La cara 'B' de la Eurocopa: Acceso a estadios es un caos y el transporte se desborda
Uno de los grandes eventos deportivos de este verano está siendo la Eurocopa de fútbol que se está viviendo en Alemania
Alemania, país anfitrión de la Eurocopa 2024, está enfrentando grandes desafíos en la gestión de las multitudes de aficionados. A pesar de que las fan zones están bien organizadas, la infraestructura general del país está generando un gran caos en varias de las ciudades anfitrionas.
Las estaciones de tren y los sistemas de transporte público están saturados, causando retrasos y complicaciones para los aficionados que intentan llegar a los estadios. Desde elcierredigital.com hemos contactado con un aficionado español, que ha asistido a todos los encuentros del combinado nacional hasta la fecha: tanto al encuentro contra Croacia, disputado en Berlín, como al de Italia, en Gelsenkirchen. "La Eurocopa no está mal organizada, pero el transporte público y las infraestructuras de Alemania están desbordadas".
No solo hay problemas en la movilidad por el país, también se están viviendo momentos de tensión en los accesos a los estadios por la gran cantidad de aficionados que acuden a los partidos. La "mala señalización y falta de personal" hacen que la entrada a un estadio de fútbol se convierta en todo un desafío para los aficionados que acuden a ver un partido. "En el partido contra Croacia, la entrada al estadio estuvo muy mal organizada", asegura este testigo.
Mientras que las fan zones de esta Eurocopa 2024 ofrecen una experiencia excepcional para los aficionados, el transporte público alemán está atravesando grandes problemas para mantener el ritmo y soportar el gran número de espectadores que acuden a este evento. Mejorar la infraestructura de transporte, aumentar la capacidad de los servicios públicos y corregir los problemas en los accesos a los estadios serán pasos cruciales para el éxito de esta Eurocopa 2024 en Alemania.
La otra cara de la Eurocopa
La Eurocopa 2024, que se está celebrando en Alemania desde el 14 de junio al 14 de julio, ha atraído a miles de aficionados a las diez ciudades anfitrionas en el país. Las fan zones, instaladas en todas ellas, son espacios bien organizados para que los aficionados disfruten de los partidos en un ambiente festivo. Estas zonas ofrecen grandes pantallas para ver todos los partidos, conciertos, espectáculos y una amplia variedad de opciones de comida y bebida, lo que ha sido muy bien recibido por los asistentes.
Sin embargo, la infraestructura general del país está mostrando signos de tensión bajo la presión de la afluencia masiva de visitantes. Las estaciones de tren y los sistemas de transporte público están saturados, causando retrasos y grandes problemas para los aficionados que intentan desplazarse por el país. "A la salida del España contra Italia, en la estación para coger el metro en Gelsenkirchen, se formó un tapón humano con miles de personas apiñadas. Una vez cogimos el tren, un trayecto que se hace en media hora, lo hicimos en una hora y media", asegura un aficionado español testigo directo de los hechos.
"La entrada al Estadio Olímpico de Berlín para el partido entre España y Croacia estaba muy mal organizada. Se formó un tapón humano de miles de personas que apenas nos podíamos mover y empujándonos unos a otros. Estuvimos una hora y cuarto para avanzar apenas 20 metros", señala este aficionado español. Esta Eurocopa también esta viviendo problemas con el control en los accesos a los estadios. La falta de personal de seguridad y la inadecuada señalización en los alrededores de los estadios han generado largas colas con tapones humanos de miles de personas y demoras significativas para ingresar a los estadios. "La señalización dentro del estadio también era bastante defectuosa. Llegué al estadio una hora y tres cuartos antes del comienzo del partido, y me senté en mi localidad cuando estaban sonando los himnos", añade.
Está claro que algunas ciudades anfitrionas del evento no estaban preparadas para el impacto de la Eurocopa en términos de aforo y servicios básicos. "He llegado a Colonia con dos horas y cuarto de retraso, porque toda la red ferroviaria de Düsseldorf y Colonia está colapsada. Supuestamente por un robo de cable de cobre", señala este aficionado.
Las autoridades locales intentan hacer ajustes sobre la marcha para aliviar la presión, pero los problemas persisten, afectando la experiencia general de los aficionados. "A la salida del partido entre España e Italia, había mucha presencia policial. Pero no había nadie que informase sobre que que pasaba con los trenes", concluye.
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