Ei inolvidable lenguaje de la lluvia....

Si de forma canónica hubiera que definir la intención última de su obra literaria podría ser, que su pluma recorre la evolución y significados de la poesía...
Visión plena de su palabra, que inquietamente parece hablarnos desde el firmamento inundado de luz. Recordemos la enunciación de Bacherlard: la poesía pone al lenguaje en estado de excepción.

Hablo de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, conocido mundialmente como: Pablo Neruda, del que el día 23 de septiembre se han cumplido 47 años de su fallecimiento.
Considerado como uno de los artistas más influyentes de su siglo. Otro peso pesado de las letras, Gabriel García Márquez, diría de él: es el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma".

Aunque otros años anteriores, especialmente en 1963, insistentemente se mencionó su nombre como posible ganador, quedó en un postulante. En 1971, el día 21 de octubre se hace el anuncio, al fin, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, como muestra de mente lúcida y brillante, se lo entregó el rey Gustavo Adolfo el 10 de diciembre.

Y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford.

Harold Bloom lo consideraba uno de los veintiséis autores del canon de la literatura de todos los tiempos, dijo de él: "Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él".

En algunos de sus escritos parece que se percibe el despojamiento y la celebración, la fugacidad de la vida y de la propia identidad.

Para siempre quedaría impregnado su mundo poético, marcado por montañas, ríos, lagos, etc, al ingresar en el Liceo de Hombres, donde cursaría hasta 6º de Humanidades.
"Comenzaré por decir, sobre los días y años de mi infancia,/ que mi único personaje inolvidable fue la lluvia./ La gran lluvia austral (...)/ nací a la vida, a la tierra, a la poesía y a la lluvia". (Confieso que he vivido. Pablo Neruda.)

Su obra tiene gran valor testimonial. Ya, de bien joven, traspasó las fronteras locales para convertirse en referente de la poesía del momento. El autor intenta acercarnos a este género sirviéndose de los elementos del lenguaje como la textura y sonoridad, para ofrecernos la posibilidad de disfrutar con ojos apremiantes de cada verso, hasta compartir toda su profundidad.

A veces se lanza como un kamikaze a la búsqueda de respuestas más que inconvenientes. Así se gana al lector cuando se rebela y la luna encuentra el ritmo vertiginoso en cada palabra.
Nos pide adentrarnos en una dimensión tapizada con hielo y fuego interconectados con el psicoanálisis. Sin duda es el faro de guía que nos alumbra el camino de la luz del verbo, para gozo en la asignación de un sentido propio para cada lector.

En el diario: La mañana de Temuco hace su primera publicación el 18 de julio de 1917, con un artículo titulado: Entusiasmo y perseverancia, firmado como Neftalí Reyes, así rubricaría sus trabajos hasta octubre de 1920, (anteriormente usó varios más) que definitivamente adoptaría el seudónimo de Pablo Neruda, para evitar más enfrentamientos con su padre, que no quería tener un hijo poeta.

En 1919 publica trece poemas en "Corre-Vuela" durante el año, publica en las revistas Valdivia y Chillán, y colabora en: Selva Oscura de Temuco.
Se adentra y se atreve a avanzar en un mundo de licencias literarias insospechadas, idiomas casi secretos, dobles sentidos.
La poesía no congenia bien con el exceso de racionalidad y debemos alejarnos del inquisidor prejuicio del sentido único.

El 28 de noviembre de 1920 es elegido presidente del Ateneo Literario  del Liceo de Temuco y prosecretario de la Asociación de Estudiantes de Cautín.

Va recopilando textos para dos libros: "Los cansancios inútiles" y "Las ínsulas extrañas", que no publica, pero parte de ellos integrará en su primer poemario: Crepusculario.

En 1923 publicó uno de sus libros más reconocidos "Veinte poemas de amor y una canción desesperada", dónde aún se notaba la influencia del modernismo.
Sus libros están escritos sutilmente y de forma clara, en alguno de ellos parece que el lector ayuda a reflexionar al poeta.
El escritor ahonda en la nostalgia y el ensimismamiento.

Neruda también fue un relevante activista político, miembro del Comité Central del Partido Comunista, precandidato a la presidencia de su país y embajador de Francia.
Su carrera diplomática comienza en 1927 siendo cónsul de Rangún, Birmania, desde donde desarrolló un destacado epistolario con el escritor argentino Héctor Eandi.
Después también lo fue de: Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires, Barcelona y Madrid.

La carrera literaria de Neruda esta colmada de premios, galardones y reconocimientos. En 1935 se hace con la dirección de la revista "Caballo verde para la poesía", se la entrega Manuel Altolaguirre.

El 24 se septiembre 1936 publica el poema "Canto a las madres de los milicianos muertos", lo hace en la revista: El Mono Azul, (en forma anónima, ya que debía presentar frente al conflicto una actitud neutral al ocupar un cargo consular.

Estos versos forman parte de "España en el corazón".

La palabra desafía a la intocable figura de la lluvia, perfecta en sus formas, que dan un nuevo rostro a cada letra.

Su mente siempre estaba funcionando, trabajando, creando dentro y fuera de la realidad.

En 1945 recibe el Premio Nacional de Literatura y en marzo de ese mismo año es elegido senador de la República de Chile por las provincias de Tarapacá y Antofagasta.
A partir de entonces por medio de su escritura delata y manifiesta la situación socio-política de Argentina, Paraguay, Brasil, y en general de toda América del Sur.

"Cómo sabría amarte, mujer, como sabría/ amarte, amarte como nadie supo jamás./ Morir y todavía amarte más./ Y todavía amarte más y más." (Amor). Pablo Neruda.

Pilar Redondo. Escritora. Córdoba.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.