25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Felicísimo Valbuena

'Eta en el cine': Víctor P. Velasco levanta los velos

Cubierta 'Eta en el cine'.
Cubierta 'Eta en el cine'.

Víctor Manuel Pérez Velasco ha publicado Eta en el cine (Editorial Última Línea, Málaga, 2021).

El autor lleva publicando libros muy bien fundamentados sobre asuntos que importan a los españoles. No digo que les interesen. Si hacemos el experimento de ver qué programas de televisión interesan a millones de españoles, veremos que no son los que más les importan. Pérez Velasco escribe para quienes se llevan la mano a la frente y se preguntan: “Pero ¿qué pasa aquí?”.

Algunos de esos libros aparecen en editoriales no demasiado conocidas, pero esos libros tienen mucha más influencia de la que a primera vista podemos percibir. Ahora el momento de editores dinámicos, más allá de las editoriales gigantes.

¿En qué he observado la influencia de los libros de Pérez Velasco? En que hay autores de artículos y tertulianos, que utilizan las informaciones y los argumentos de este autor. Hay quienes aprovechan la información de sus libros sobre muy diferentes asuntos.

Los asuntos que aborda Pérez Velasco en sus libros

En 2011, publicó un libro científico y, a vez, muy fácil de leer, sobre cómo los directores de cine españoles han manipulado el tema de la Guerra Civil. Después, otro sobre cómo los partidos de izquierdas son quienes más actos de violencia cometen -“cómo prenden la mecha”-.

A continuación, se ocupó de cómo políticos y profesores adoctrinan  - “pastorean”- las conciencias. También, de cuántas maneras odian los nacionalistas a España: la hispanofobia. Y más obras que denotan su gran pasión intelectual para ocuparse de problemas fundamentales del presente. No veo ni oigo tertulias, pero tengo amigos que me informan de cómo “los libros de Víctor sirven para que personajes de todas las tendencias estén informados y sepan argumentar. Aunque se callen de dónde toman las ideas que exponen”.

Eta y el cine

En enero de 2019, ya tenía el autor completado su libro sobre eta y el cine. Si hubiera previsto lo que iba a venir, ya hubiera publicado su libro. Pero luego ocurrió lo que todos sabemos: Covid y Filomena, que rompieron el discurrir normal de los acontecimientos.

Aun así, el libro de Víctor Pérez Velasco es una brújula que orienta a quienes están interesados en el Gran Relato español del siglo XXI: La victoria de los españoles sobre eta.

¿Qué ha hecho el autor? Ha escogido 35 películas en las que entran historias de terroristas vascos y víctimas. El autor ha tenido una idea que considero genial: En cada película, ha hecho constar el número de víctimas que eta había causado hasta ese momento. Después, y siguiendo el método científico que él tan bien domina, estudia diversos aspectos del adoctrinamiento del cine.

1. Tratamiento de las víctimas en el relato: El autor rompe el cliché de que todos los directores de cine presentan bien a las víctimas.

2. Cómo el director trata a los terroristas en el relato: Los terroristas aparecen idealizados en algunas películas;

3. Objetividad en el relato de los hechos: Pérez Velasco, después de haber estudiado hace once años cómo trataban los directores la Guerra Civil en sus películas, demuestra que está en una excelente forma intelectual para identificar cuándo una película no cuenta los hechos sino que toma parte a favor del mundo de los terroristas; 

4. Disecciona lo que él denomina FOD (Falsa Objetividad Doctrinal); quien desee hacerse un experto en cómo detectar trampas hipócritas, que lea a Pérez Velasco.

5. Espíritu adoctrinador. También, quien se proponga detectar el odio a lo español, la Hispanofobia, en algunas películas, aquí tiene este libro y otros del autor;

6. Orientación ideológica. Es decir, si la película está realizada, o no, desde el punto de vista del nacionalismo vasco o, más aún, desde el nacionalismo vasco de izquierdas.

Si el autor ha buscado la claridad en un asunto tan complejo como el que ha escogido para este libro, sigue poniéndose en el lugar del lector, sintetizando los cinco aspectos anteriores en una evaluación que él pone en un cuadro-resumen:

-       ¿Es una película neutral, que no distorsiona los hechos? ¿O se trata de una película en la que el relato está deformado, exagerado, distorsionado?

-     Cuándo esos hechos distorsionados benefician a una de las partes; o cuando perjudican a otra parte.

-     ¿Y si el director logra un relato neutral? Es un avance notable en las películas sobre eta.

-     Si un director adoctrina con poca intensidad, o con intensidad moderada, es muy distinto de si carga la mano con su adoctrinamiento excesivo y descarado.

Si el director quiere adoctrinar a fondo y sin remilgos, muestra una hispanofobia dura, de intensidad exacerbada.

La hispanofobia blanda puede ser muy dañina, porque quiere pasar como algo normal lo que es una exageración suya. Sobre todo, cuando presenta con rasgos desfavorables a las fuerzas del orden. Este aspecto es propio de muchas películas  de cine sobre terrorismo.

Uno de los muchos fragmentos certeros de este libro es el siguiente:

“Como contrapunto, la imagen de España es policial, militarizada y un tanto claustrofóbica. Cuando este film se produjo ETA acumulaba ya 837 víctimas y su director podría haber tomado en consideración este dato estremecedor.

En algunos episodios no asistimos a una reconstrucción de los hechos desde la información, sino que éstos tienden a profesar un cierto culto doctrinal, pero no precisamente por los valores democráticos, sino de ideologías radicales muy concretas.

“También conviene remarcar en este punto el rasgo de hispanofobia, moderado, que se exhibe a propósito de ciertos tópicos hispánicos y especialmente asociados a la imagen de la policía y guardia civil, lleno de estereotipias ya muy manidas en nuestro cine, con comisarios descarados, bigotudos, horteras, chulos y torturadores, rodeados de banderas rojas y gualdas con el denostado águila de San Juan. Es un paquete doctrinal muy recurrente en nuestra cinematografía. ¿De verdad todos los comisarios de la época eran así”? (Págs. 145-146).

Finalmente, este libro permite estudiar la evolución de un director como Imanol Uribe, desde sus tres primeras películas sobre el terrorismo (La fuga de Segovia (1978), El proceso de Burgos (1980), La muerte de Míkel (1983) hasta la última, Días contados (1994). Pues claro que los directores de cine pueden cambiar. Lo que hace falta es que sean cada vez más los que caigan en la cuenta de sus errores.

El balance es muy positivo y deseo un gran éxito a este libro.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

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