
Patio de columnas
Esther Ferreiro
Ana Obregón y “El chico de las musarañas”

Libro que relata una historia de amor, dolor, esperanza y resignación.
“El viaje más largo empieza por el primer paso”. Aless Lequio
Un libro que desde el primer capítulo ya te hace sentir todo tipo de emociones. No puedes evitar empatizar con una madre que relata desde lo más profundo de su corazón, desde anécdotas muy entrañables hasta los momentos más duros que una madre puede soportar por intentar salvar la vida de un hijo.
Hay que destacar la entereza y generosidad de Aless, un chico muy maduro que dio una gran lección de vida ante el maldito cáncer al que se enfrentó con una fortaleza y lucha incansable, sin un ápice de queja ante la terrible situación que le tocó vivir con dolores fruto de la enfermedad y la incertidumbre de si podría ganar la batalla al cáncer.
Unos capítulos que narran, desde momentos y anécdotas cotidianas de cualquier hijo y madre, hasta los momentos más duros de la enfermedad. Unos padres que aún separados, siempre desde el minuto uno que se enteran de la enfermedad de su hijo hasta el final, siempre se han mantenido unidos. Es un excelente ejemplo de como por encima de una separación, la familia sigue y debe seguir siendo la prioridad y por encima de las diferencias se apoyaron incondicionalmente.
Ana se puede sentir satisfecha de haber cumplido los tres deseos de su hijo:
- Crear la fundación Aless Lequio en apoyo a familias que por desgracia están pasando por situaciones como la que ellos vivieron.
- Escribir el libro que su hijo empezó cuando se enteró de su enfermedad.
- El deseo de su hijo de tener descendencia, incluso si en algún momento él faltaba.
El libro tiene 316 páginas y una lectura muy amena. Realmente este libro está escrito en su gran mayoría por Ana y añade el relato de su hijo que comienza desde la página 159 con el título “valientes cabrones” y acaba en la página 216, un total de 57 páginas trascritas literalmente del texto de Aless Lequio.
Según se cita literalmente la parte final de la contraportada del libro es “una inspiradora y extraordinaria historia sobre el verdadero sentido de la vida y amor incondicional hacia un hijo”.
Se está hablando sobre si el libro incluye mención o alusión a la última pareja de Aless, Carolina Monje, pues bien, no se habla de ella en todo el libro. El motivo según ha manifestado la propia Ana Obregón es que su hijo preservaba su intimidad sentimental, y precisamente eso ha sido lo que ha querido hacer fielmente Ana. Sin embargo, en el libro se habla de gran cariño y lo importante que eran los amigos para Aless, que viene a decir que las parejas acaban, pero las amistades no.
Después de haber leído el libro y sin entrar en polémicas o controversias derivadas de la gestación subrogada, me alegro muchísimo y creo que cualquier persona que lea el libro con un mínimo de sensibilidad va a empatizar con ella y entender su decisión. Mi opinión es que se merece volver a ser feliz y disfrutar de una parte de su hijo que se refleja en su nieta y sobre todo cumplir la promesa que le hizo a su hijo de tener descendencia en caso de que el ya no estuviera.

Ana Obregón junto a su hijo Aless Lequio.
Una polémica de la que se está hablando mucho en España y a nivel internacional desde el nacimiento de Ana Sandra.
La conclusión es que este libro es el fiel reflejo de la esperanza de que después de algo tan doloroso como es la pérdida de un hijo, puede acabar con un nuevo hilo de vida y esperanza con el nacimiento de Ana Sandra Lequio Obregón.
Que gran fortaleza la de Ana que, además de estar en un continuo sufrimiento, dolor y drama por la muerte de su hijo, se tiene que enfrentar también a la muerte de su madre, la cual como ella misma manifiesta en el libro la pide hasta perdón por no haber podido aún llorarla lo suficiente como ella se merecía, por estar tan rota por lo ocurrido a su hijo y sumado a los cuidados y atenciones que necesitaba su padre que acabo también falleciendo poco después.
¿Tendrá más nietos Ana Obregón?
Queda muy claro que Aless quería ser padre de familia numerosa como así se lo manifestó a sus padres y les hizo prometer que darían cumplimiento a su deseo. Por ello, posiblemente Ana quiera darle un hermanito a Ana Sandra y haga todo lo que esté en su mano para lograrlo.
Si no viéramos ante la misma situación de perder a nuestro único hijo y tener la posibilidad de cumplir su última voluntad y deseo y además poder tener un pedacito de él, sinceramente, ¿alguien no lo haría?
Aless Lequio siempre será su presente y Ana Sandra su presente y futuro. Los beneficios obtenidos por la venta del libro serán destinados a la lucha e investigación del cáncer con la fundación Aless Lequio.
Por ello, lo que es indiscutible es que Aless Lequio ya no está entre nosotros, pero sí su tributo y generosidad por ayudar, en este caso los beneficios económicos del libro permitirán contribuir a los avances médicos que pueden salvar vidas de personas que padezcan cáncer y que sí puedan, ojalá, ganar la batalla gracias en mayor o menor medida al legado de Aless.
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