29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Elsa Martínez

A Jesús, alma del corazón de España

Ayer se nos fue Jesús, se marchó Mariñas, el verdadero artífice del periodismo social español que marcó un antes y un después con aquel episodio televisivo de Chabeli iglesias en Tómbola.  El único periodista español que tuvo el valor de opinar de la otrora hermética Casa Real, costándole en alguna ocasión un verdadero disgusto con su propia amiga Chonin Valdés (jefa de prensa de Zarzuela) en aquellos tiempos que la prensa rosa era mirada con cautela desde la institución monárquica, que examinaba minuciosamente cada nota escrita en una recepción…. Se fue el más icónico periodista de raza de toda una generación que representaba la crónica social con mayúscula en el firmamento del papel couché, alternado con los platós de televisión. Y lo vamos a echar muchísimo de menos con toda certeza. Jesus era eso y mucho más.

Lo recuerdo con un cariño inmenso desde que lo conocí en la Bridal Fashion Week allá por el año 1997. Tenía yo la “suerte” de estrenarme en la carrera de jefe de prensa en la Moda con Hannibal Laguna: una tarea que un julio de Barcelona me puso delante de él. Lo recuerdo como si fuera ayer, llegando al desfile con Elio Valderrama (siempre a su lado) Carlos Garcia Calvo (también desaparecido recientemente), Roger Salas o Maria Eugenia Yagüe, acompañados entonces del mítico Paco Flaqué y la gran Asunción Batlle; un evento brutal celebrado en los pabellones fantásticos de Montjuic donde los desfiles eran únicos. Fue mi primera experiencia de aprendizaje, mi primer choque galáctico con el criterio solido de quien sabía lo que ni yo imaginaba de un mundo nuevo y trepidante. Me estrené entonces tratando de ser la chica más simpática de los desfiles (y eso requiere un esfuerzo,  desde luego...), y, por supuesto, defendiendo a mi diseñador por encima de Tirios y Troyanos… frente al mundo.

Empezó ahí una historia de admiración personal por su carácter y a la vez un reto, lo reconozco, por ser capaz de estar a la altura de su criterio. Pero, sobre todo, comenzó una relación de cariño y amistad que ha ido transcurriendo en el tiempo durante los 25 años que nos hemos llevado de edad y que hoy se han saldado con su viaje a la Eternidad. Recuerdo con especial cariño su tremenda humanidad, esa que conocíamos los que teníamos el honor de ser partícipes en ocasiones de su verdad. Porque Jesús Mariñas tenia rincones preciosos que compartía con sus mejores amigos y de vez en cuando nos dejaba asomar a algunos seres cercanos, con una sonrisa picarona y sagaz que buscabas con la aprobación en cada evento ( él te agasajaba con su presencia y casi siempre con su apoyo).

Nunca le agradecí lo bastante, ni tampoco a su querido Elio, lo mucho que hicieron por mí en bastantes ocasiones. Cuando aguantaron estoicamente un desfile terriblemente accidentado en el Palacio de la Prensa sin perder la sonrisa o cuando me daban mil consejos (no siempre los cumplí) sobre las colecciones de algunos de mis representados (tampoco estos últimos me han escuchado siempre, con lo que, obviamente, llegue a desistir del empeño.) Pero si algo quiero resaltar hoy, como homenaje personal, después de tantos Barcelona, Valencia, Madrid… y tantos años y ediciones… es el carácter humano, solidario, cariñoso y preocupado por el Mundo, con mayúscula, que tenía Jesús. Ese Jesús que el público no conocía. Un ser humano excepcional, un padre para muchos y una bellísima persona. Una noche me contó, hace muchos años, como la India le había cambiado la perspectiva de la vida, y me desveló un Jesus alejado del papel televisivo que era solo eso, un papel.  Comprendí entonces que ese Jesus, que te regalaba su sonrisa, era el más interesante que podías conocer. Y ese mismo me lo regaló, enterito, en un viaje maravilloso que realizamos con Ion Fiz en el crucero de Pullmantur, cuando presentamos la colección en la proa mas elevada de un barco de cinco pisos brutal, y en alta mar en el Báltico.  Era también alma de la Peña del Cuarto Poder ,  junto a mi queridísimo amigo Daniel Carande, o Beatriz Cortazar, Paloma Barrientos y  Enrique Suero entre otros y siempre se sonreía cuando se encontraba con Carmen Duerto, su querida Rosa Villacastin o Pilar Vidal, que tenían sus guiños cómplices con él. Pero, de lo más bonito que ha sucedido en estos últimos meses de su vida, ha sido, sin duda, la amistad de vuelta con otra grande y admirada, Maria Eugenia Yagüe (me ha dicho un “pajarito” que ha sido increíble, bella y generosa). Nos vamos quedando huérfanos de talento y personalidades únicas, una generación irrepetible se nos está yendo.

Gracias por tanto Jesús, tu huella va a quedar indeleble siempre en esta parte de la orilla, donde te hemos disfrutado tanto.

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