuerda a la mítica celebración de Andrés Iniesta en el famoso gol de la final de la Copa del Mundo en Sudáfrica, cuando se quitó la camiseta para mostrar un mensaje dedicado a su amigo y jugador del Espanyol fallecido, Dani Jarque. Una celebración que fue sancionada naturalmente con tarjeta amarilla para el jugador manchego.
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