26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Julio Merino

"Lo que el viento se llevó"

Muchos habrán visto, y seguro que más de una vez, "Lo que el viento se llevó", la película más exitosa de todos los tiempos, la que hizo grandes, grandísimos, a Vivien Leigh y Clark Gable, los mitos de Hollywood... "Scarlett O´Hara y el capitán Batller serán ya para siempre dos de los más grandes Dioses del Olimpo del cine.

Pero, pocos, y menos entre los jóvenes, sabrán responder a la pregunta que yo he hecho mil veces a mi izquierda y a mi derecha: ¿y qué fue lo que se llevó el viento? ¿qué se llevó el viento de aquellos Estados Unidos que luchan a muerte entre si durante las cuatro horas que dura la película? ¿por qué los Estados del Sur quieren separarse de los Estados del Norte?... y pocos, muy pocos, saben qué sucedió y que se llevó el viento.

Pues sucedió. En primer lugar una guerra sangrienta que duró 4 años, la GUERRA DE SECESIÓN, (1861-1865)  y que enfrentó a los Estados del Norte con los Estados del Sur. ¿y por qué?

Pues, veamos. En primer lugar, por la esclavitud, y de inmediato por evitar la ruptura  de la UNIÓN, el gran ideal de los luchadores por la independencia de Inglaterra y la creación de los Estados Unidos de América.

Pero, llegados aquí me place reproducir un pequeño resumen del gran informe que sobre el tema escribe Don Santiago Contreras:

“La esclavitud

Después de la Declaración de la Independencia en 1776 y su ratificación en 1789, la esclavitud continuó siendo legal en las trece colonias inglesas de América. Las relaciones de producción basadas en la mano de obra esclava siguieron desempeñando un papel preponderante en la economía y las sociedades de los estados del sur.

El establecimiento de la esclavitud y su consolidación como institución alimentó sentimientos de supremacía blanca entre los colonos y sus descendientes. Los negros africanos quedaron desprovistos de derechos. Incluso después de aprobada la Constitución, a muy pocos negros se les permitió ejercer el voto o poseer propiedades.

Sin embargo, en los estados del norte creció el movimiento abolicionista que condujo a abandonar la esclavitud. Al contrario de los estados del sur, los norteños recibían mano de obra barata procedente de inmigrantes europeos, lo que hacía innecesaria la esclavitud. En cambio, para el sur era fundamental la mano de obra esclava en las plantaciones.

Los ricos hacendados sureños no estaban dispuestos a renunciar a la riqueza generada por las rentables plantaciones de algodón. Después de que se inventó la desmotadora de algodón a finales del siglo XVIII, la demanda del producto creció en América y Europa.

En consecuencia, también creció la demanda de mano de obra esclava del sur. Al comienzo de la guerra civil unos 4 millones de esclavos trabajaban en las haciendas de plantación del Sur.

Los estados contra los derechos federales

Este fue otro punto de discordia entre el norte y el sur. Desde la llamada Revolución americana hubo dos puntos de vista con relación al papel del gobierno.

Estaban los defensores de un gobierno federal con mayores poderes y control sobre los estados, así como los que exigían que los estados tuvieran más derechos.

La organización del primer gobierno estadounidense estuvo regida por los Artículos de la Confederación. Estados Unidos estaba integrado por trece estados dirigidos por un débil gobierno federal. Tales debilidades del Estado federal fueron luego enmendadas por la Convención Constituyente de Filadelfia, en 1787.

En la Convención Constituyente que redactó la Constitución de los Estados Unidos no estuvieron presentes Thomas Jefferson ni Patrick Henry. Ambos eran fuertes defensores del derecho de los estados a decidir si aceptaban o no determinados actos federales.

Los desacuerdos surgidos con el texto constitucional condujeron a crear serias discrepancias y a que la idea de la anulación de los actos ganara terreno.

Sin embargo, el gobierno federal se opuso y negó este derecho; así se fue abrigando el sentimiento secesionista en los estados que sentían que sus derechos no eran respetados.

Diferencias entre el norte y el sur

El sur dependía exclusivamente de la agricultura mientras que el norte tenía una economía más diversificada, que combinaba agricultura e industria. De hecho, los estados del norte compraban algodón a los estados del sur para elaborar textiles y otros productos.

Por esta razón, el norte no tenía los apremios de mano de obra esclava porque prefería a los inmigrantes europeos. Estas diferencias económicas tan marcadas condujeron también a crear puntos de vista sociales y políticos irreconciliables.

Los inmigrantes del norte provenían de países en los que la esclavitud había sido abolida y propugnaban ideas igualitaristas y liberales. Además, las familias inmigrantes vivían y trabajaban juntas.

El orden social del sur estaba basado totalmente en la segregación de los negros, a quienes se consideraba una raza inferior. La supremacía blanca comprendía todos los aspectos de la vida cotidiana y lo político. Los dueños de esclavos se comportaban como verdaderos reyes dentro de sus respectivas haciendas.

Las diferencias sociales y culturales entre el norte y el sur en torno al tema de la esclavitud influyeron notablemente también en el pensamiento político. Los poderes federales que estaban asentados en el norte fueron influidos por el movimiento abolicionista. Tal influencia creó la necesidad de controlar la cultura y la economía de los estado sureños.

Estados esclavos y no esclavos

Con la compra de Luisiana y después, como resultado de la Guerra de México, nuevos estados fueron incorporados al territorio estadounidense.

Surgió entonces el dilema de si declararlos estados con esclavitud o no. Primero se propusieron los estados libres y que los esclavos admitidos por la Unión tuvieran igual número, pero esto no resultó.

Después, en el Compromiso de Misuri (1820), se prohibió la esclavitud en los territorios occidentales ubicados al norte del paralelo 36º 30′. El acuerdo excluía al estado de Misuri y permitía la esclavitud al sur en el territorio de Arkansas.

Esta solución, que intentaba lograr un equilibrio, no solucionó las diferencias en este punto. Los choques entre los abolicionistas y los esclavistas continuaron en los estados y en encendidos debates en el Senado.

El movimiento abolicionista

Este movimiento ganó muchas simpatías en los estados norteños, donde la opinión contra la esclavitud y los esclavistas creció arrastrando la política. En el norte la esclavitud llegó a ser considerada socialmente injusta y moralmente incorrecta.

Algunos influyentes abolicionistas, como Frederick Douglass y William Lloyd Garrison, exigían la  libertad inmediata de todos los esclavos. Otros como Theodore Weld y Arthur Tappan eran del criterio de que la emancipación de los esclavos debía ser progresiva.

Muchos otros, como el propio Abraham Lincoln, esperaban que al menos la esclavitud no se extendiera más.

El movimiento abolicionista contó con el apoyo de la literatura y la intelectualidad de la época, pero en algunos estados como Kansas y Virginia los antiesclavistas llegaron al uso de la violencia en favor de la abolición de la esclavitud. Dos casos fueron emblemáticos en este sentido: la Masacre de Pottawatomie en 1856 y el ataque a Harper’s Ferry en 1859.

División política del país

La esclavitud se transformó en el principal tema de la política estadounidense. Dentro del Partido Demócrata existían facciones que apoyaban a uno u otro bando. Dentro de los Whigs (que se transformó en el Partido Republicano), el apoyo al movimiento antiesclavista ganó mucha fuerza.

Los republicanos no solo eran vistos como abolicionistas, sino como modernizadores de la economía estadounidense; eran los fieles partidarios de la industrialización y el avance educativo del país. En el sur los republicanos no tenían la misma simpatía entre la clase dirigente y la población blanca.

En medio de esta turbulencia política, en 1860 Abraham Lincoln fue elegido presidente de los Estados Unidos en representación del Partido Republicano.

Estas elecciones fueron decisivas respecto a la Secesión. Los demócratas del norte fueron representados por Stephen Douglas y los del sur por John C. Breckenridge.

Por el Partido de la Unión Constitucional se presentó John C. Bell. Este último partido era partidario de mantener la Unión y evitar a toda costa la secesión. La división del país se hizo patente con el resultado de las elecciones de 1860.

Elección de Abraham Lincoln

Como era de esperarse, Lincoln ganó en los estados del norte, John C. Breckenridge ganó en el sur y Bell fue favorecido en los estados fronterizos. Stephen Douglas solo pudo ganar Misuri y una parte de Nueva Jersey. Sin embargo, Lincoln ganó el voto popular y 180 votos electorales.”

 

Pues, eso se llevó el viento, ya que al terminar la guerra la esclavitud había sido abolida, al menos oficialmente, porque el racismo anti-negros nunca desapareció ni ha desaparecido del todo. Se llevó la cultura del Sur, aquella de las grandes Plantaciones y los Señores casi feudales. Se llevó el espíritu romántico y ecológico (diríamos hoy) y el amor y cuidado de la Naturaleza... y se llevó para siempre la idea de ruptura independentista de la que habían hecho santo y seña los Estados Confederados, ya que a partir del final, o sea desde 1865, nunca, nadie, ningún Estado, ningún Partido político, ni pensadores, ni escritores, ni medios de comunicación, ha levantado la voz para hablar de Secesión... y la Bandera de las barras y las estrellas es la bandera sagrada común, la bandera por la que cualquier americano, blanco o negro, del Norte o del Sur, republicano o demócrata,  estará siempre dispuesto a dar su vida.

Sí, aquel viento se llevó la esclavitud y trajo la libertad... y Scarlett  o´Hara y el capitán Rhett Butler vivirán eternamente. 

Julio MERINO

 

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