25 de abril de 2024
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Patio de columnas

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Felicísimo Valbuena

'Perderlo todo' de Víctor Cerdán, políticamente incorrecto

Víctor Cerdán.
Víctor Cerdán. / El director de 'Perderlo todo' en el rodaje de la película.

Hasta el 20 de Marzo va a estar presente, en la plataforma Filmin, la película  Perderlo todo, del joven director Víctor Cerdán. Me he fijado en los títulos de crédito y he visto que Víctor figura en todos los aspectos de la película. Lo cual me ha hecho recordar las películas de Chaplin, en las que se encargaba de todo, menos de vender las entradas. Víctor no actúa, pero no excluiría yo que se encargase de promocionar su película.

No me extrañaría, porque Perderlo todo  es la película perfecta para que no la subvencione el establishment que reparte la pasta del presupuesto entre directores españoles de películas que siguen y siguen sin atraer al público.

¿Y por qué no la querrían subvencionar? Porque es una película políticamente incorrecta. Y al  establishment de lo políticamente correcto no le interesan películas como  la de Cerdán. Sí, este director tiene una larga experiencia en documentales como Callejeros. Es decir, le interesa la realidad. Pero ¿de verdad les interesa la realidad de Cerdán a los repartidores de cheques?

En esta película, no hay actores célebres. Esos que aparecen una y otra vez. O como dicen los cursis, los que dan el biotipo. Aquí, los personajes son gitanos desconocidos. ¿Cómo van a atraer al público? Pero, ¿qué se ha creído Cerdán? ¿Qué es Vittorio de Sica, con su neorrealismo, o Buñuel en Los olvidados? Los del establishment pensarán que esos dos directores vienen bien para los libros de Historia del Cine, pero que ahora estamos en otro nivel.

Resulta que los del biotipo se pasan las películas soltando tacos y vocalizando muy mal. Que haya tantos y tantos tacos en las películas españolas merece un estudio; incluso, varios. ¿Puede ser un signo de autodesprecio? Algunos malpensados quieren que los del biotipo sean doblados, para que el público se entere de lo que dicen y, además, que no suelten una palabrota detrás de otra. En Perderlo todo, a) entendemos lo que dicen los gitanos y b) el director sólo ha permitido una blasfemia en la discusión de una pareja. 

Además, va Cerdán y presenta a muchachas gitanas que no destilan feminismo; que la relación de un padre con ellas no es autoritaria sino cariñosa, aunque se interese por lo que les pueda ocurrir en la relación amorosa. No estamos aquí ante esas escenas gritonas, con los tacos a todo trapo y sin vocalizar, que protagonizan los del biotipo. Y además, las muchachas están preocupadas por los exámenes. Por tanto, están educándose. ¿A que esto es importante? Pues claro.

Deduzco, por tanto, que estos gitanos que viven de la droga van a encontrarse con hijas que no quieran vivir como ellos. Es más, hay gitanos que dominan el oficio de la construcción. Y Víctor Cerdán los presenta trabajando.

Y por si fuera poco, este director rompe con las expectativas: un personaje explica que va a llevar acabo una venganza de una manera y, después, las cosas van por otro lado.

La duración de la película –67 minutos– me ha hecho recordar las películas de serie B. Pocos medios y mucho ingenio: Había muchas películas magníficas.

Creo que Perderlo todo, además, es un tratado de lo que un director puede hacer con la cámara en la mano. A quienes estén desanimados porque ven el futuro de color cárdeno en el cine, les recomiendo que  vean esta película.

Finalmente, creo que el director debe pensar en películas de más duración y en series. Tiene mucha experiencia en documentales. Pues que ponga su mente a trabajar.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

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